Otro caso de asociación de agentes policiales con el narcotráfico. Nuevo escándalo.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Sábado 24 de febrero de 2018
Raúl Sánchez, fiscal de Jalisco, admitió que Antonio Russo, Raffaele Russo y Vincenzo Cimmino, los tres italianos originarios de Nápoles desaparecidos en Jalisco, fueron entregados a un cartel local y que hay cuatro policías detenidos por el caso.
Ya hace 25 días que los tres italianos están desaparecidos. De acuerdo con la investigación oficial, fueron entregados por agentes policiales locales de Tecalitlán.
Son cuatro los policías detenidos por este caso de desaparición forzada: tres hombres y una mujer- Emilio “N”, Salomón “N”, Fernando “N” y Lidia “N”-, mientras que el jefe de policía de Tecalitlán no aparece.
Las autoridades de Jalisco señalaron que trabajan en la búsqueda de los ciudadanos italianos, pero que no se sabe si están o no con vida. No han confirmado cuál es el cártel que tiene en su poder a los extranjeros desaparecidos.
El 31 de enero pasado, en el municipio de Tecalitlán, que limita con Michoacán, Antonio Russo, Raffaele Russo y Vincenzo Cimmino, fueron vistos por última vez. Según el fiscal, "Uno de ellos había sido detenido en otro estado". Los familiares niegan que estén vinculados con el crimen organizado, como lo había sugerido inicialmente el fiscal jaliciense, pero ahora, por el giro que dan sus declaraciones, se puede suponer que dicha "línea de investigación" sólo era para encubrir el accionar de sus policías.
Suena familiar este método de criminalización de las personas desaparecidas. Reproduce el discurso criminalizador de las autoridades de la Ciudad de México ante la desaparición forzada de Marco Antonio Sánchez Flores.
Se trata de un nuevo escándalo de desaparición forzada, esta vez de personas extranjeras, que llegaron a México a vender generadores eléctricos.
Primero desapareció Raffaele. Luego Antonio y Vicenzo lo buscaron a través de la ubicación GPS del auto que rentaron. Los rodearon policías locales y les ordenaron ir con ellos a la comisaría.
Mientras tanto, en Italia se han organizado marchas de protesta para exigir su regreso con vida.
Lo cierto es que este caso evidencia la descomposición de las fuerzas represivas, socias del crimen organizado en todo México.
Y al mismo tiempo revela el carácter absolutamente reaccionario de la Ley de Seguridad Interior promulgada por Peña Nieto en diciembre pasado, que garantiza el accionar impune del Ejército y la Marina (junto a la policía) para sofocar la protesta social y proteger los negocios turbios de las autoridades y de los cárteles del narcotráfico y las redes de trata de personas.