La urgencia del gobierno por desmantelar a PEMEX le hará, literalmente, explotar e incendiarlo como ha ocurrido en Pajaritos y Salina Cruz. El gobierno de Peña Nieto planea mayores recortes para el 2018 mientras las trasnacionales se llevan el crudo de nuevos yacimientos.
Jueves 13 de julio de 2017
En los últimos 4 años PEMEX ha sufrido un recorte a su presupuesto por más de 200 mil millones de pesos que han afectado seriamente sus actividades productivas. Estos recortes ponen en riesgo no sólo la seguridad energética del país, sino también la vida de los trabajadores del sector y de la población en general. Para el 2018 el gobierno federal planea continuar con el desmantelamiento financiero de la empresa.
El pasado 13 de junio la refinería “Antonio Dovalí Jaime”, ubicada en Salina Cruz, Oaxaca, sufrió una explosión que dejó un trabajador muerto, incalculables daños medio ambientales y cientos de pobladores con afecciones en su salud como alergias y problemas respiratorios. La causa no fueron las lluvias provocadas por el huracán “Calvin”, sino la urgencia del gobierno por desmantelar a PEMEX y entregar la industria petrolífera a las trasnacionales.
Falta de mantenimiento e importantes riesgos en seguridad
Pemex sufrió un recorte en su presupuesto superior a los 100 mil millones de pesos este sólo en este 2017, de los cuales el mayor porcentaje (34 mil millones) afectaron al área de Transformación Industrial que se encarga de la refinación de gasolinas. Estos recortes afectaron seriamente las labores de mantenimiento de las refinerías que redundaron en crímenes industriales como el del pasado 14 de junio en Salina Cruz.
A penas en abril de este año ocurrió otro terrible accidente en Coatzacoalcos, Veracruz, en donde murieron por lo menos 3 trabajadores y cientos resultaron heridos. El gobierno ha ocultado por todos los medios lo que realmente pasó ahí. El paro de producción de Salina Cruz se suma al paro que ocurre actualmente en la refinería de Salamanca por contratos corruptos que los funcionarios de PEMEX realzaron con la empresa Odebretch.
El incendio en la refinería se debió a un corto circuito en un cuarto de control cercano a los tanques de almacenamiento que se anegó por la lluvia. Para que este corto circuito pudiera presentarse tuvieron que haber fallado todos los sistemas de prevención. Más de dos días después, cuando el incendio fue controlado, se hizo visible una gran cantidad de aceite que revelaba una aguda falta de mantenimiento en las instalaciones.
“Ahorros” que salen muy caros para PEMEX y consumidores
La industria petrolera es una industria de alto riesgo. Los recortes que ha realizado el gobierno en PEMEX son criminales. No sólo han costado la vida de trabajadores, miles de millones de pesos en instalaciones y reparaciones, sino que también han afectado a pobladores y usuarios. Como consecuencia de la explosión se ha tenido que aumentar la importación de gasolinas, diésel y gas para satisfacer la demanda. Se calcula que después de la explosión se ha importado cerca del 75% del consumo de derivados del petróleo.
Esto ha impactado incluso a las finanzas nacionales; por primera vez desde 1996 PEMEX ha tenido un balance negativo en dólares con el Banco de México. La “empresa productiva de estado” ha perdido miles de millones en ventas y ha requerido de una enorme cantidad de dinero para realizar las reparaciones en la planta. Esto sin contar que la importación de cerca de 3.5 millones de barriles afecta el precio de la gasolina ahora “liberalizado” después de la Reforma Energética aprobada en el 2013 por los partidos del Pacto por México.
Más accidentes y mayor subordinación a Estados Unidos
José Antonio González Anaya, director general de PEMEX, ha señalado desde hace meses que para el 2018 habrá más recortes en PEMEX. Para el presupuesto de egresos de la federación 2018 se espera que exista un nuevo recorte por más de 45 mil millones de pesos lo que, sin duda, acarreará nuevos accidentes. El gobierno federal y los funcionarios de PEMEX son los responsables de estos crímenes industriales.
El recorte presupuestal profundizará la dependencia a la industria del petróleo de capital norteamericano y trasnacional. Mientras que en el 2017 están realizándose más de 9 mil despidos en PEMEX con la complicidad del sindicato petrolero dirigido por el senador priista Carlos Romero Deschamps, la Comisión Reguladora de Energía acaba de autorizar el pasado 30 de junio el inicio de operaciones en territorio nacional de la empresa norteamericana de refinación “Valero”.
Por si esto fuera poco, a inicios de julio las empresas Sierra Oil & Gas, Talos Energy y Premier Oil encontraron el mayor yacimiento de petróleo desde que se aprobó la Reforma Energética. Se calcula que el yacimiento que se ubica frente a las costas de Tabasco tiene reservas probadas por hasta 2 mil millones de barriles de petróleo, y gran parte de las ganancias se irán fuera del país.