Jueves 7 de mayo de 2015
En la provincia de Buenos Aires el kirchnerismo se distingue por la importante fragmentación existente entre sus filas. “La madre de todas las batallas” ya tiene anotadas varias fórmulas en disputa: la del presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez junto a Patricio Mussi, actual intendente de Berazategui y la del director de ANSES Diego Bossio junto a Sergio “Carancho” Berni. Pero hay varios más en la lista para suceder al ex motonauta Scioli: su viceministro de Desarrollo Social Carlos Castagnetto, el vicegobernador Gabriel Mariotto, el diputado bonaerense Fernando "Chino" Navarro, el jefe de gabinete Aníbal Fernández y dos intendentes: Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora y Fernando Espinoza de La Matanza.
Insaurralde saltó a la gran política al ser el principal candidato del FpV en las elecciones parlamentarias de 2013. Luego de un largo coqueteo con Sergio Massa, durante el cual se mantuvo como legislador oficialista apoyando leyes claves impulsadas por el kirchnerismo, desembarcó recientemente apoyando a Scioli y presentando su precandidatura dentro del partido de gobierno.
“Martín” es más conocido por los habitantes de los populosos barrios de Lomas de Zamora por sus apariciones mediáticas faranduleras que por resolver las graves problemáticas del municipio que gobierna. Allí se concentran algunas de las mayores desigualdades de la provincia, contrastando lujosas construcciones en la zona de Las Lomitas con barrios enteros sin asfalto, agua potable ni luz eléctrica.
Hace tres semanas, en el mismo momento que Insaurralde lanzaba su campaña electoral, las topadoras avanzaban destruyendo más de 10.000 puestos de trabajo de los feriantes de La Salada que no pertenecen al predio cerrado, con el objeto de garantizar los negociados de las mafias, los barrabravas y la policía bonaerense que operan en dicho sector. Toda una carta de presentación…
La interna lómense
En Lomas de Zamora el anuncio de su precandidatura para el FpV causó revuelo, ya que abre disputas por quién lo sucederá en el poder ejecutivo del municipio. Dentro de su propia tropa hay tres nombres en danza: el titular del Consejo Deliberante de Lomas Santiago Carasatorre, el jefe de gabinete comunal Guillermo Viñuales y su hermana Alejandra Insaurralde. Otro que también competirá por el FPV es Pablo Paladino, el coordinador general de Fútbol para Todos y ex presidente del Club Los Andes de Lomas, quien se presenta por el espacio de Gabriel Mariotto, Proyecto Nacional.
Por el lado de los barones del PJ hay otro anotado para la sucesión municipal y es Juan María Viñales, actual titular del SPAR (Servicio provincial de Agua Potable y Saneamiento Rural) quien supuestamente cuenta con el apoyo de Scioli. Recientemente Viñales disparó munición gruesa planteando que "pese a la fuerte inversión realizada por quienes durante una década de gestión nos brindaron un sólido respaldo económico financiero para realizar obras que Lomas necesita, algunos problemas aún persisten" (Diario La Tercera, 28/4) y que “cuando uno tiene un pie en cada lado. Cuando uno especula con los posicionamientos de los dirigentes que son opositores suceden estas cosas” (Política del Sur 22/4). Sin perder tiempo le respondió Guillermo Viñuales (¡con solo una “u” de diferencia!) planteando que “el peronismo de la Provincia de Buenos Aires va a enfrentar una nueva alianza amarilla, que va a exigir dirigentes competitivos que tengan intención de voto, no colgados, que aprovechando el nombre de un candidato a presidente o gobernador, se meten en las listas y son los que hacen este tipo de críticas” (Política del Sur. 29/4).
Una interna alejada de las necesidades de los trabajadores
El pueblo de Lomas conoce a cada uno de los candidatos que disputan esta interna del FpV. Todos ellos se ocupan más de abultar su patrimonio, de ligarse a los entramados mafiosos del peronismo en los territorios municipales y mantener una red clientelar extendida a punteros y caciques, que de solucionar los graves problemas que se sufren en el distrito.
Los trabajadores de Lomas conocemos bien a la casta política que gobierna el territorio hace décadas, y por esta razón no somos ajenos a esta disputa electoral. Tanto Insaurralde como la oposición son responsables de la crisis habitacional del municipio; mientras las constructoras privadas la juntaron "en pala" estos diez años, florecieron asentamientos como el del "Campo Tongui" en Ing. Budge, que condena a 20.000 habitantes a sufrir la falta de cloacas y electricidad en viviendas muy precarias. Claro, a “Martín” esto no lo afecta: no tuvo problemas en mudarse a un lujoso departamento en el exclusivo barrio de Puerto Madero junto a su mediática esposa, ni en realizar una glamorosa fiesta de casamiento la misma semana que cientos de habitantes del distrito quedaban bajo el agua y perdían todas sus pertenencias.
A esto se suma la crisis sanitaria que asola los hospitales y centros comunitarios, que sufren diariamente los que allí se atienden mientras se mantiene en la más absoluta precarización a los trabajadores del sector. Así lo denuncian los trabajadores y trabajadoras del Hospital Alende de Ing. Budge que reciben salarios de $3.000, no cuentan con los más básicos instrumentos de trabajo y padecen condiciones laborales muy malas. Su junta interna recuperada, integrada mayoritariamente por mujeres, es atacada por el Sindicato de Municipales (amigo de Martín) por haberse enrolado en ATE y por ser una organización democrática y combativa que se propone enfrentar y luchar contra esas condiciones.
La "herencia" que deja Insaurralde en Lomas de Zamora y que hoy está en disputa entre los candidatos tanto del FpV como de las demás variantes de la oposición tradicional, es más de lo mismo: una interna alejada de los intereses de los trabajadores y el pueblo pobre.