Casi 48 hrs van desde la catastrófica fuga de agua en el Hospital Regional de Antofagasta, y ya se empiezan a conocer las causas y consecuencias de este desastre.
Lunes 17 de junio de 2024
La fuga de agua acontecida el pasado sábado 15 de junio fue de grandes magnitudes. Por lo menos 3 pisos de toda un ala del recinto hospitalario se vieron afectadas, causando graves daños en los techos, pisos y tambien equipos de trabajo, dentro de estos últimos lo más grave sería el daño producido en la unidad de laboratorio donde las máquinas que procesan los exámenes de los pacientes quedaron inutilizables.
Por lo anterior desde la dirección del Hospital se dio la instrucción de priorizar los exámenes, a solo los estrictamente necesario, en particular a las Unidades de Paciente Crítica y Unidad de Emergencia. Pero este plan de contingencia implica también la fuga de dinero al sistema privado, ya que las muestras serán procesadas en la Clínica Bupa, e implican un retraso para obtener sus resultados, inicialmente se dijo que serian de 4 hrs pero en la realidad han sido entre 10-12 hrs según relatan funcionarios en turno.
Las responsabilidades detrás de estos hechos es directamente la concesionaria, la multinacional española Sacyr por medio de su operadora Siglo XXI. Es que ya es común que dentro del Hospital centro de referencia de la zona norte ocurran fugas y problemas en relación a los sistemas que esta empresa debería asegurar. Hace un par de semanas en el piso -1 ocurrió una fuga desde el alcantarillado, inundando áreas con deposiciones, el viernes recién pasado debido a un corte de agua funcionarios del servicio de cirugía (5° piso) tuvieron que realizar sus lavados con agua embotellada.
La empresa responsable aún no da ninguna explicación pública frente a esta situación y sus causas. Trabajadores de la empresa Siglo XXI relatan que la fuga se debió a la falla de material producto de la poca mantención de las instalaciones. Claramente esto no es culpa de los trabajadores encargados de la mantención, sino que de la empresa, ya que para sus gerentes y directivos “sobran trabajadores”, por tanto han tenido una política de no aumentar las contrataciones, incluso despidiendo y por tanto aumentando la explotación laboral. Todo esto a pesar que trabajadores y el sindicato n°1 han denunciado la falta de trabajadores para cumplir con las necesidades que tiene el recinto hospitalario. Pero a diferencia de los trabajadores de Siglo XXI, a sus gerentes no les importa otorgar un servicio adecuado, sino que abaratar costos para aumentar su margen de ganancias producto de la concesión.
Además los trabajadores de Siglo XXI denuncian que frente a las inundaciones tuvieron que trabajar sin las medidas necesarias, incluso con bolsas de basura tuvieron que cubrirse para poder realizar los trabajos de limpieza.
No existe aún una fecha clara para la solución de este problema, que afecta el trabajo de todos los funcionarios del hospital y la atención oportuna de sus usuarios, quienes han tenido que aumentar los tiempos de espera para su atención, diagnóstico y tratamiento.
Todo esto es una muestra más del nefasto sistema de concesiones hospitalarias, a quienes solo les interesan sus ganancias y no les importa la calidad de la atención a usuarios, menos cuando tienen una concesión asegurada por varios años. Sacar a estos parásitos que se enriquecen a costa de la salud pública es algo prioritario, y solo lo conseguiremos si tanto funcionarios públicos como subcontratados nos organizamos en común para luchar por esto y para conquistar un sistema de salud donde seamos nosotros en conjunto con usuarios quienes lo gestionamos y administramos. Esto implica que los gremios y sindicatos terminen con las divisiones gremiales y se convoquen a asambleas conjuntos para llevar adelante y en forma democrática un plan de lucha.
