Según EE. UU. sus armas no pueden ser usadas de manera ilegal pero Israel lo hace continuamente y sin consecuencias.
Lunes 11 de diciembre de 2023 22:14

Proyectiles de fósforo blanco de la artillería israelí explotan sobre Dheira, Líbano, el 16 de octubre. (Hussein Malla/AP)
No es un secreto para nadie que Israel tiene poco respeto por la ley internacional. Desde hace más de 75 años ocupa militarmente Gaza, sometiendo a toda su población a condiciones inhumanas y convirtiendo el territorio en una prisión a cielo abierto. No debería sorprender entonces que use armas prohibidas durante sus ataques. Pero por la brutalidad de los hecho uno no puede dejar de hacerlo-
Según un informe de Amnistía Internacional, el ejército israelí usó proyectiles de artillería que contenían fósforo blanco, un arma incendiaria, en operaciones militares a lo largo de la frontera sur de Líbano entre el 10 y el 16 de octubre de 2023. Particularmente uno de esos ataques, contra la ciudad de Dheira el 16 de octubre, debe ser investigado como crimen de guerra porque fue un “ataque indiscriminado que hirió al menos a nueve civiles y dañó objetos civiles, y por lo tanto fue ilegal”, dice el comunicado de la organización.
Un artículo publicado por el diario estadounidense Washington Post se hace eco de la denuncia y la profundiza, alegando que al menos una parte de los proyectiles utilizados se fabricaron en el país. Un periodista el medio estuvo en la zona de Dheira después de los ataques y confirmó que los restos de algunos proyectiles tienen inscripciones que los identifican como producidos en dos plantas de EE. UU. en 1989 y 1992. Estos números de lote coinciden con los usados durante la ofensiva israelí contra Gaza, que duró 22 días.
El fósforo blanco es una sustancia incendiaria que se puede usar para crear una densa cortina de humo o marcar objetivos. Cuando se expone al aire, arde a temperaturas extremadamente altas y en general provoca incendios en las zonas en las que se despliega. Las personas expuestas al fósforo blanco pueden sufrir daños respiratorios, insuficiencia orgánica y otras lesiones de tal magnitud que cambian por completo sus vidas, incluidas quemaduras que son extremadamente difíciles de tratar y no se pueden apagar con agua. Las quemaduras que afectan sólo al 10% del cuerpo suelen ser mortales.
Su uso está restringido por el derecho internacional humanitario. Aunque puede tener usos lícitos, nunca debe dispararse contra una población o infraestructura civil, ni cerca de ellas, debido a la alta probabilidad de que los incendios y el humo que provoca se propaguen. Este tipo de ataques, que no distinguen entre civiles y bienes de carácter civil y combatientes y objetivos militares, son indiscriminados y, por tanto, están prohibidos.
Estas armas se usaron en un ataque nocturno a la ciudad libanesa, donde aparentemente operan fuerzas de Hezbollah. Se disparó indiscriminadamente y durante horas, forzando a los pobladores a refugiarse en sus casas. El hecho de que el ataque haya sido durante la noche demuestra que no se usó para marcar un objetivo o crear una cortina de humo para fuerzas terrestres, sino como arma incendiaria y contra población civil.
Según el Washington Post, el fósforo blanco cayó sobre varias casas y provocó incendios, incinerando muebles y reduciendo los electrodomésticos a metal chamuscado. Restos de este producto químico negro y pegajoso cubrían el suelo aún 40 días después del ataque y se encendían cuando los residentes lo manipulaban.
Israel usó estas armas más de 60 veces en las zonas fronterizas de Líbano en los últimos dos meses, según datos recogidos por ACLED, un grupo que vigila las zonas de guerra. El primer ministro libanés, Najib Mikati, declaró el 2 de diciembre que el uso de la munición por parte de Israel "asesinó a civiles y produjo daños irreversibles en más de 5 millones de metros cuadrados de bosques y tierras de cultivo, además de dañar miles de olivos".
Estados Unidos tiene la obligación, bajo su propia legislación, de controlar el uso de las armas que vende a socios o aliados.Pero con Israel, no solo no cumple con la leyes internacionales sino que ni siquiera cumple con la suya.