El jóven Nicolas González, estudiante de derecho, estaría siendo investigado por diversas publicaciones a través de redes sociales.
Miércoles 29 de agosto de 2018
“Soñé que era del MIR y me joteaba a Cecilia Pérez para poner una bomba en su casa”. Ése fue el tuit de Nicolás González, que fue tomado como una amenaza directa por parte de la vocera de gobierno y que hoy lo tienen bajo la investigación de la policía y el ministerio público.
Pero la situación no quedó allí ya que la denuncia interpuesta desde el gobierno motivó una exaustiva revisión de las redes sociales de Nicolás, donde fiscalía y el OS-9 de carabineros, detectó varios mensajes contra Piñera, Kast y otros personajes de la política contingente.
A pesar del revuelo mediático que generó esta polémica, el joven investigado manifestó que este tipo de noticias le parecía una estrategia del gobierno para desviar la atención de los problemas reales que está viviendo el país.
Un ambiente represivo, incluso en el mundo virtual.
Desde ya que no es casual la arremetida del gobierno contra los dichos de Nicolás, recordemos que durante el primero gobierno de Piñera el entonces ministro de interior Rodrigo Hinzpeter presentó una ley que tenia por objetivo sancionar especialmente a las personas que participaran de protestas en la vía pública, donde además se le entregaban más atribuciones a las fuerzas especiales de carabineros, las que fueron ampliamente rechazadas ya ponían en duda el derecho a la manifestación.
En sintonía con esto, el gobierno este año propuso la instalación del "comando jungla" en la araucanía, un verdadero grupo paramilitar entrenado en las bases del imperialismo yanki en Colombia. Ahora suma una nueva arista: El monitoreo a las redes sociales donde la mayor parte de lo que se escribe ahí tiene un tono irónico o fantasioso.
Aún así parece dudoso que se le pueda juzgar a alguien por lo que sueña, independientemente de si es un pololeo ficticio para poner un artefacto explosivo o una invasión extraterrestre la que termine matando al presidente.
