El ex titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores denunció irregularidades y exige que se vuelva a repetir proceso de selección. Dio a conocer que no se presentará a la cita con las otras “corcholatas”.
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Miércoles 6 de septiembre de 2023
¿Se viene una ruptura en el Morena? Las declaraciones de Marcelo Ebrard y su equipo criticaron todo el proceso por la cantidad de incidencias reportadas y anunciaron que el ex canciller no asistirá al anuncio oficial del ganador de la interna del partido del gobierno.
“Ayer y hoy hemos encontrado, por desgracia, en las urnas, en las boletas, evidencias en una proporción superior y por eso se tardó tanto todo el proceso. Nosotros afirmamos que esto debe reponerse, ya no tiene remedio”, declaró con sus seguidores en conferencia de prensa.
A pesar de que dijo textualmente que no lo consideraba fraude, sus seguidores irrumpieron con los los gritos de "fraude, fraude", también el clásico canto que se le hacía a Salinas de Gortari en la lucha contra el fraude de 1988: "voto por voto casilla por casilla" y la calificación de “cobarde” hacia Mario Delgado, presidente del Morena, a quien Ebrard acusó de no dejar entrar a su equipo al edificio donde se está realizando el conteo de las encuestas, remataron con una sentencia lapidaria: “Cada día se parecen más al PRI”.
Ebrard denunció que los policías de Ciudad de México golpearon a la senadora Malú Mícher, su representante en el proceso de selección, en el momento de intentar entrar al lugar del recuento.
Ante esto, Mario Delgado no acusó recibo de las denuncias de Ebrard, y declaró en redes sociales “¡Gracias a la y los aspirantes y sus equipos, a la dirigencia de Morena y a miles de militantes y simpatizantes que hicieron este evento histórico posible!”.
A su vez, salieron a validar el proceso los 22 gobernadores de Morena de la mano de Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, quien descalificó las denuncias de Ebrard y su equipo. “El proceso cumplió plenamente con las reglas y objetivos que el Consejo Nacional estableció en la convocatoria correspondiente, ya que fue un ejercicio transparente, democrático, unitario y sobre todo participativo”, afirma el comunicado de los gobernadores.
Por su parte, Gerardo Fernández Noroña, otro de los aspirantes, en un mensaje reconoció que hubo algunas inconsistencias. Sin embargo, minimizó el hecho al sostener que no constituyen un número significativo como para modificar el resultado final del proceso de selección del candidato presidencial del Morena. Una muestra de lealtad, no tanto a AMLO y su alianza con Morena sino a la gratificación de un futuro hueso chapulinero.
La metodología de elección incluye una encuesta “madre”, llevada a cabo por el partido, y cuatro encuestas “espejo”, realizadas por casas de sondeos privadas. De acuerdo con los voceros del grupo de Ebrard, la mayor parte de incidencias que hallaron están la encuesta “madre”, que detectaron en 14 % de las urnas con incidencias que obligaban a la anulación de cada una de ellas.
Así se cierra el proceso de "selección" del candidato presidencial del Morena, que estuvo cargado de tensiones durante todo su desarrollo. No tiene nada que envidiarle al proceso llevado a cabo por el Frente Amplio por México, en el cual sin mediar ningún proceso de encuestas ni elección interna, nombraron a la panista Xóchitl Gálvez como su candidata. En ambos caso sale a relucir cómo todos los partidos con registro se ciñen a procesos de elección que evaden la democracia partidaria, es decir, evitar que las bases propongan sus propios candidatos y voten directamente por ellos. Si Ebrard dijo que Morena se parece al PRI, por sus métodos antidemocráticos, habrá que decir que ninguno de los demás partidos escapan a esa recriminación incluyéndolo a él mismo.
El "corcholatazo" de Marcelo, en cuestión de minutos desató un gran escándalo. Hay que recordar que Ebrard había dado señales, lo mismo que Ricardo Monreal, de cuestionar los designios del "patriarca del bastón de mando", AMLO, quien utiliza esta figura ancestral de transmisión de mando precisamente para desestimar el valor del voto de cada uno de sus militantes y de aquellos que aún tienen esperanzas en las promesas del abanderado de la 4T.
La actitud de Ebrard y sus seguidores se muestra como una coreografía planificada de antemano. Incluso hay periodistas serios que empiezan a filtrar la especie de que será el abanderado presidencial de Movimiento Ciudadano, para lo cual el "carnal Marcelo" (o el Caín Ebrard dirán otras mentes más suspicaces) habría decidido hacer este gran escándalo buscando embarrar a su futuro partido competidor, descalificándolo desde ya como antidemocrático, marrullero y autoritario.
Esos serían los primeros ejes de debate con los que arrancaría una nueva fase de campaña "independiente" arropado por uno o más partidos de la "chiquillada" (entre MC y PVEM elucubran algunos) y, por qué no, buscando robarle espacio electoral a la deslenguada candidata opositora Xóchitl Gálvez. Son las primeras horas de esta coyuntura inesperada para las huestes morenistas, y los movimientos por venir aún son inciertos, por lo pronto Ebrard citó a sus simpatizantes a una asamblea pública para el próximo lunes, dando un poco de tiempo para que el "dedazo en jefe" defina la situación. Así que seguiremos atentos a ellos pues podría empantanarse un poco el intento de continuidad del movimiento moreno de cara al 2024.
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