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Red Internacional
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CÓRDOBA/CORONAVIRUS. Impunidad patronal, el relato de un obrero de la construcción

Dialogamos con Gastón, obrero de la construcción, quien nos cuenta su situación y la de su familia durante la cuarentena. Abusos patronales, un sindicato cómplice y en Estado ausente son los ejes recurrentes.

Martes 7 de abril de 2020 15:26

A medida que pasan los días, son cada vez más los relatos que surgen de los sectores a los que la cuarentena les está costando la vida. Miles y miles de trabajadores que dignamente se ganan la vida día a día, contratados, de changas, de fletes, de trabajos de pintura, reparaciones para inmobiliarias y quien sabe cuántos rubros más, que están esperando cobrar el bono por los escasos 10 mil pesos que destinó el gobierno para el sector cuentapropista.

Bono al cual se anotaron más de 10 millones de trabajadores y trabajadoras y se estima que lo recibirán unos 3 millones y medio solamente.

Dentro de estos diez millones se encuentra Gastón, trabajador de la construcción, que como pocos en el sector tiene la "suerte" de estar en blanco, pero la suerte se acaba si no se tiene ningún control sobre las patronales. A Gastón no le corresponde el bono del Gobierno, por estar en blanco, pero "la patronal se hace la difícil para pagar la semana", les da una parte, les patea otra semana, les da otra parte y así ya vienen hace 4 o 5 semanas.

A esto hay que sumarle que el sindicato avala este accionar ilegal por parte de la constructora.

Gastón tiene dos hijos menores de edad, alquila, se pasa el día en la obra y en los poquitos momentos libres que quedan intenta tocar un poco la guitarra, su gran pasión, eso que siempre lo movilizó. Pero ahora todo eso está pendiendo de un hilo, la comida para los chicos nunca va a faltar, pero para ir a hacer una changa tengo que esquivar controles, "no me parece justo que me persiga la policía por querer ir a trabajar", nos comenta.

Así se pasan los días en cuarentena, en medio de la incertidumbre de no saber si se va poder pagar el alquiler, la comida, los impuestos. "Sobre que ya se hacía difícil vivir ahora esta mucho peor", dice Gastón.

¿Por qué tenemos que ser los mismos de siempre los que ponemos el hombro ( y la plata)?

En estos días los medios de comunicación vienen anunciando cada medida del Gobierno como si fueran las únicas medidas posibles, me acuerdo que cuando vi la campaña por test masivos pensé: ¡Claro! Eso es lo que hace falta, testear para detectar a todos los infectados y poder aislarlos de la forma más efectiva. No era algo tan difícil de pensar, pero cuando pensaba de donde salía la plata para pagar todos esos test, ahí es donde todos los medios de comunicación y todos los partidos de los patrones se callaban porque para poder conseguir esa plata había que dejar de pagar la deuda o tocarle el bolsillo a los bancos, sojeros o a los dueños de laboratorios, que son los que siempre ganan.

Ahora me pasa lo mismo, cuando escucho a la izquierda decir que hace falta un sueldo de 30 mil pesos para todos los trabajadores que estén en mi situación, pienso: ¡Claro! Hace falta cobrar ese sueldo para poder cumplir con la cuarentena como nos exigen y no terminar presos por querer ir a laburar como les pasa todos los días a cientos de laburantes. Pero de vuelta esta el tema de quien pone la plata, si la ponemos los laburantes a costa de empeorar nuestras condiciones de vida, o la ponen las patronales, multinacionales, bancos y dueños de laboratorios.

Para eso estaría buenísimo que le cobren un impuesto a las grandes fortunas. Pero rápido te das cuenta cuales son la prioridades del gobierno, porque al sector empresarial que representa una pequeñísima parte de la población del país les desembolsó 380.000 millones de pesos, diez veces más que lo que destina al bono de 10 mil pesos para las más de 10 millones de personas que se anotaron. Entonces para ellos hay y para nosotros no, hay que dar vuelta las prioridades por eso me parece que lo que plantea la izquierda está bien.
Que se le saque la plata a los que más tienen y a los que vienen haciendo negocios desde hace años en el país.

También pienso que hay mucha gente viviendo en la calle y que nosotros los trabajadores de la construcción hacemos miles de departamentos en la ciudad, en los que no vive nadie, entonces me pregunto, ¿no seria lo más racional permitir que toda la gente que hoy vive en la calle, tenga una vivienda digna para hacer la cuarentena? Pero de nuevo parece que la pandemia más grande es la sed de ganancias de un puñado de empresarios. Por eso pienso que hay que invertir las prioridades.