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Red Internacional
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Municipios. Intendentes de la zona norte del GBA: los nuevos portavoces de la mano dura

Con el motivo de la “lucha contra el delito”, tanto alcaldes del oficialismo como de la oposición cambiemita dejaron sus diferencias de lado y dieron su apoyo al programa del gobierno para llenar de uniformados sus municipios. Una respuesta represiva a la crisis social.

Sábado 5 de septiembre de 2020

Julio Zamora y Sergio Berni en la inauguración de la nueva sede de la Policía Local de Tigre. Foto: De Norte a Norte

“Es una alegría sentir que uno va a poder trabajar en equipo” mencionó Jorge Macri, intendente de Vicente López y una de las principales figuras de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires, luego de que Alberto Fernández anunciará este viernes el Programa de Fortalecimiento de la Seguridad en la Provincia de Buenos Aires en el cual el gobierno sumará 10.000 policías, 3957 gendarmes y 2300 patrulleros a los ya existentes en el conurbano bonaerense. Todo un ejército de ocupación para acallar las futuras luchas que dará el pueblo trabajador contra la crisis que padece.

Una semana atrás el jefe comunal había salido al cruce con Kicillof para exigirle que intervenga rápido sobre la problemática de la toma de tierras. Sin embargo, ahora por sus dichos la “grieta” pareciera haberse cerrado. Al gobernador no le mencionó nada sobre el pedido de licencias por estrés y de los días de vacaciones adeudados por parte de los trabajadores municipales de la salud.

Jorge Macri y Alberto Fernández en Olivos. Foto: Zona Norte Diario

Gustavo Posse, quien lidera San Isidro por la misma fuerza política que Macri y que apuesta a conducir al radicalismo en la provincia, consideró la presentación del Programa como “un fuertísimo acto de república”, porque fueron convocados los intendentes “sin distinción de bandería política para llevar adelante un plan que atiende los problemas de la gente”. Sus dichos no debieron caerle bien a los vecinos del barrio San Cayetano de Beccar de San Isidro quienes días atrás sufrieron una brutal represión por parte de la policía Bonaerense, cuando se encontraban jugando un partido de fútbol en la canchita del barrio. Tampoco a los de La Cava que pidieron la expulsión de la Gendarmería luego de que efectivos de esa fuerza ingresaran a los tiros al barrio y cometieran diferentes hechos de tortura.

Gustavo Posse junto a Santiago Cafiero en San Isidro. Foto: Zona Norte Diario

Para el intendente sanfernandino del Frente de Todos y amigo de Sergio Massa Juan Andreotti, el Programa de Fortalecimiento de la Seguridad en la Provincia de Buenos Aires significa “un gran refuerzo en infraestructura, tecnología y personal, con implementación inmediata y un plan a futuro”. Hay que pensar que entiende por “futuro” el alcalde que pidió a la Justicia Federal que desaloje a los trabajadores y jóvenes que tomaron terrenos lindantes a la estación Victoria del Ferrocarril Mitre porque no tenían donde vivir. Tal vez un futuro con mayor control social como lo muestra su sistema integral de Protección Ciudadana de San Fernando. Este está compuesto por más de 60 móviles municipales, con su mantenimiento y suministros a cargo; más de 1.200 cámaras de seguridad instaladas en la vía pública -en relación a 1 cada 130 habitantes- monitoreadas todos los días durante las 24 horas desde un moderno Centro de Operaciones.

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Desde la tierra de los countries y las multinacionales, el intendente de Tigre Julio Zamora mostró todo su apoyo a la política represiva y se dispuso a brindar las herramientas de su Sistema de Protección Ciudadana que cuenta con más de 130 móviles recorriendo todo el distrito, 2000 cámaras de seguridad y que tiene como principal actor a la policía local del Comando de Operaciones de Tigre (COT). Una fuerza especialista en criminalizar a los jóvenes de las barriadas obreras. A esta policía local admira Sergio Berni quien agradeció al intendente del Frente de Todos por donarle el pasado lunes a la Policía Bonaerense una nueva sede de la Unidad Policial de Prevención Local en General Pacheco.

Mientras el sistema sanitario en sus distritos está al borde del colapso y las problemáticas socio-estructurales de los miles que viven en ellos se profundizan, estos intendentes festejan que millones de pesos vayan destinados al reclamo de más efectivos policiales en vez de ir a salud, vivienda y educación. En un contexto en el cual Sergio Berni, Sergio Massa y otros referentes de la derecha opositora piden aumentar la represión ante la crisis social, son los nuevos portavoces de la mano dura. Ninguno de ellos dijo nada por Facundo Castro en estos días.

Aprovechándose del miedo de un sector de la población a ser víctima de un delito, la “lucha contra la inseguridad” vuelve a utilizarse nuevamente por parte de estos intendentes como excusa para el reforzamiento del control social sobre las barriadas del pueblo trabajador, particularmente sobre la juventud y para fortalecer a fuerzas como la bonaerense que está involucrada en el “gran delito” como los desarmaderos, el narcotráfico y la trata de personas, así como el gatillo fácil. En un contexto de conflictividad social y recesión (que se expresa en tomas de tierras, despidos, suspensiones y recortes salariales de los últimos meses), también apunta a controlar y reprimir las respuestas que puedan dar a la crisis los trabajadores y el pueblo.