De visita en Buenos Aires con su grupo La Orquesta Deforme, el artista conversó con La Izquierda Diario sobre su disco más reciente, nominado a un prestigioso premio en Uruguay.
Augusto Dorado @AugustoDorado
Jueves 3 de octubre 00:00
Jhona Lemole -de barba, en el medio de la foto- acompañado por La Orquesta Deforme: con años de trayectoria en la escena independiente del Uruguay, llegó esta semana a Buenos Aires para presentar la obra en la que expresa admiración explícita por personalidades como Mariana Enríquez.
Jhona Lemole nació en Paraguay y vivió hasta sus 12 años en Asunción, pero a pesar de esas coordenadas geográficas creció en el regazo de una familia uruguaya que retornó a Montevideo al momento en que él comenzaba la travesía por la adolescencia. Por eso, pese a reconocer alguna influencia de los aires guaraníes (de manera intermitente suenan muy sutilmente cada tanto en su tonada) es un artista tan uruguayo como la escena montevideana que curte y que abona. Y en lo que a su música respecta, más que de la estridencia del rock yanqui o el refinamiento del británico, está cerca de los climas que esculpen el australiano Nick Cave o el canadiense Leonard Cohen, también influencias que pueden percibirse en sus líricas a las que se agrega todo un andamiaje literario de autores y autoras como la argentina Mariana Enríquez. De esa fusión artística cosmopolita está hecho este artista que tiene en su haber 4 discos solistas, algunos simples, que compartió escenario alguna vez con Rosario Bléfari, y que actualmente adoptó la forma de banda: podríamos decir que Jhona Lemole es el director de La Orquesta Deforme.
Hace exactamente un año editaron el primer disco de esta formación: Deforme, que está nominado para los premios Graffiti (equiparable a los premios Carlos Gardel argentinos) en la categoría “Mejor álbum de pop alternativo” entre los editados en 2023. Para presentarlo ante el público argentino esta semana está con su banda en Buenos Aires.
La Orquesta Deforme que acompaña a Jhona está compuesta por Micaela Artigas en voces, Santiago Pepe en teclados, el bajo de Paulo Amorín, batería de Ale Caper, y las guitarras de Federico Ravera y Facundo Bonilla. Tienen una fecha que esperan con entusiasmo este jueves 3 de octubre en Casa Unclan de La Plata (en calle 5 n° 1512, entre 63 y 64) junto a Los Valses tras un show en el Centro Cultural Rojas que brindaron este martes pasado. La Izquierda Diario conversó con Jhona Lemole sobre este momento de su carrera, la escena musical uruguaya y el flamante disco.
LID - Tenés una trayectoria como solista, también sos músico sesionista, pero en el último tiempo con La Orquesta Deforme te encontrás en una instancia más de banda ¿Cómo se vive esa experiencia?
JL - Es un proceso bastante natural en el desarrollo del hacer música… También tiene que ver con lo que es propiamente la escena musical que me atraviesa en cuanto a la temporalidad: la masividad internet, el descargar música gratis, el empezar a hacer música en tu casa, todo eso te orienta a una forma de trabajar por tu cuenta. Si bien yo arranqué a los 15 años tocando la batería y teniendo “banda de galpón” con mis amigos, ya en mi adolescencia, a mis 18 o 19 años, el boom de internet y bajar discos que luego te enterás que se hicieron en forma casera, te empiezan a acercar a esas forma de hacer, ¿no? Y entonces ahí es que se desarrolla lo que es mi carrera como solista… Pero después de muchos años surge esto de hacer un álbum con La Orquesta Deforme, en un estudio, armándolo como se armaban los discos antes… Es un proceso más largo de tiempo, por las dinámicas de grupo y también por los espacios, por el trabajar en un estudio con un productor… Es algo que te ayuda a crecer como artista, una experiencia diferente…
En tu disco con La Orquesta Deforme trabajó Santiago Peralta, un productor reconocido de la escena musical uruguaya…
Uruguay tiene la característica de ser un país muy chico y Montevideo es una ciudad que tiene no mucha actividad cultural, pero la que tiene es conocida por todos… Entonces, hay como un límite medio difuso entre lo que son el under y el mainstream. Santiago Peralta viene de trabajar con Ricky Musso que fue parte de El Cuarteto de Nos, que es una banda histórica uruguaya, con Ete y Los Problems también -que es otra banda con sus años y con su peso- y bueno, tuvimos la posibilidad de conectar con él a través de Laura Gutman, que también fue baterista de Los Buenos Muchachos, es una gran música de allá… Y, como te decía, en el universo este que es “difuso”, con Santiago ya nos habíamos cruzado, ya habíamos compartido escenario, y había como una afinidad musical… Y se terminó sumando como productor del disco, que tuvo aciertos muy concretos para que el disco sea lo que es ahora…
Me da la impresión de que en Uruguay existe una escena preponderantemente autogestiva, donde la mayoría de artistas mantienen su independencia pero a costa de tener que laburar de otra cosa ¿Es así? ¿Cómo es en tu caso?
