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Red Internacional
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Indicadores. Inflación y tasas de interés suben y los salarios…congelados

Llegó a 6.3% el Índice de Precios al Consumidor en la primera quincena de julio, la mayor desde enero de 2009, mientras las tasas llegaron a 7%. Los sueldos alcanzan cada vez menos. Los ganadores: las empresas y los tenedores de bonos de la deuda de México. Te explicamos por qué.

Gabriel Bagundo

Gabriel Bagundo México | @g_bagundo

Jueves 22 de junio de 2017

Este 22 de junio el Inegi informó que la inflación alcanzó 6.3% esta quincena, una cifra histórica, y horas después el Banco de México eleva a 7% las tasas de interés interbancaria, favoreciendo la especulación y sin importarle el bolsillo de quienes vivimos del salario.

De la inflación y otros demonios

El Índice Nacional de Precios al Consumidor reportó que el incremento en los precios de servicios y de mercancías para la primera quincena de junio fue de 0.15%, es decir 7 veces más que la misma quincena del 2016 cuando se elevó 0.02% según las cifras oficiales. Con este nuevo aumento la inflación esperada para el 2017 alcanza un muy preocupante 6.30% anual. Sólo en noviembre y diciembre del 2008 el salario había perdido tanto frente a los precios, y la tendencia del 2017 es a superar la inflación de ese año.

Fueron los energéticos, las mercancías no alimenticias y los alimentos, los productos que registraron mayor alza en el comparativo anual de la inflación.

Según la información oficial –que siempre trata de evitar escándalos para el gobierno– la inflación en México no había tenido un comportamiento tan malo para los trabajadores y sus familias desde el inicio de la crisis mundial del 2008.

Según la metodología que utiliza el Inegi, el “Índice de Precios no subyacente” (es decir, el que incluye el precio de los energéticos, los productos del campo y las tarifas del gobierno) alcanzó esta quincena una inflación del 11.07 anual. Es decir, que las consecuencias del gasolinazo se siguen expresando en el monedero de todos los que vivimos del salario.

En esta misma quincena la canasta básica (los precios de los productos alimenticios más indispensables) reportó un cambio anual de 8.61%. La inflación ha superado los cálculos de política económica como hemos analizado acá.

Andanzas del Banxico, escudero de especuladores

A esta difícil situación para la inflación se suma la política monetaria del Banco de México (Banxico) presidida todavía por Agustín Carstens. La tasa de interés indica el precio del dinero en préstamo.

El Banxico ha impulsado desde diciembre del 2015 y más agresivamente desde agosto del 2016 una política de alza a las tasas de interés. En diciembre del 2015 la tasa de interés por el préstamo de dinero se encontraba en 3.0% y desde entonces la junta privada que dirige el Banco de México la ha aumentado en 9 ocasiones para ubicarse en 6.75%. Hoy aumentó por décima vez la tasa de interés en 25 puntos base para alcanzar un nivel del 7% al 22 de junio.

El que el Banco de México haya elevado la tasa de interés desincentiva los negocios (pedir prestado cuesta más), favorece el desempleo y puede provocar mayores presiones inflacionarias. La misma institución reconoce en su comunicado de prensa que la inflación no mejorará hasta finales del 2018 y que existen riesgos políticos y mundiales que puedan complicar el panorama.

¿Cómo nos afecta a las traabajadoras y los trabajadores de a pie? Pues también suben las tasas de los créditos hipotecarios de tasa variable, de los créditos al consumo, y de las tarjetas de crédito, que usamos para las compras de la despensa a fin de la quincena, ya que con los aumentos de precios, el salario alcanza cada vez para comprar menos.

¿Por qué entonces el BdeM sube las tasas de interés? Tiene varios objetivos ocultos. Uno de ellos es el alza de las tasas de interés es un esfuerzo por favorecer a los dueños de millones y millones de dólares del capital internacional para que traigan su dinero al sistema financiero mexicano.

Una subida en las tasas de interés evita la salida de capitales internacionales y llama a otros por el rendimiento que da la especulación del dinero. Hoy 22 de junio se paga un interés del 7% a los prestamistas de dinero en México, mientras que en Estados Unidos se paga sólo 1.25% por prestar dinero -después de dos alzas que ha hecho la Reserva Federal de Estados Unidos en este año.

Cabe señalar que en el 2017 el salario mínimo aumentó sólo 4 pesos (80.04 pesos diarios), dinero que se perdió tan sólo en el aumento del gas o del transporte de esta quincena. Todos los días los precios suben y los salarios no. Incluso el aumento anual es insuficiente. Este año el incremento salarial para las maestras y maestros de educación pública fue de sólo 3.08%, cuando la inflación va a más del doble.

Es claro que las autoridades diseñan sus medidas de política económica para favorecer los negocios del gran capital y no de los asalariados.

Frente al problema de la carestía de la vida es fundamental pelear por un programa obrero de emergencia, que en primer lugar demande un aumento de salario de acuerdo con el costo de la canasta básica y ajustable por inflación.

Y contra el desempleo, en vez de que una parte de los trabajadores dejemos la vida en el centro de trabajo mientras otros viven en la miseria, exijamos repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, a partir de reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana con un salario igual a la canasta familiar, lo cual es absolutamente factible como algunos economistas se han propuesto demostrar.

A las autoridades económicas de México le importan las ganancias de financieros y empresarios extranjeros y nativos, pero no las vidas de millones y millones que asumimos las consecuencias de sus política. Pero nuestras vidas más que sus ganancias.