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Red Internacional
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Medio Oriente. Israel vuelve a bombardear Gaza continuando los ataques a palestinos

La mezquita Al Aqsa viene siendo escenario de la represión de las fuerzas israelíes hacia los palestinos. Hoy los colonos, en una abierta provocación marchaban hacia la explanada del templo, mientras comenzaron, otra vez, los bombardeos en Gaza. La dirigencia de la Autoridad Palestina y la jordana temen posibles estallidos de la población palestina constantemente asediada por el Estado terrorista de Israel.

Mirta Pacheco @mirtapacheco1

Martes 19 de abril de 2022 12:22

Gaza siendo bombardeada por Israel en horas de la madrugada del lunes 18 de abril

El viernes último la Policía israelí, apoyada por elementos del ejército, allanó la mezquitaubicada en Jerusalén Este y dejó un saldo de aproximadamente 152 personas heridas. En pleno mes de Ramadán, el Estado de Israel a través de la coalición de gobierno que dirige Naftalí Benett decidió recrudecer la ofensiva contra palestinas y palestinos.

Ayer por la noche, hora de Palestina, el ejército sionista intensificó su ofensiva, bombardeando la Franja de Gaza, esa región venía teniendo un "cierto respiro" por unos cuatro meses. En enero último también Israel había arrojado bombas sobre la ciudad de Gaza. Ahora la excusa fue la eliminación de un depósito de armas que Hammas tendría en esa ciudad palestina.

Ya el viernes 8 de abril, Bennett dio "libertad de acción total" a las fuerzas represivas israelíes, luego de que se produjera el ataque a un bar en Tel A Viv por parte de un jóven palestino. Esto comenzaba a inquietar a los líderes árabes de la región, debido por un lado a que, y sobre todo Jordania, cuenta con campos de refugiados de palestinos que son centenares de miles, además de la población árabe que ya el año pasado salió en masa a manifestarse contra el accionar represivo de Israel. Al odio que genera en la mayoría de los pueblos árabes el coloniaje y crimen sistemático por parte de Israel hacia los palestinos, ahora se combina con el malestar por los aumentos del costo de vida para las mayorías populares de la región, debido a las consecuencias de las sanciones imperialistas impuestas a Rusia por su guerra en Ucrania. Esa combinación es la que temen las burguesías árabes. El rey Abdulah II de Jordania, no es la excepción.

Las redes sociales comienzan a llenarse de mensajes contra el rey, según informan diarios jordanos y el Haaretz israelí: “El traidor jordano, uno de los grandes normalizadores de las relaciones con Israel, es la razón principal de la derrota en 1967 y la presencia del ocupante sionista en Palestina hasta el día de hoy". Decía uno de ellos. Recordemos que a partir de la guerra del 67, además de quedarse con la península del Sinaí, la Franja de Gaza, los altos del Golán y Cisjordania, también ocupa Jerusalén Este. Más tarde, como parte del acuerdo de paz con Egipto devolvió a ese país la península del Sinaí y luego tuvo que devolver una parte de los Altos del Golán a Siria, gran parte de ese territorio permaneció en disputa, una fuerza especial de las Naciones Unidas controlaba mas de la mitad de su totalidad, y fue recién en 2018 cuando Siria pudo hacerse de la totalidad del control del Golán). Pero las mezquitas, cuya explanada es conocida por judíos como el Monte del Templo, las controla Jordania -a través del Waqf: la autoridad musulmana que regula los espacios sagrados del islam.

El mote de "traidor jordano" se explica porque Abdullah mantiene el tratado de paz firmado en 1994 con Israel. Normalizar las relaciones con El Estado de Irael fu vivido como una traición a la lucha del pueblo palestino por su liberación. Esta política de acuerdos entre países árabes e Israel, fue proseguida en la última etapa del gobierno de Donald Trump, con los llamados "acuerdos de Abraham", política que continuó impulsando Biden. Estados Unidos, como socio mayor de Israel, le estaba asegurando a las burguesías árabes e israelíes hacer buenos negocios, pero sobre todo trataba de asegurarse así mismo, lo más posible, el alejamiento de roces en la región.

