El pasado domingo durante horas de la tarde en la refinería Axion, ubicada en la ciudad de Campana, ocurrió otro episodio alarmante: se divisaron enormes columnas de humo durante un procedimiento que preocupó a la comunidad. Una nueva muestra del peligro de esta industria en el centro de una ciudad.
Martes 15 de diciembre de 2020
Según la empresa, esto sucedió en la apertura de una cámara de coke, durante el drenado. Inmediatamente las redes sociales se llenaron de publicaciones cuestionando y planteando que este suceso no fue normal ni rutinario. Pocas horas después, la propia empresa emitió un comunicado oficial en el que planteaba que el motivo fue la puesta en marcha de la nueva unidad de coqueo retardado dando por resultado llamas y humos. Quisieron pasar este hecho como algo controlado y normal, diciendo que no hubo heridos ni la necesidad de evacuar el "lugar seguro".
Hace tan solo unas semanas se produjo otro hecho de similares características que incluyó temblores en los alrededores de Campana y vino acompañado de olores asfixiantes provenientes del catalizador el cual iluminó más que nunca la ciudad por sus grandes llamaradas. Entre los vecinos esto tuvo y tiene un enorme impacto: la contaminación en el aire, los problemas respiratorios, los fuertes olores a combustible que se perciben casi a diario. El gobierno municipal de Cambiemos frente a esta problemática mira para otro lado cuando se trata de los diferentes "procedimientos" que realiza la refinería.
La petrolera Axion es una de las más importantes de Argentina y su actual CEO es Alejandro Bulgheroni, el hombre más rico de Argentina. Seguido por Paolo Rocca, otro de los "personajes" conocidos en el país por su fortuna y particularmente en Campana por ser el CEO de Techint, quien también fue apuntado por trabajadores de su fábrica por despidos, suspensiones y rebajas salariales.
Mientras tanto, a lo largo de la pandemia, los gremios petroleros vienen jugando un rol pasivo cuando se trata de estar a la altura de la crisis sanitaria y en presionar a la empresa a cumplir con el protocolo y garantizar un espacio de trabajo seguro para sus trabajadores. Hace menos de 2 meses tuvimos que lamentar otra muerte obrera por Covid-19, Diego Rodríguez, de 42 años, quien fue operario de la refinería.
¿De dónde surge la preocupación de la población de Campana y alrededores frente a estos sucesos en la refinería?
Nos tenemos que remontar a Agosto de 1934, cuando fue la protagonista de uno de los accidentes más relevantes del país, al darse la explosión, en principio, de uno de los tanques de la Compañía Nacional de Petróleo. Fue entonces que el 90% de la población local tuvo que abandonar sus hogares y establecerse en campamentos transitorios por miedo a lo que fuese a suceder. Pocos días después, el 30 de agosto de ese año, ardían 58 tanques de los 184 existentes y para el 2 de septiembre el número llegaba a 159.
Al día de hoy, luego de esos sucesos alarmantes, es entendible la preocupación de la comunidad en general. Mientras los medios de comunicación locales se encargan de minimizar lo sucedido y sólo replican el comunicado oficial de la empresa.
Ignorando lo sucedido y sin sacar ninguna lección, en el mes de Julio de este año, la refinería comenzó con un proceso de expansión que demandó una inversión de 1.500 millones de dólares. Esto nos deja un claro mensaje: las grandes empresas ponen en riesgo constantemente al medioambiente, a la salud de los vecinos y de sus propios trabajadores especialmente, a costa de seguir llenando sus bolsillos. Mientras tanto, Alberto Fernández celebra la "nueva etapa" de la empresa y rinde homenaje a los Bulgheroni mientras sus propios trabajadores durante la pandemia denunciaron un régimen de suspensiones y descuentos en el salario.
No podemos mirar para otro lado, una vez más la realidad nos muestra que es momento de que los trabajadores y la comunidad comencemos a debatir que no podemos permitir la localización actual de la empresa que significa un riesgo para la población y el ambiente. Es hora de que tomemos esta tarea en nuestras manos.