×
×
Red Internacional
lid bot

Infectólogo del Gobierno estima “entre 100 y 150 fallecidos diarios durante los próximos 30 días”

Orduna a su vez indicó que la cantidad de contagiados estaría entre los 4.000 y 4.500 casos durante el mismo período. Sin embargo desde el lunes rige la flexibilización de la cuarentena, sin haber avanzado en testeos masivos ni el fortalecimiento del sistema de Salud. ¿Es natural o inevitable esa cantidad de muertes y contagios?

Osvaldo Vera

Osvaldo Vera @eslou._

Miércoles 22 de julio de 2020 17:35

Durante la jornada del martes, se registró en el país un nuevo record de casos positivos y muertes por coronavirus. Los números dieron un salto respecto de los días anteriores, donde ya la curva venía en ascenso. Como débil explicación, Tomás Orduna, infectólogo del Hospital Muñiz y miembro del equipo asesor del gobierno, aludió a una falla en el sistema de carga de datos durante el fin de semana, lo cual no fue confirmado por ninguna voz proveniente del ministerio de salud en sus informes, ni de parte de algún funcionario del gobierno.

Leé también Coronavirus: el Gobierno cede a la presión empresaria y se agrava la situación sanitaria

De todas formas el infectólogo reconoció que los números de casos reales de positivos y fallecimientos aumentó. Lo hizo en la mañana del martes, en una entrevista radial a El Destape. Allí señaló que la cantidad de muertes diarias durante los próximos treinta días podría rondar entre los 100 y 150 casos, lo cual arroja un preocupante total en el mes de 3.000 y 4500 casos respectivamente, sin embargo al parecer no habría mayor problema ya que según su visión la situación “no se desmadraría”

A pesar de éstas frías cifras, junto con los 4.000 o 4.500 infectados diarios que pronostica el asesor de salud, no parece ser la preocupación central desde el gobierno. Lo cual se mostró con la fuerte liberación de las actividades económicas (por la presión empresarial), sin haber dado avances en la implementación de testeos masivos, rastreos o en el reforzamiento del sistema de salud durante estos más de cien días desde que se decretó el aislamiento.

Por lo visto, desde el gobierno, tal como lo comunican sus funcionarios y voceros, prácticamente la única tensión pasa por el colapso o no del sistema de salud. Es decir que el nivel de ocupación de unidades de terapia intensiva (UTI) no llegue al 100% de su capacidad. En ese sentido hoy Orduña sostuvo que a pesar del aumento de muertes y contagios que habrá, “por 30 días el sistema de salud, aguanta”. Actualmente en AMBA hay una ocupación del 65,5%, y la flexibilización dispuesta en la etapa anterior tenía el objetivo de reducir ese nivel, lo cual no ocurrió sino lo contrario.

De esta manera en los hechos se naturaliza la fría cifra de cientos de muertes y miles de personas contagiadas diariamente, las cuales en su mayoría provienen de sectores de trabajadores y populares. Muertes y contagios que lejos de ser naturales, están mediadas por las condiciones sociales y por las medidas que se tomen o no desde el estado.

Como es conocido, las condiciones materiales que se dispongan para prevenir el contagio y hacer frente a la enfermedad tienen una incidencia directa para la población. No corren la misma suerte quienes viven cómodamente en lujosos barrios, como empresarios, políticos o funcionarios, que aquellos que se ven obligados a ir a trabajar para poder tener un sustento o quienes viven en las villas y barrios populares, donde en un 90% no existe algo elemental como el agua de red o sistema cloacal.

Para dar un ejemplo, en el barrio de Retiro Padre Mugica, el 54% de sus habitantes contrajo el virus. Y junto con el barrio Rodolfo Ricciardelli del bajo Flores, la cantidad de contagiados representaba el 53% de contagiados en toda la Ciudad en junio. Mediante un estudio reciente se supo que por cada un contagiado en el nombrado barrio de retiro, habían nueve personas más que tenían el virus pero estaban asintomáticas, por lo cual no calificaban para ser testeadas, según el protocolo oficial. Un ejemplo de cómo una decisión gubernamental tiene consecuencias en la propagación del virus.

Para peor, todo indica que los números de contagios y fallecimientos serán más elevados que los que se conocen durante estos días, ya que los números que se hacen públicos reflejan contagios producidos con anterioridad y que por el tiempo de aparición de los síntomas, el testeo y sus resultados, terminan teniendo un desfasaje que puede llegar hasta las dos semanas.

Es decir que las altas cifras actuales están indicando los resultados de la situación anterior, donde regía un confinamiento más estricto, y lamentablemente es difícil pensar que esas cifras se mantengan o disminuyan al haberse dispuesto una mayor apertura del confinamiento sin haber avanzado de forma significativa en otros frentes como los testeos masivos (incluyendo asintomáticos), rastreos o el fortalecimiento del sistema de salud.

Las comparaciones con otros países donde el virus terminó colapsando los sistemas de salud, o aquellos donde sus mandatarios sostuvieron o sostienen una política negacionista de la pandemia, parecen ser la preferidas por los funcionarios oficiales y el presidente para justificar los números actuales. Pero no se trata solamente de números, son vidas, en su mayoría de trabajadores y sectores populares que podrían y pueden evitarse.


Osvaldo Vera

Integrante de Agrupación Marrón de Coca Cola-Femsa

X