Recientemente se hicieron virales en las redes imágenes impactantes de basura flotando en los océanos. Esto es resultado de la forma de producción capitalista
Jueves 26 de octubre de 2017
Son imágenes de la isla hondureña Roatán que muestran un mar de plástico arrastrado desde Guatemala y transportado a través de ríos crecidos.
Sin duda la producción y el consumo capitalista generan una cantidad cada vez mayor de basura que tarda cientos y miles de años en degradarse, esto a pesar de la publicidad “verde” de las empresas que hipócritamente dicen estar comprometidas con el medio ambiente.
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La basura se está convirtiendo en uno de los dramas más importantes en el siglo XXI y mientras no se modifique radicalmente la forma en que se produce, el problema no hará más que aumentar.
Al respecto de las fotografías, John Hourston, fundador de la Blue Planet Society —una asociación dedicada a la preservación de nuestros océanos— señaló que “es el ejemplo más grave de contaminación por plástico que había visto” y recordó que este tipo de materiales se descomponen en pequeñas partículas que acaban en el plancton, unos organismos que forman parte de la cadena alimentaria de los peces.
“Se cree que el 90 % de las aves del mar acaban ingiriendo plástico y existen muchos ejemplos de tortugas y ballenas que lo confunden con comida”, señalo el ambientalista.
Para comenzar a enfrentar el problema de la basura creciente (que nos recuerda imágenes de películas distópicas como Wall-E) hay que reorientar la producción para que funcione no en función de la ganancia empresarial sino de las necesidades sociales.
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Al mismo tiempo hay que avanzar en sustituir el plástico, el unicel y otros desechables por materiales amigables con el medio, mientras se desarrolla tecnología que permita acabar con la obsolescencia programada, tan funcional a los intereses del capital, y se comienzan a incorporar en la producción materiales que sean capaces tanto de tener una vida útil de mayor duración, como de ser reutilizados.
Claramente esto no va a ser posible sin atacar la lógica del mercado capitalista que se orienta por la reducción de los costos y no por las implicaciones del medio ambiente que la producción pueda tener. Es un problema serio el de la basura, tan serio como la necesidad de superar este sistema.
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