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Su enemigo estratégico, China, y sobre todo luego del fracaso estrepitoso de Afganistán, lo obligaba a poner sus ojos en el Pacífico. Claro que ahora la guerra en Ucrania, hace que su atención también esté puesta en Europa del Este y sus "aliados" -con intereses propios-, de los demás imperialismos europeos.

Antes del mes de Ramadán, según consigna el mismo Haaretz, fuentes jordanas declararon que Abdulahh II tenía la impresión de que Israel se abstendría de desplegar fuerzas en la zona de la mezquita y que Jordania y la Autoridad Palestina harían todo lo posible para evitar enfrentamientos. “La entrada de las fuerzas israelíes en el Monte del Templo ha arrinconado al rey”, dijo la fuente. “Las críticas en casa se han calentado y la sensación es que Israel no ha cumplido con su compromiso”.

Ahora la preocupación central de Jordania es que Israel detenga sus ataques en Jerusalén Este, en particular en la mezquita y su explanada, para evitar que los ánimos del pueblo palestino se caldeen aún más de lo que están y estalle una rebelión generalizada. Negociación que está llevando adelante junto con la Autoridad Palestina, con representantes del gobierno de Israel. Ya es conocido cómo la propia Policía palestina muchas veces es la encargada de reprimir manifestaciones de su propio pueblo, para que no se enfrenten a patrullas del ejército sionista. La larga lista de negociaciones sin ningún tipo de beneficios para los reclamos palestinos, y ese rol represor de la Policía árabe, es lo que fue acrecentando la bronca contra Mahmoud Abbas, como jefe de Cisjordania. Un sentimiento generalizado, sobre todo entre los jóvenes palestinos.

La disputa sobre los lugares sagrados palestinos, volvió a cobrar centralidad, también por las provocaciones de los colonos, ultra nacionalistas que abogan por un bíblico "Gran Israel". Hoy en horas temprana de la mañana volvían a marchar hacia la explanada, protegidos por la Policía Israelí, la misma que ayer arrojaba gases y balas de goma dentro de Al Aqsa, dejando más de un centenar de heridos, que volvió a bombardear la ya más que sufrida Gaza y que viene asesinando diariamente a jóvenes en los territorios ocupados, pero también en las zonas "mixtas" de Cisjordania, donde la Autoridad Palestina tiene el control administrativo.

Estos nacionalistas ultra ortodoxos buscan cambiar el débil statu quo donde todos pueden ir al sitio sagrado, pero solo los musulmanes pueden rezar allí. Lograr modificar ese acuerdo significaría reafirmar la supuesta soberanía de Israel. Pero también significaría el peligro de una segura respuesta palestina.

Tanto los gobiernos de Jordania como de Egipto tuvieron que salir a denunciar los ataques israelíes, incluso el primer ministro jordano Bishr al-Khasawneh, recibió instrucciones del rey para realizar gestiones internacionales que hagan frenar la ofensiva israelí, con el objetivo de “detener los ataques israelíes en la mezquita y sus alrededores para calmar las pasiones”. Incluso pidió intervención al Consejo de Seguridad de la ONU.

Las "Naciones Unidas" que demostraron su cinismo, días antes cuando votaron suspender a Rusia por los crímenes en Ucrania (que nadie puede negar), mientras uno de lo países que levantaba la mano para votar afirmativamente era Israel, a instancias de su protector Estados Unidos.

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Se vuelven fundamentales retomar las movilizaciones que ya se dieron para que Israel pare esta ola de violencia criminal contra las mayoría populares palestinas. El año pasado, cuando en mayo Israel comenzó un bombardeo contra Gaza y fuerzas represivas, junto con colonos, atacaban a palestinos en Cisjordania pero también al interior de Israel, las movilizaciones contra el Estado de Israel comenzaron a surgir en Europa pero también en varios países árabes. Esto se combinó con una huelga general histórica por parte del pueblo palestino, uniendo en esa acción a los territorios divididos por el apartheid sionista.

Las movilizaciones y protestas contra el accionar del colonialista Israel, teniendo en cuenta y denunciando el apoyo de los distintos imperialismos, puede representar un gran punto de apoyo para el oprimido pueblo palestino.