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Red Internacional
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Política. Interna en Juntos por el Cambio: halcones y palomas, rosca, especulaciones y coso

La interna entre el ala de Larreta-Vidal y la de Macri-Bullrich es cada vez más pública. El pleito ¿va camino a las PASO? Los grandes medios le dedican un lugar destacado. ¿Qué hay detrás de tanto revuelo en la derecha argentina?

Nicolás Laguna

Nicolás Laguna @NicolsBenjamin7

Lunes 7 de junio de 2021 09:42

Con la derrota en 2019 de Macri, hasta entonces el líder indiscutido del espacio de derecha de la Argentina, comenzó la carrera por la sucesión. Después de haber gobernado 4 años, haber contraído la deuda más grande la historia del FMI, de haber aumentado la pobreza, la desocupación, la indigencia, la inflación, una reforma jubilatoria, varias devaluaciones y una larguísima lista de etc., Macri todavía no se retiró y duda (depende de las encuestas) de volver a intentar un “segundo tiempo” en el 2023.

Con la pandemia mediante, Horacio Rodríguez Larreta, el único sobreviviente del PRO tomó una notoriedad impensada. Si bien la Ciudad es una gran vidriera como le ocurrió a Macri, las cadenas nacionales quincenales y el presidente Alberto Fernández diciendo que era su amigo, lo catapultaron en popularidad y acercó al votante de la ancha avenida del medio que es central para ganar elecciones. Vidal, su gran aliada, después de la derrota se guardó, mantuvo silencio y cierta imagen positiva. Se mostró pro cuarentena cuando ésta era popular y volvió a aparecer hace pocos meses con su primer libro con una tapa igualita al libro de Michelle Obama.

Por su parte la líder del PRO Patricia Bullrich pasó a ser el brazo derecho de Macri. Machacando vía Twitter, en sus medios amigos siendo una panelista más o yendo a cualquier marcha contra el gobierno: antivacunas, terraplanistas, contra el nuevo orden mundial (¿?), por la apertura de la cuarentena, intentando capitalizar el descontento de la clase media comerciante ante las medidas. Marchas contra la vacuna rusa, para que lleguen más vacunas, para qué se firme con Pfizer y, obviamente, que absuelvan a Chocobar, su policía predilecto a quien convirtió en doctrina en su gestión como Ministra de Seguridad.

Detrás de los líderes se encolumnan otros nombres. Carrió en principio (mañana dios y la republiquita dirán) juega con Larreta y Vidal; Jorge Macri por ejemplo con su primo. Pichetto, que, si bien no es del PRO, su discurso es más parecido al de Bullrich, al de Bolsonaro en el plano internacional y al de Micky Vainilla en la cruda realidad.

Las listas, las formas y el contenido

Mientras se acerca el día del cierre de listas más se encienden los discursos. Se tiran petardos a las 12 y al rato se brinda. Nada parece indicar una ruptura en ambos lados.

Larreta quiere, quien está mejor posicionado por su visibilidad en la pandemia, su postura de dialoguista y responsable y por ser quien encabeza un ejecutivo, quiere imponer sus candidatos, haciendo un enroque con Vidal que pasaría a capital. Ella no quiere sufrir una nueva derrota en la provincia que gobernó a manos del peronismo unido. El jefe de Gobierno porteño también apuesta por Santilli a la Provincia a probar suerte. A éste lo dañaría menos tal derrota. Por el lado de Bullrich quieren a Vidal en provincia como candidata “natural”, mientras ella va como principal candidata en capital.

Si Vidal no va en provincia, sobran candidatos de uno u otro banco con ganas de ponerse el traje: Jorge Macri, Santilli, Emilio Monzó y la misma Carrió. Ambos sectores hoy parecen estar dispuestos a ir una PASO y resolver. Así lo confirmó Larreta en estos días en una reunión de su sector en Tigre, mientras Bullrich venía diciéndolo públicamente hace tiempo. También los radicales dicen pelear por encabezar, algo que resulta improbable y ambos bandos, están intentando una alianza con José Luis Espert, quien tiene una exagerada representación mediática y que no llegó al 2% en las elecciones pasadas. Veremos.

Con la pandemia y las medidas para intentar frenarla, Larreta se vio casi obligado a tener un diálogo permanente con Alberto y Kicillof. Fueron meses de una importante armonía con diferencias menores y en donde el foco estaba puesto en la salud. Mientras tanto Patricia recorría marchas y canales poniendo el foco en la economía, pero objetivamente molestaba al jefe de Gobierno. Luego del punto de coparticipación Larreta se vio obligado a “radicalizarse” y hasta llevó a la Corte Suprema la pelea por la educación pública y la autonomía de la Cuidad, batalla que ganó políticamente, pero no pudo sostener porque el crecimiento de los contagios lo obligó a retroceder en parte en la presencialidad de las clases.

Más allá de las tensiones y cruces en el armado de las listas electorales, de contenido no hay ninguna diferencia. En ningún caso cuestionan los 4 años en el poder de su espacio. Para ambos sectores el programa es el mismo, reforma laboral, reforma fiscal, sometimiento al Fondo Monetario Internacional y el Club de París. Nada bueno podrá venir al pueblo trabajar por parte de estos sectores.

Como logro tiene el haberse mantenido unidos luego de la derrota electoral de 2019 luego de una gestión catastrófica en términos económicos. La derecha cuenta con el apoyo del círculo rojo y el actuar en común con los grandes medios. Pero su principal fortaleza está, no en los logros propios (que casi no tiene) sino en los propios errores y planes del peronismo. El Gobierno de Alberto Fernández mantiene un ajuste gradual, que implica un continuo aumenta la pobreza, la indigencia, la desocupación y la inflación. Con el FMI solo negocia tal o cual cuestión para sostener los pagos de la deuda pública. Retrocede en medidas que la derecha toma como bandera, como la fallida expropiación de Vicentin. No logró contener la pandemia como esperaba y prometió vacunas que no pudo cumplir en tiempo y forma. Los no logros del gobierno, logran mantenerlos unidos y expectantes a relativos buenos resultados a la coalición de derecha de Juntos por el Cambio.