Los hermanos Peucovich, dueños de la productora, que organizó el recital podrían ser imputados por la fiscal Susana Alonso.
Miércoles 15 de marzo de 2017
El sábado el Indio Solari y su banda tocaron en la ciudad de Olavarría, pero eso ya es pasado. El presente, por el momento, son dos personas que asistieron al recital que perdieron la vida, más de una docena de seguidores que aún no fueron localizados y miles de asistentes que no pueden salir del shock que les provocó haber concurrido a “La Colmena”.
Si bien desde un principio, no fueron pocos los medios que adjudicaron las causas de estas muertes a las avalanchas producidas por la gran cantidad de personas que había en el lugar, los resultados preliminares de las autopsias indicarían que una de las víctimas, Javier León de 42 años, falleció por trombosis cardiopulmonar y no por aplastamiento. En tanto que Juan Francisco Bulacio, de 36 años, murió por paro cardiorespiratorio traumático. En el informe se indica que el cuerpo no presentaba señales de aplastamiento interno, por lo que su muerte no habría sido producto de la avalancha.
Por estas muertes, por instrucción de la fiscal Susana Alonso a cargo de la causa, se allanaron las oficinas de la productora encargada del recital, En Vivo S.A., propiedad de los hermanos Matías y Marcos Peucovich. Esto fue en busca de documentación e información referida a la venta de entradas y todo aquello que esté relacionado con el concierto que organizó la productora. En el procedimiento se habrían retirado del lugar computadoras, notebooks, documentación bancaria, además de comprobantes de servicios y convenios de venta de alimentos y bebidas que se harían en el lugar.
El allanamiento tiene relación directa con la situación procesal de los hermanos Peucovich. La fiscal Alonso les comunicó que su situación es de sospechosos y, una vez que se definan los delitos por los que serán acusados, pasarán a la condición de imputados.
En tanto, por ahora, el Indio Solari y el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, seguirán en calidad de testigos.
La investigación que lleva adelante la fiscal Susana Alonso, intenta arrojar luz y responsabilidades en un hecho en el que nadie parece hacerse cargo. Desde el intendente que se desdice en cuanto al conocimiento certero de la cantidad de asistentes, hasta el Indio Solari que intenta quitarle responsabilidad a la productora afirmando que “son gente de confianza”.
Lo que quedó en evidencia en estas horas fue la forma en que tanto sectores kirchneristas como funcionarios del Gobierno, intentan llevar agua para su propio molino.
Así, entre los primeros, hubo acérrimos defensores de Solari, quitándole toda responsabilidad. Entonces se pudo conocer, por ejemplo, la opinión de Estela de Carlotto quien dijo que “es un hombre muy solidario y sería el colmo que exista intención de desmerecerlo”. O la de Hebe de Bonafini quien ayer aseguró “creo que se magnificó y se deformó mucho porque la verdad que el Indio tiene un atractivo con la juventud que no tiene nadie”.
Por su parte, fue Cristian Ritondo, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, quien tuvo que salir a mostrar el trabajo en “equipo” de Cambiemos. Ayer declaró “hicimos este rastrillaje con más de 500 hombres durante todo el día y van a quedar equipos acá y en pueblos alrededores hasta que se encuentre la última persona”.
La que no pudo dejar de dar su opinión fue Elisa Carrió, que intentando no casarse ni con Dios ni con el diablo, repartió un poco para cada lado y dijo que “hay responsabilidades de todo el mundo”. Un fallo salomónico en boca de una política que, ante todo, no se olvida de que en poco tiempo deberá definir si se presenta a elecciones, por lo que no es cuestión de ahuyentar votos así como así.
Como si la terrible muerte de dos personas no fuera suficiente, el diario La Nación destacó la ayuda que el Ejército dio a los "fanáticos que quedaron varados". Para el diario mitrista lo que sucedió en el recital fue una "tragedia", es decir un hecho con un desenlace fatal que no se podía haber evitado. Y como un déja vu de los años más oscuros de la historia argentina, no escatimó elogios para el Ejército que brindó su apoyo con agua y transporte, coronando el artículo con una foto en la que supuestamente jóvenes que habrían asistido al recital viajan en micros de esa fuerza, con soldados sonrientes por la “tarea cumplida”.
Lo cierto es que más allá de las actitudes cínicas de los políticos de las fuerzas mayoritarias, y la codicia sin límites de quienes hacen de la música un negocio, la desidia capitalista volvió a cobrarse la vida de dos jóvenes.