Es así, tal cual… Yo creo que la mayoría de los músicos que dicen que viven de la música, o están mintiendo o dan clases de música, que no es lo mismo que vivir realmente de la música, ¿no? Me parece que se debe a que Uruguay es un país chico y que no hay un “mercado” lo suficientemente grande como para sostenernos… Eso nos demanda ser bastante concretos y específicos respecto a cómo desarrollamos nuestras carreras musicales, a elegir muy bien los momentos en los que tocamos, la relación espacio-tiempo… En el panorama general, todas las bandas nos movemos así, menos Jaime Roos o el negro Rada, que son artistas mayores… Pero después, para el resto de las bandas la realidad es otra: por ejemplo, Buenos Muchachos tienen un público -yo soy parte de ese público por que los veo mucho a los Buenos Muchachos-, pero no creo que ellos puedan tocar tres veces en un mes en Uruguay, porque el espacio se les acaba, se agota… Yo particularmente hace dos años que decidí hacer a la inversa de lo que venía haciendo durante toda mi vida, que era dedicarle un 20% de mi vida a la música y un 80% al trabajo que me sostiene, tomé la decisión de invertir esa relación. Estoy ganando muchísimo menos dinero, sobreviviendo mes a mes, pero gracias a eso por ejemplo puedo estar ahora charlando con vos acá en Buenos Aires sobre un disco… Es vivir más justo pero con más satisfacción…
Uno de los temas que se destaca en Deforme es “La Fiesta” en el que está nombrada incluso Mariana Enríquez ¿Cómo surgió esa idea?
Bueno, tiene que ver con dos cosas: una es el concepto de canción como género literario, que es algo que me viene rondando en la cabeza desde hace tiempo… Entiendo a la canción como un género literario y entonces me estoy apoyando más en la literatura. Por otro lado, estoy leyendo diversos autores y autoras, y el universo de Mariana me interesa mucho, me interesa esa extrañeza que transmite con sus cuentos. Me parece que tiene un punto de conexión con el universo que yo estoy también generando… Entonces, así como hice referencia a Mariana, podría haberlo hecho con Leila Guerriero, que es otra escritora que me encanta, que es muy buena narradora, ¿no? Creo que por ahí va la cosa…
El lanzamiento de Deforme se apoya también en algunos videos muy interesantes ¿Qué tan relevante considerás el aspecto audiovisual de tu trabajo?
Sí, totalmente… Esto también tiene que ver con lo que es el circuito de la escena independiente de Montevideo, por ejemplo, el que hizo la gráfica del disco es Martín Batallés que tiene un estudio que se llama Venado y es el que también hace añares realiza todo lo que es la gráfica de Buenos Muchachos y del sello Feel de agua, que es un sello amigo… Si bien nosotros no somos parte de ningún sello y mi carrera solista siempre fue independiente, tenemos estos puntos en común con estos otros artistas y nos vamos vinculando, nos vamos acercando, se va produciendo un acercamiento estético. Tenemos un gusto por la obra del otro y entonces empezamos a colaborar y a trabajar en conjunto… Particularmente con Martín Batallés venimos trabajando hace tiempo y venimos haciendo una especie de “trueque”, porque el laburo de él es caro (porque lo vale), pero en esto de apoyarnos entre nosotros, él considera cuando no tenés un sello detrás que te esté sosteniendo y busca la forma de que podamos hacerlo igual y que salga…
Yendo a tu experiencia de vida ¿Cómo te decidiste a dedicarte a la música?
