Tras el escándalo desatado por el descubrimiento de escuadrones de la muerte en la Policía de Veracruz, Javier Duarte busca deslindarse. 3 mil 600 desapariciones en cinco años y 300 fosas clandestinas descubiertas hasta el momento no pueden negarse.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 1ro de marzo de 2018
Acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero, el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte ha salido nuevamente a declarar desde el reclusorio norte, esta vez por la investigación en torno a la desaparición forzada de al menos 15 personas durante su administración.
Por medio de una carta dirigida a la Procuraduría General de la República, Duarte solicitó saber si hay alguna investigación en su contra por estos hechos y haciendo alarde de cinismo, dijo estar dispuesto a presentar pruebas a su favor. Esto toda vez que no recibiera respuesta por parte de la Fiscalía de Veracruz, a quien acusó, de paso, de operar "sin apego a derecho".
Tras la detención de 19 mandos de la policía del estado de Veracruz acusados de estar implicados en la desaparición forzada de al menos 15 personas, comenzó a difundirse información sobre un escuadrón de la muerte que había estado en funciones desde 2013, bajo el mando de las autoridades estatales.
Con el supuesto objetivo de "combatir" a integrantes del cartel de los zetas, el gobierno de Javier Duarte, entonces gobernador de veracruz, habría puesto en funcionamiento un grupo con atribuciones para realizar detenciones arbitrarias y hacer uso de métodos como el secuestro, la tortura y la desaparición forzada para conseguir sus fines.
Su cuartel era la Academia de Policía de Veracruz, a doce kilómetros de Xalapa. Operaban por medio de tres patrullas (la Fuerza de reacción) que recorrían la ciudad y detenían a cualquier "sospechoso". Tras interrogarlos (con tortura y abuso sexual), los policías los entregaban a otro grupo (fuerza especial) formado por ex militares apodados los fieles, quienes se encargaban de torturarlos durante horas para obligarlos a "confesar" vínculos con el crimen organizado. Sus víctimas eran en su mayoría jóvenes y mujeres pobres.
Según el caso de la fiscalía, a cargo de Luis Coronel, 15 jóvenes de entre 16 y 32 años habrían sido detenidos y torturados en la Academia entre abril y octubre de 2013, para después ser asesinados y arrojados a una fosa clandestina. También destaca el caso de Cecilia de la Cruz, de 17 años, que fue violada por un comando de ocho policías, en una furgoneta estacionada justo delante de la Academia.
Arturo Bermúdez
Estos escuadrones habrían estado bajo las órdenes de Arturo Bermúdez, secretario de Seguridad Pública de Veracruz y quien comenzó su carrera durante la administración de Fidel Herrera. Fue el mismo Duarte quien lo ascendió a secretario de Seguridad. Bermúdez dimitió en 2015 y fue encarcelado por enriquecimiento ilícito, luego de que se descubriera que era dueño de varios inmuebles en Estados Unidos.
Las pruebas que ha presentado la fiscalía consisten, además de la confesión de al menos cuatro policías, en notas internas con las que los policías reportaban a sus superiores sobre "el cumplimiento de las instrucciones", así como los resultados del rastreo de los teléfonos de las víctimas, que mostraron cómo la última vez que se prendieron siempre fue desde la Academia de Policía. Cuentan además con el testimonio de la única persona que se sabe, ha salido con vida de la Academia tras ser detenida: Jaqueline Espejo.
Duarte, como Bermúdez Zurita, buscan deslindarse de responsabilidades alegando que "ellos no estaban al tanto" de lo que ocurría en la Academia, explicación que resulta inverosímil toda vez que se trataba de un cuerpo formado dentro de las estructuras estatales con una misión específica.
Veracruz suma en los últimos cinco años 3 mil 600 desapariciones forzadas y el hallazgo de más de 300 fosas clandestinas, algunas de ellas con cientos de cráneos. En más de 200 casos de desaparición en el estado se infiere la participación de la policía, aunque han sido únicamente en 15 casos en donde se ha podido acreditar.