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Red Internacional
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Reforma Energética. Incendio en refinería de Salina Cruz: fueron los recortes en mantenimiento

El verdadero costo de los recortes presupuestales y la entrega a la iniciativa privada. Despidos, abandono, accidentes. Abril de 2016 Pajaritos (Coatzacoalcos), al menos 32 muertos. Marzo de 2017 Salamanca (Guanajuato), 7 muertos. Junio de 2017 Salina Cruz (Oaxaca), un muerto.

Viernes 16 de junio de 2017

El siniestro inició en la refinería Antonio Dovalí Jaime, ubicada en Salina Cruz, este 14 de junio y según el reporte oficial de Pemex, fue sofocado este viernes a las 3 de la mañana.

Hasta el momento, el saldo es de un muerto y 9 heridos, más al menos cinco colonias cercanas a la refinería que fueron evacuadas.

Según la versión dada a conocer por las autoridades de Pemex la causa del incendio fue un derrame de aceite y residuos que se desbordaron de represas ubicadas en las instalaciones de Pemex después del paso de la tormenta tropical Calvin.

En marzo de este año, una explosión en la refinería de Salamanca, Guanajuato, ocurrida cuando se realizaban tareas de destape en la línea de combustóleo, cobró la vida de ocho trabajadores, tres de Pemex y cinco de empresas privadas. Se detectaron al menos 200 irregularidades en la refinería.

2016. En abril, una explosión en la planta Clorados III del complejo Pajaritos –Coatzacoalcos, Veracruz-, provocó la muerte de al menos 24 trabajadores y más de 100 heridos. La planta estaba administrada por Pemex y Mexichem, una trasnacional beneficiada antes incluso de la reforma energética Esa misma empresa notificó esta semana 800 despidos…vía whatsapp.

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Según informó La Jornada, el 13 de abril de 2016, Jorge Humberto Freyre, subdirector de Producción de Petrolíferos de Petróleos Mexicanos (Pemex), envió el oficio 0307 a la dirección de las seis refinerías del país, en el cual señaló que, “debido a las limitaciones para la asignación de recursos presupuestales y gastos de operación, se solicita extremar la supervisión y vigilancia de las condiciones de operación y de equipos estáticos y dinámicos de las plantas de proceso y servicios principales, para asegurar el cumplimiento de los parámetros determinados en su diseño y evitar cualquier falla que se refleje en paros no programados”.

A su vez, trabajadores de la subdirección de Petrolíferos declararon que sólo quedaron 700 trabajadores del área de operación en Pajaritos, mientras 1,200 se jubilaron o se transfirieron, muchos de ellos del área de mantenimiento, “que sabían cómo controlar fugas o hacer reparaciones en condiciones de riesgo”.

En Pemex, también #FueElEstado

Para este año, el gobierno de Peña Nieto aplicó un recorte presupuestal al gasto de 239,700 millones de pesos, de los cuales 100,000 millones de los fondos recortados se aplicaron a operaciones y mantenimiento de Pemex.

Estamos ante una doble operación del gobierno: por un lado, el abandono y el vaciamiento del sector operativo de Pemex, por el otro, la entrega al capital privado de la infraestructura y de los hidrocarburos, a través de la reforma energética. Y mientras tanto, hacen sus negocios a escondidas con Odebrecht, como en la refinería de Hidalgo, o rentan plataformas petroleras a empresarios involucrados en los Panamá Papers, como Ramiro Garza Cantú.

Existen riesgos reales para operar las refinerías que exceden los peligros “objetivos” de la industria petrolera. Aun así, se mantienen en operaciones. Lo saben los directivos de Pemex, lo sabe Mexichem –que sigue despidiendo trabajadores calificados-, y lo sabe cada una de las empresas privadas que participan de las operaciones de exploración y extracción petrolera. Y aun así obligaban y obligan a los obreros a laborar en esas condiciones, arriesgando la vida a diario. Incluso en estas condiciones mantienen las refinerías en operaciones, poniendo también en riesgo la vida y el medio ambiente de las regiones donde se localizan.

Las vidas de las familias obreras y de los sectores populares valen más que sus ganancias. Por eso, las trabajadoras y los trabajadores de Pemex y de las contratistas necesitan sacarse de encima a la mafia de Carlos Romero Deschamps y sus secuaces, que han avalado la reforma laboral y la energética, cuya aplicación implicó la degradación de las condiciones de trabajo de las y los petroleros.

Es imperioso que se organicen desde las bases y discutan en asambleas democráticas un plan de lucha contra el conjunto de las reformas estructurales y por la renacionalización de todos los sectores entregados al capital privado, bajo control de las y los trabajadores, que definan junto a los pobladores que viven en los alrededores de la refinería un plan de producción que responda a las necesidades de las mayorías y que preserve el medio ambiente.