El arte en general me gusta mucho, me gustan muchas expresiones del arte, desde la fotografía a la danza, el teatro y la música, que es lo que
me tocó desarrollar… En un principio no tenía el conocimiento que tengo ahora de lo que es el panorama musical mundial: haber conocido la obra de artistas como Nick Drake, Elliott Smith, Nick Cave, algunos anteriores como Bob Dylan o Leonard Cohen, te permite empezar a meterte en universos artísticos y desarrollo de carreras muy hermosas, muy bellas, y que están ancladas en lo que es el arte, justamente… Con el darle una mirada artística al desarrollo de tu obra… Es por eso que me termino dedicando a estas cosas, por haber conocido a Jomi Mitchell también o a Rosario Blefari, con quien tuve el gusto de compartir una fecha en Montevideo… Como que vas conociendo esas obras y decís: “Bueno, capaz que yo también podría tener mi universo…”.
¿Esa fecha con Rosario Bléfari dirías que marcó un hito en tu carrera?
Para mí fue un antes y un después esa fecha porque en ese momento yo no tenía una carrera consolidada ni nada… No digo que la tenga ahora, pero sí tengo los años de experiencia de ser compositor, de desarrollar el oficio de componer… Cuando me pasó de compartir con Rosario y tener una fecha en conjunto con ella, poder conocerla y charlar a fondo sobre su obra, a mí realmente me impactó, me llegó… Es una de las fechas más importantes que he tenido en toda en toda mi vida. Me gusta muchísimo la obra de Rosario Bléfari.
¿Cómo lograste desarrollar ese oficio de la composición?
A mí a veces me resulta una lucha, una lucha contra la ansiedad que te asalta cuando estás componiendo, estás armando un tema y te viene como una ansiedad y una emoción… O al menos es lo que me pasa a mí… Y lo que me me sirve es justamente parar un poco e ir a las referencias, visualizar un poco la obra de otros y ver cómo se construyó un álbum, cómo se construyó una canción, qué elementos tiene, reflexionar sobre por qué determinado álbum se destacó tanto… Es el método el que te ayuda a desarrollar el oficio… Ponerte, sentarte y dedicarle horas… Después está algo que es muy importante que son la idiosincrasia y la cultura del lugar en donde vos te encontrás. Cuando a mí me preguntan sobre el álbum Deforme yo digo que es un “cancionero montevideano” porque está creado desde la ciudad de Montevideo y con lo que contiene a la ciudad de Montevideo en su periferia. Yo estoy ahí metido. Después claro, están las referencias que a mí me gustan musicalmente, pero además están la del lugar: capaz que yo no estoy todo el tiempo escuchando a Jaime Ros, pero voy a la feria a comprar frutas y verduras y está sonando Jaime ahí. Entonces se me va a terminar metiendo…
En esta era digital en la que el consumo es muy fugaz ¿Cómo se construye una relación con un público que se anime a tomarse el tiempo para escuchar con atención una obra como la que proponen con La Orquesta Deforme?
Creo que tal vez no somos una banda que corresponde al tiempo en el que está viviendo, me parece que tiene que ver más con lo que pasaba capaz hace 20 años atrás, porque somos una banda del vivo; yo creo que es mucho mejor escucharnos a nosotros en vivo que escuchar el disco, por más que el disco esté realmente muy bien producido, cuidado y detallado. Creo que siempre lo mejor va a ser ir a vernos en vivo.0 Tiene que ver también con esta pata de lo que es el teatro en mi vida, me gusta mucho lo que es el desarrollo de una obra. Entonces hay como un trabajo muy cuidado y especial para lo que hacemos sobre el escenario en un recital, no me gusta dejar nada librado al azar. Entonces, con el contenido artístico hacia donde apunta mi universo musical más esta impronta de lo que es una obra relacionada al artificio y al teatro, se da como una conjunción que es más ceremoniosa, como si el recital fuese una ceremonia. Creo que el acercamiento del público, de la gente que me sigue, está más anclada a lo que son esos encuentros… De hecho, el disco se grabó en vivo, las bases se grabaron en vivo… Y a medida que más lo tocamos en vivo, mejor fluye… ¡Hay que coordinar la sensibilidad de 11 músicos y músicas!
¿Cómo ves la escena musical de Buenos Aires? ¿Pudiste establecer algunos lazos con bandas de acá?
Bueno, con Rosario me pasó justamente por ser ella parte de la escena independiente argentina… Ella fue “la madre” de la escena independiente de acá y creo que se van dando esas conexiones naturales, ¿no? Después, tengo una relación muy linda con la escena de La Plata: con Pablo Matías Vidal, que es de la banda Los Valses, tenemos innumerables proyectos, es un amigo ya y siempre hacemos intercambio. De hecho, este jueves vamos a tocar con Los Valses.