Este martes falleció una trabajadora de la salud por Covid-19 en Atacama y el gobierno llama a duelo regional, pero no instala ninguna medida profunda para combatir la pandemia y sigue exponiendo a miles de trabajadoras y trabajadores al contagio y la muerte.
Benjamín Pérez Zúñiga Trabajador informal
Jueves 9 de julio de 2020
La trabajadora de 47 años que se desempeñaba en el Hospital Florencio Vargas Díaz de la comuna Diego de Almagro, fue internada este martes en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Copiapó y a pesar de los esfuerzos médicos falleció durante la tarde del mismo martes. Las y los trabajadores de la salud siguen siendo expuestos al contagio y muerte por parte del gobierno, que no ha sabido responder a las demandas por ventiladores mecánicos suficientes, infraestructura, contrataciones para trabajadores de la salud, testeos masivos, insumos y elementos de protección personal en los hospitales.
El intendente Patricio Urquieta señaló que “hemos solicitado que se decrete duelo regional en la Región de Atacama para poder agradecer el esfuerzo que están realizando tantos funcionarios de la salud en esta pandemia, y también simbolizar nuestra empatía y sobretodo nuestra solidaridad con aquellas personas que están realizando su mejor esfuerzo y dedicando su vida a proteger la de los demás”.
No podemos confiar en el falso discurso de este gobierno criminal, que “empatiza” con quienes hoy están muriendo por su culpa y su incesable apoyo a los empresarios y no al pueblo trabajador. Piñera se ha dedicado a fortalecer la represión policial y militar para controlar a las personas, pero de nada sirve para combatir la pandemia, mientras en los hospitales pasa el tiempo y avanza la saturación del sistema de salud.
Este pasado 2 y 3 de julio, durante las distintas manifestaciones por el llamado a protesta nacional, las y los trabajadores del Barros Luco en conjunto al Comité de Salud y Seguridad del mismo hospital protestaron por ¡Salud, pan y trabajo! y por ningún trabajador muerto más. Acompañemos la lucha de las y los trabajadores de la salud que hoy están en la primera línea combatiendo la pandemia, para que la crisis la paguen los empresarios y no la clase trabajadora con sus vidas.
