La pandemia puso al descubierto la enorme desigualdad en la que vive la clase trabajadora. En el sector estatal quedó expuesto la enorme precariedad en la que se encuentra.
Viernes 11 de febrero de 2022
En el marco de la política de “Austeridad Republicana” con la pandemia el ataque contra las y los trabajadores estatales, sus condiciones laborales y en particular contra sus salarios y la estabilidad en el empleo, ha dado un salto.
El año pasado, hubo expresiones de descontento en distintos estados como Zacatecas, San Luis Potosí, Michoacán y Chiapas y hoy en la CDMX.
Las y los trabajadores al servicio del Estado somos una masa inmensa, estamos en cada rincón del país realizamos labores de limpieza, educativas, salud, transporte, de la industria eléctrica y energética. Estamos a cargo del funcionamiento del país, del servicio de agua, luz… somos parte de la primera línea que enfrentó la pandemia. Y al menos el 60% no contamos con derechos laborales y el resto si bien tienen reconocidos derechos, los últimos años han sufrido un enorme ataque a sus salarios, prestaciones y organización sindical.
Múltiples formas de simulación laboral han implementado para no reconocer plenamente nuestros derechos laborales, nos "contratan" como beneficiaros de programas sociales, por honorarios, capítulo 3000, nómina 8, Galeno Salud, profesores de asignatura, autogenerados, confianza, servicios profesionales, outsourcing etc.,
Si bien esta situación avanzó con los gobiernos en el período neoliberal, se mantiene a tres años del gobierno de la cuarta transformación las condiciones de precarización y la contratación simulada, así como una política de cerrazón y cero diálogo con conflictos como la huelga del SutNotimex que cumplió dos años, o su política de desfinanciación para instituciones educativas que ha generado protestas en universidades públicas (recientemente la ENAH).
La otra cara de la pandemia
Durante la pandemia, además de garantizar tareas esenciales como la vacunación, la atención hospitalaria y labores de limpieza, miles de trabajadores del sector fueron obligados a realizar tareas de proselitismo por las elecciones y para el impulso de políticas como la consulta de revocación de mandato o el juicio a ex presidentes.
Esto significó trabajar en condiciones de mayor precarización, desde el tele trabajo, el aumento de la jornada laboral, retención de pago, esto sin seguridad social al menos el 50 % de la base trabajadora con una enorme exposición, miles de trabajadores perdieron la vida al seguir trabajando sin estar vacunados, además de que no cuentan con seguridad social y dejaron a sus familias al desamparo.
Como parte de este ataque, miles de trabajadores nos encontramos en la incertidumbre laboral, ejemplo de ello en la CDMX las personas contratadas bajo los programas Sociales de la Secretaría Cultura y Educación, decenas de dependencias y las y los trabajadores precarios de las Alcaldías.
El gobierno federal como el de la ciudad han implementado toda una política contra las condiciones laborales de las y los trabajadores estatales, para cargar sobre nuestras espaldas la llamada “austeridad republicana” que en realidad no toca a los altos funcionarios.
Estas contrataciones inestables también pretenden instalar la idea de que no somos trabajadores y por lo tanto, no tenemos derecho alguno. Esto, a pesar de que tengamos jefes inmediatos, tareas, horario establecido y centro de trabajo, tal como lo establece la Ley Federal del Trabajo. Apuestan a que dejemos de asumirnos como trabajadores y nos organicemos como tales para defender nuestros derechos.
¡Luchemos por plenos derechos laborales!
Para conquistar nuestras demandas tenemos que impulsar la organización independiente y la más amplia unidad. No se puede confiar solo en el “diálogo” con las autoridades de la Ciudad o de las dependencias de manera unilateral para resolver esta problemática, pues ya han demostraron que no están de nuestro lado.
Los derechos laborales no vendrán de una concesión de este gobierno de la cuarta transformación, que a pesar del discurso contra la precarización laboral y el outsourcing, reproduce formas de precariedad laboral al interior de sus propias dependencias, como la Secretaría de Cultura y Educación de la CDMX.
Habrá que partir de defender los puestos de trabajo que están en riesgo, exigir la merecida continuidad en el trabajo para todxs aquellxs que laboramos en l2021 y el reconocimiento de la relación laboral (o basificación) para que nuestros derechos laborales se hagan efectivos.
Para la defensa de nuestros derechos, es necesario tratar de consolidar la organización en cada una de las Dependencias, desde donde se impulse la movilización y la construcción de un movimiento por la estabilidad laboral y los derechos laborales, rompiendo las divisiones internas así como las existentes con lxs compañerxs de otras dependencias.
Junto a ello, habrá que establecer lazos de solidaridad con las y los trabajadores de los demás sectores estatales que enfrentan condiciones similares e impulsar conjuntamente un gran movimiento contra la precarización y los despidos en el sector estatal.
Desde Queremos Trabajo Digno junto a trabajadores de las Alcaldías, del DIF, Cultura, Salud y organizaciones sociales y sindicales como SutNotimex y la Asamblea General de Trabajadores venimos impulsando un espacio de Coordinación de trabajadores estatales en lucha aportando a una perspectiva de unidad para luchar por plenos derechos laborales.