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Red Internacional
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Medio Oriente. Israel vuelve a bombardear Gaza y aumenta la tensión en el sur del Líbano

Después de la brutal represión de la Policía israelí en la mezquita Al Aqsa, el Ejército bombardeo distintas zonas de la Franja de Gaza, destruyendo incluso partes de un hospital. Mientras que desde el sur del Líbano, como respuesta a esos ataques, Hamas arrojó misiles hacia Israel -que en su gran mayoría fueron interceptados por su domo de hierro-. Frente a la crisis interna Netanyahu redobla el ataque a palestinos.

Mirta Pacheco @mirtapacheco1

Sábado 8 de abril de 2023 17:43

Foto: AFP. Humo sobre la Franja de Gaza después del ataque israelí

Foto: AFP. Humo sobre la Franja de Gaza después del ataque israelí

Entre la madrugada y la mañana de este último viernes Israel atacó distintas zonas (gobernaciones) de la Franja de Gaza con ataques aéreos y bombardeos de su artillería pesada. La cercanía de barrios como Al-Zaytoun y Al-Tuffah al este de la ciudad de Gaza fueron constantemente bombardeados. Fuentes locales informan que los aviones apuntaron a tierras agrícolas al este de la gobernación de Rafah, mientras que el fuerte bombardeo al este de la ciudad de Gaza causó graves daños materiales al hospital pediátrico Al Durra.

Esta es la mayor agresión desde mayo del 2021 cuando el Estado terrorista israelí bombardeó por 11 días consecutivos ese pequeño territorio palestino, conocido internacionalmente como la mayor cárcel a cielo abierto. En esa oportunidad, cuando el primer ministro también era Benjamín Netanyahu, esos bombardeos, sumados a los pogromos de la extrema derecha sionista hacia árabes israelíes y los ataques por parte del ejército a cisjordanos, provocó una enorme respuesta por parte de la población palestina, centrada en una histórica huelga general.

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Mientras que en el Líbano, fueron las propias Fuerzas Armadas de Israel que confirmaron el bombardeo, en la madrugada de este viernes, a tres instalaciones que pertenecerían a Hamas en la zona de Rashidieh, donde se encuentra un campo de refugiados palestinos cerca de la ciudad de Tiro, en el sur de Líbano. El argumento de Israel para este ataque fueron los misiles salidos de esa región hacia ciudades israelíes, el día anterior. Esos misiles fueron interceptados en un 95% por el escudo antimisiles de Israel.

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Por otro lado, este último viernes, en Tel A Viv un policía israelí y un guarbosques municipal asesinaron a un joven trabajador (era conserje en una escuela) oriundo de la ciudad árabe israelí Kafr Qasem. A priori casi la totalidad de la prensa de Israel e internacional lo denominaron "terrorista". El joven atropelló con su auto a cinco personas (todos turistas) y después volcó, cuando logró salir del vehículo -estando en el piso- le dispararon. El diario Haaretz afirma que como las circunstancias no quedan claras y en el auto solo se encontró un arma de juguete, ahora "el comandante del distrito de Tel Aviv, Ami Eshed, dijo que la policía está investigando la posibilidad de que esto no haya sido un ataque terrorista."

Mientras en la Cisjordania ocupada continúan los ataques de los colonos israelíes contra palestinos, se hizo público este último sábado el ataque a autos en Ramallah que los colonos no permitían seguir avanzando. Y la Policía sigue hostigando a palestinos, por el solo hecho de agitar su bandera (como en Kabul, al norte de Israel)

Cada vez los ataques a palestinos por parte de la coalición de extrema derecha de Israel, escala un peldaño más. La crisis interna que vive el gobierno de Netanyahu, presionado por las manifestaciones de israelíes contra su reforma judicial, hace que aumente la violencia hacia los árabes (empujado también por los miembros de su coalición).

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Este sábado volvieron a ser multitudinarias las marchas contra Netanyahu y su reforma judicial. Movilizaciones que como ya dijimos, son dirigidas por políticos opositores y viejos militares -halcones de la política sionista- como el mismo Benjamín Gantz (ex ministro de defensa en el anterior gobierno, ex general del Ejército de Israel). Además de empresarios ligados a la industria high tech.

En estas movilizaciones son muy minoritarias las voces que se alzan contra la ocupación, es más, en las marchas anteriores si bien no llegaban a expulsarlos eran fuertemente rechazados por sus consignas a favor de los palestinos. En Tel A Viv, por ejemplo, el principal orador fue Moshe Ya’alon ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa Israelíes, quien fuera ministro de defensa en 2013 cuando Netanyahu era también Primer ministro. Ya´alon fue miembro del Likud, el partido del actual Primer ministro. Luego rompió y pasó a integrar la coalición Kahol Lavan (Azul y Blanco, por los colores de la bandera de Israel), que dirige Gantz.

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En la manifestación de Haifa, el Mayor General retirado Amos Malka planteo algo que es la principal preocupación para el Estado de Israel y la burguesía que lo sostiene y que refleja, desde el punto de vista de ese Estado sionista, la crisis que hoy atraviesa: Irán está viendo la debilidad del gobierno, las divisiones en la sociedad, la erosión del aparato de seguridad nacional de Israel, la crisis económica, la oposición de Estados Unidos y Europa y las crisis en el ejército israelí." Aunque la "oposición" del imperialismo estadounidense, su socio mayor y el europeo es frente a la disfuncionalidad que hoy les presenta la política de Netanyahu y no en términos estratégicos de su existencia.

Pero el problema va más allá de cómo el principal enemigo externo para Israel, Irán, puede leer su crisis, esta ofensiva criminal hacia los palestinos, que se torna insoportable para ese pueblo, comienza a generar movilizaciones internas en los países árabes de la región y pone en peligro la estabilidad, en principio, de los Acuerdos de Abraham, que tenían como trasfondo, el elemento unificador de la presión sobre Irán.

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Es clave la activa solidaridad internacional con las palestinas y palestinos que además de sufrir la opresión cotidiana, vienen soportando a diario ataques, desalojos de sus casas y asesinatos por parte de esta coalición de extrema derecha que cuanto más débil se ve, más feroz es su política de ocupación, de judaización como en Jerusalén este, en el fondo: de limpieza étnica. Además de la unidad entre los palestinos de Cisjordania, con los árabes israelíes (ciudadanos de segunda) y los gazatíes -como la huelga general del 2021- y la movilización que ya se empieza a dar entre sus pueblos hermanos, es fundamental la acción de trabajadores de Europa y Estados Unidos en solidaridad con ellos.

Esto también puede representar el primer paso en la lucha por que la clase trabajadora árabe derrote a sus propias burguesías, un fuerte espaldarazo para que los palestinos terminen con su opresor, luchando por una palestina obrera y socialista, que puede permitir la convivencia con plenos derechos para árabes, judíos, y todos los pueblos que actualmente habitan esa región desde el Jordán hasta el Mediterráneo, sin importar la religión que quieran profesar. Una Palestina obrera y socialista que pelee por una Federación socialista de los países de la región.