“Los que fabricamos jabón queremos que nuestro trabajo vaya a la comunidad y no para un empresario"
Sábado 21 de marzo de 2020 08:55
En medio de la cuarentena total, hay quienes tenemos que seguir saliendo a trabajar todos los días. Es que el producto de nuestro trabajo es considerado esencial.
Algunos son los que hacen alimentos, fármacos, petroleo etc. a parte de los servicios de transporte y salud.
En este caso, somos los que fabricamos jabones y artículos para el aseo personal.
Las empresas nos dieron un papel para poder circular sin problemas si nos detiene la policía en la calle. Al principio esta excepción hacia nosotros provocó mucha bronca entre los compañeros.
Es lógico, ante una campana con información confusa, lo primero que siembran es el encerrarse con tu familia y “sálvese quien pueda”. “ Imagínate que todo lo que toco ahora me lo llevo a mi casa”, temen. El miedo a llevar la enfermedad a sus hijos es lo primero que queremos evitar.
Sin embargo, por otro lado somos consientes de que lo que nosotros producimos, en este momento es clave para combatir esta pandemia y no puede faltar en ningún hogar. “Si hay que trabajar para esto, lo haría con orgullo por sentir que estamos aportando a la sociedad y no para que se llene de plata una empresa”, decía un compañero cuando veíamos lo que se venía antes del anuncio de la cuarentena.
Particularmente donde vivimos nosotros (La Matanza y zona oeste del GBA) , el alcohol en gel se volvió inalcanzable, por eso el jabón es indispensable y más por estos días.
Pero también nos preocupa mucho que producto de esta medida del gobierno, muchos amigos, familiares y vecinos pierdan su trabajo. La mayoría de ellos viven de lo que trabajan en el día a día. Pedirles que se queden en sus casas sin ninguna ayuda, ni garantía de que no serán despedidos, significa que a corto plazo, la gente comenzará, no solo a ser afectada por el coronavirus, sino por el hambre.
Empezando por los que menos tienen, los que viven hacinados en villas sin agua potable y ni hablar los que están en situación de calle. Por lo cual, el aislamiento por si solo, es insuficiente para frenar este virus.
Tenemos que reclamar que se garantice las máximas medidas de prevención para los que seguimos trabajando.
Todos estamos muy preocupados de que, por garantizar que nuestro trabajo continúe, terminemos infectados. Es que todos los días vivimos como en las empresas, incumplen las medidas básicas de seguridad industrial y de higiene.
Además de no respetar los certificados médicos con reposo laboral por problemas traumatólogicos, psiquiátricos, dermatólogicos y tener una taza de enfermedades respiratorias (por el manejo de químicos agresivos como la soda caustica entre otros) muy altos.
La comisión directiva del sindicato de los jaboneros, solo sacó un comunicado dónde reclama a las empresas respetar las insuficientes medidas dispuestas por el gobierno y los convoca hacer una campaña en común con las patronales para concientizar a los trabajadores de como cuidarnos.
Como si el problema fuéramos nosotros y no las propias empresas que solo piensan en llenarse de guita con esta pandemia. No la salud de la comunidad ni de sus empleados.
Y en Alicorp la comisión interna que responde a la oficialista La Verde, llegó al colmo de invitar a gerentes y jefes a una asamblea de los obreros para los jefes nos pidan "ponernos la camiseta de la empresa", pretendiendo romper con una tradición de los jaboneros de Alicorp de tener la asamblea como una instancia obrera independiente de deliberación y decisión.
No lo podemos permitir! Fuera los gerentes de nuestras asambleas!
Es por esto que tenemos que poner la resolución del problema en nuestras propias manos, poniendo en pié, en cada sección, la conformación de comisiones obreras de seguridad ( independientes de la patronal), como ya lo hicieron en otros lugares como los aeronáuticos de GPS. Solo así podremos garantizar:
1. Aumento de personal y efectivización de todos los contratados.
2. Suspensión de los despidos y todo tipo de sanciones por llegadas tarde por motivo del transporte o cualquier justificación.
3. Reducción de la jornada laboral a 6 o menos horas sin afectar el salario.
4. Funcionamiento de máquinas y líneas de producción con las distancias requeridas entre personas.
5. Transporte casa por casa o con un mínimo de pasajeros para todo el personal, garantizado por las patronales.
6. Servicio médico (no solo enfermería) las 24 hs en todas las fábricas.
7. Toma de temperatura, varias veces al día en todas las fábricas.
8. Test de análisis en todas las plantas.
9. Más cantidad de vestuarios por fábrica, con ventilación, higiene permanente y sin concentración de gente en cada cambio de turno.
10. Comedores gratis en todas las empresas con varias instalaciones amplias con higiene y limpieza.
Todo esto acompañado de la distribución de artículos de higiene por persona, barbijos, guantes y alcohol en gel y de las medidas ya dictadas como la licencia paga para todos los compañeros que están en grupos de riesgo.
Artículos de limpieza, un producto indispensable, en manos de los empresarios.
Las empresas Unilever, Procter & Gamble, Alicorp e incluso Guma, monopolizan este mercado de artículos de aseo personal. Los precios de sus marcas aumentan siempre sin control. Aprovechando que no queda otra que usarlos. Y hay marcas para todos los niveles económicos.
Si sos clase media para arriba, compras productos de Unilever o P&G y si sos más pobre, los de Alicorp, Guma u otros. Nadie se escapa de caer en su mercado si quieres tener derecho a tan solo lavarte las manos.
Esto que ya es despreciable en cualquier día común de funcionamiento del sistema capitalista, se vuelve mas repugnante en tiempos de pandemia, crisis económicas, guerras o desastres naturales.
Pero la clase trabajadora no podemos acostumbrarnos a vivir bajo estás reglas que solo nos llevan al desastre, como vemos hoy en día con el avance del Coronavirus y un sistema de salud incapaz de afrontarlo, destruido por ellos mismos.
Y para colmo ahora nos llaman a dejar todo en manos de la decisión de un puñado de gobernantes irresponsables.
Estas empresas que hace décadas vienen llenándose de plata a costa de las necesidades básicas de la sociedad, ahora deberían ser confiscados sus productos y distribuidos a los mas necesitados, colegios y hospitales.
Esta tarea no puede ser realizada sin el control estricto de los propios trabajadores de estas empresas y de sus organizaciones, en unidad con juntas de vecinos, trabajadores de la salud y de las escuelas.
La industria de los artículos de limpieza y aseo personal debe pasar de ser una máquina de enriquecimiento de un puñado de empresarios, en un rubro puesto al servicio de la comunidad, del combate del coronavirus y todas las enfermedades.