Japón reanudó la caza comercial de ballenas en su territorio marítimo y su zona económica exclusiva, luego de un poco más de 30 años.
Martes 2 de julio de 2019
Esto luego de que el gobierno nipón anunciara su retiro de la Comisión Ballenera Internacional, (CBI) de la que era miembro desde 1951, la cual inclusive le había otorgado un permiso especial de “investigación científica” en la temporada de caza de ballenas 2017-2018 con el cual capturó la no despreciable suma de 596 cetáceos. Respetando hasta ahora el aplazamiento de la caza para fines lucrativos de la ballena, acuerdo tomado desde 1982.
Por otra parte, solo para el período comprendido entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2019 la potencia asiática aliada de Estados Unidos, en un acto de prepotencia absoluta, muy parecido a la actitud de Trump ante la “comunidad internacional” con el ya insuficiente Acuerdo de París, por ejemplo, se auto impuso una cuota máxima de captura que de 227 gigantes marinos, meta que si es lograda se acercaría a los casi 1000 ejemplares asesinados en poco menos de 2 años.
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Sin duda un acto de prepotencia política y económica de uno de los países de cabecera de la potencia imperialista norteamericana, que no se puede dejar pasar sin denunciarlo fuertemente y sin llamar al rechazo de dichas medidas por la población mundial.