Se completan tres semanas de movilización en la comuna. Desde el sector de educación se vienen exigiendo cuestiones mínimas: el pago completo de su salario, fin de los despidos y mejoras en las precarias condiciones de trabajo e infraestructura. Frente a esto, desde la Corporación Municipal iniciaron desvinculaciones como represalia por participar de la movilización, negando derechos básicos a las trabajadoras e incurriendo en prácticas antisindicales inaceptables.
Martes 28 de marzo de 2023
El alcalde del Partido Socialista, Christopher White, aun siendo profesor, viene trabajando un prontuario de ataques hace un tiempo: después de firmar el año pasado un acuerdo de bonos con el sindicato, mediante la Corporación de Salud y Educación despidió a más de 76 profesores y trabajadores de la educación sindicalizados para evitar realizar los pagos. A esto se suma el no pago de cotizaciones a las y los trabajadores, generando lagunas que tendrán graves consecuencias a las ya bajas pensiones que reciben los jubilados, y ahora mientras las y los colegas se encuentran en una justa movilización para exigir el cumplimiento de los acuerdos y cotizaciones tal y como dicta la ley, se suman las decenas de despidos a educadoras, en un evidente intento de infundir el miedo para terminar con la movilización.
Esta lucha, además de mantenerse durante semanas gracias a la organización propia de los funcionarios/as, ha logrado movilizaciones históricas de más de dos mil trabajadores y trabajadoras de la comuna, confluyendo con los funcionarios de la salud que también están movilizados, en su caso por falta de insumos básicos y medicamentos, junto la carencia de una infraestructura mínima adecuada.
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El costo del desastre que dejó la ex administración UDI Nora Cuevas y que ahora mantiene el Alcalde White en la administración municipal y la gestión privada de la Corporación de salud y educación, quieren hacérselo pagar a las y los trabajadores, negando el derecho a movilización que tienen, en los hechos, los trabajadores del Estado y los Municipios, y sosteniendo el debilitamiento de la salud y educación pública, afectando a miles de usuarios, vecinos de la comuna de San Bernardo, lo que parece no importarle en lo más mínimo.
Hasta el momento 12 educadoras han recibido la notificación de su despido como represalia por participar de la movilización, y se temen entre las trabajadoras que esa cifra vaya en aumento. Una de ellas escribió la siguiente carta, haciendo un llamado a frenar los despidos:
“Estimados y estimadas, hemos sido desvinculadas de la Corporación de Educación de San Bernardo, por estar movilizadas por demandas que asgurarán entregar una educación digna y de calidad en nuestros jardines VTF. Nos parece una medida asquerosa, anti sindical, anti laboral y en contra de nuestros derechos como ciudadanos a manifestarnos por demandas sociales y con fundamentos. No podemos permitir que nos arrebaten nuestros puestos de trabajo. Hemos cuestionado a esta administración y sus malas prácticas, nos parece penoso que el alcalde y colega, decida dejar sin trabajo a más de 12 educadoras notificadas y otras a espera de notificación, para así imponer una mano dura frente a los trabajadores movilizados.
Queremos que toda la comunidad de San Bernardo, las autoridades políticas y sociales de nuestra comuna se hagan participe de esta injusticia social, frente a educadoras que lo han entregado todo, trabajando en lugares muchas veces peligroso, y muchas veces educando con recursos propios para entregar un buen servicio educativos a los niños y niñas de la comuna.
Necesitamos todos su apoyo y difusión frente a esta mala práctica realizada por el alcalde Christopher White. ¡Queremos nuestro puesto de trabajo! "
El alcalde ha guardado un silencio ensordecedor, donde la pronta solución a la serie de vulneraciones e ilegalidades de su administración no se logra ver y, por el contrario, se ha concentrado en las represalias para acallar los problemas al más puro estilo de un patrón de fundo, realizando amedrentamientos y más despidos. Es más, como si esto fuera poco ayer comenzaron desde la Corporación (cuyo Presidente es el mismísimo edil) con la notificación de descuentos por movilizarse al sector de profesores/as.
No es de extrañar que el Partido Socialista se sienta envalentonado para tratar con la bota a las y los trabajadores que exigen el cumplimiento de condiciones mínimas, ahora que gracias al cambio de gabinete de Boric tienen más peso e influencia dentro del gobierno. Intentan parecer renovados pero son los mismos que privatizaron medio Chile con Ricardo Lagos y tienen un extenso prontuario represivo como el asesinato del trabajador forestal Rodrigo Cisterna y el trabajador minero Nelson Quichillao bajo los gobiernos de Bachelet, además de varios comuneros mapuche tales como Alex Lemún, Matías Catrileo, Víctor Mendoza Collío y el joven de 16 años José Huenante, entre otros, bajo ambos gobiernos “socialistas”. Y parte de los que hoy patrocinan la nueva cocina constitucional que busca cambiar algo para que de fondo no cambie absolutamente nada.
Frente a estos despidos y el ataque que implican, necesitamos de la mayor unidad y amplitud posible, por lo que resulta inaceptable que el Colegio de Profesores promueva deponer el paro en algunos establecimientos, cuando de lo que se trata ahora es mantenerse firmes y defender los puestos de trabajo unidos, más aún en tiempos donde las condiciones de vida se hacen cada vez más difíciles.
Si bien algunos dirigentes tanto de salud como educación (en movilización) han declarado que el reintegro de las educadoras será parte de las demandas del conjunto del movimiento, en lo que va del conflicto, las direcciones del Colegio de Profesores y SUTE, así como las direcciones de las asociaciones de funcionarios/as de la salud municipal, no han organizado una instancia de coordinación y unificación junto a las bases para desplegar todas las fuerzas e iniciativas en la dirección de revertir la intransigencia de White y la Corporación, porque de mantener dispersas a las bases entre sí, no se hará más que entregar en bandeja a quienes luchamos y trabajamos cotidianamente por terminar con la precarización de nuestros puestos de trabajo
Es por esto que es más necesario que nunca fortalecer la unidad de los movilizados, comprendiendo que a pesar de las diferencias de labores y contratos, luchan contra un enemigo común, un alcalde y una gerencia prepotentes e intransigentes, y tienen también un objetivo común: que se respeten las condiciones laborales establecidas mínimas por ley y que el municipio cumpla con lo comprometido.
En este sentido, es clave hacer notar el ejemplo de los trabajadores de base de la salud, del Cesfam Carol Urzúa, quienes en su última asamblea propusieron a sus dirigentes, realizar una asamblea comunal para enfrentar estos ataques y unificar las distintas batallas en curso.
Desde Nuestra Clase, organización de trabajadores de la educación, y la agrupación Pan y Rosas de mujeres y disidencias saludamos la lucha de las y los trabajadores de San Bernardo, que no solo hace frente a problemas que afectan a la comunidad en su conjunto, sino que resiste los ataques y despidos de la administración del Partido Socialista, que siendo parte del gobierno de Boric, no ha dudado en reprimir con fuerza cada movilización.
¡Arriba la lucha de las y los trabajadores de San Bernardo! ¡Unidad para vencer!