En la misma semana, 17 departamentos de la provincia, casi toda la bota, se sumergieron bajo el agua. Simultáneamente, como si fuera una coordinada puesta en escena reutemista, la Ministra de Educación, Claudia Balagué, atacó a los docentes y cuestionó su derecho de huelga. Un revival noventista en medio de la campaña electoral.
Octavio Crivaro @OctavioCrivaro
Viernes 6 de marzo de 2015
Sr. Del Sel: la inundación no fue un fenómeno natural. Sr. Bonfatti: ahora tampoco lo es
Como forma de absolver a Carlos Reutemann sobre su comprobado pasado de inundador de la ciudad de Santa Fe, el desagradable candidato del PRO, Miguel Del Sel, dijo que las inundaciones del 2003, que desbordaron el Río Salado, fueron un “fenómeno natural”. Seguramente Del Sel no podía conocer la realidad de manera precisa desde sus habitaciones de hoteles o veraneando en Miami. Del Sel tendrá al lado algún pichón de Durán Barba que le escriba guiones con lo que tiene que decir, y en este caso claramente habla con el afán de limpiar el currículum del ex motonauta. Pero esto no es posible.
Mal que le pese a Del Sel, la inundación del 2003 fue un fenómeno tan natural como la represión que encabezó Lole en el 2001 matando a Pocho Lepratti, como la privatización del Banco de Santa Fe, o como el creciente cultivo de soja en la provincia. La inundación del 2003 es producto del inexistente control del uso de las tierras en zonas inundables y, sobre todo, de la falta de obras estructurales, algunas de ellas menores, que podrían haber evitado los daños y muertes producidas.
Contra toda la opinión “científica” del señor Midachi, un estudio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Litoral concluye: "Falta de datos, inexistencia de programas de monitoreo, obras inconclusas, carencias de regulaciones, falta de control y de planes de contingencia, no son más que el crudo reflejo de políticas del Estado que no priorizan adecuadamente los recursos o lo hacen desde una mirada alejada de las necesidades de la gente". Nada, nada natural.
Pero es curioso, la ironía de la vida hizo que ahora sean los socialistas y los radicales del Frente Progresista, los que hablen de la inclemencia de las lluvias actuales como causa de las inundaciones. Desde aquí le respondemos al Gobernador Bonfatti, a su candidato, Miguel Lifschitz, y a todos sus locuaces funcionarios: las causas de la inundación en Santa Fe (y también la de Córdoba) no son otra que las del 2003: la sojerización de la tierra, el desmonte, la falta de obras de infraestructura, y el desprecio por la vida del pueblo trabajador que caracteriza a toda la política tradicional, incluido el Frente Progresista. La desidia es un “fenómeno natural” de la política capitalista.
El “fenómeno natural” de atacar a los docentes
El avance de Del Sel, repudiado por miles y miles de docentes, trabajadores y jóvenes, es una conclusión lógica de la derechización política del Frente Progresista. De la ilusión que generó allá por 2007, cuando Binner gozó del apoyo de amplios sectores progresistas y de trabajadores, a la desazón actual, hubo un camino de enfriamiento. Un gobierno que hizo de la “gestión” un perfil (tal cual el macrismo), que priorizó los negocios inmobiliarios y el boom sojero, que sostuvo las privatizadas asesinas como Litoral Gas; en definitiva, que hizo propia la herencia reutemista, fue desdibujando su pretendido halo progresista y fue mimetizándose con el contenido y las formas de la más rancia política tradicional.
Esta metamorfosis, una transformación orientada hacia la derecha, tiene dos símbolos: primero, la propia candidatura de Miguel Lifschitz. Segundo, y con particular fuerza, la actitud del gobierno de Bonfatti frente al paro de los docentes, que fue lisa y llanamente un deja vú reutemista.
La Ministra de Educación Claudia Balagué, una verdadera Susana Decibe, nos condujo estos días a la Santa Fe de Lole, en un túnel del tiempo. Habló del “derecho supremo” a descontar los días de paro, habló de politizar la lucha, habló de internas gremiales. Todo menos reconocer el justo derecho de los docentes, que no es sólo salarial, sino que reclaman por condiciones de trabajo, por jubilaciones dignas y por dejar de ser el “punching ball” de un gobierno que se dice progresista pero que copia todos los procedimientos de los manuales de menemismo.
Ellos y nosotros
Frente al gobierno que alerta con que avanza la derecha (Del Sel) pero que actúa como ella, el Frente de Izquierda es la única lista que puede decir que cuenta con destacados luchadores docentes en cada una de las nóminas presentadas. Frente a la derecha, contra los descontadores de días de paro, el Frente de Izquierda opone docentes combativos, jóvenes que enfrentan la precarización laboral y la decadencia de la educación y luchadores contra la impunidad. El PTS, además, ha aportado destacados referentes juveniles “sub 30” para librar esta batalla frente a los partidos de los empresarios. El candidato a Gobernador, quien escribe estas líneas, tiene 35 años en su pelea con los referentes de los partidos del sistema.
Es un trajín duro. Pero estamos listos para hacerlo.
Octavio Crivaro
Sociólogo, dirigente del PTS y candidato nacional por el Frente de Izquierda-Unidad en Santa Fe.