Conversamos con Joaquín Gil, miembro del Comité de Seguridad y Salud de CGT en TMB Autobuses. Con él hablamos de las dificultades de la plantilla en cuando a la negativa de que se les reconozcan las enfermedades que sufren como profesionales y repasamos exhaustivamente la situación laboral y médica de un sector esencial como es lo del transporte público.
Martes 3 de enero de 2023
Nos encontramos con Joaquín Gil, miembro del Comité de Seguridad y Salud de TMB Autobuses, en la azotea de la sede de CGT. Lo primero que hacemos es contemplar las vistas predilectas de la Barcelona vieja. No obstante, garabatea el paisaje la proximidad del cuartel de la Guardia Civil de Travesía de Gracia. Pero no es el único edificio que llama la atención. Enfrente nos encontramos Inspección de Trabajo, nada más y nada menos.
Con este entorno que nos va al pelo empezamos la conversación y lo primero que denuncia Joaquín, quizás por aquello extremo de la situación laboral y médica y por la necesidad de que se conozca, son los dos grandes tipos de enfermedades derivadas de la tarea que ejecutan a diario, y que sufre gran parte de la plantilla de TMB. Nos dice que "básicamente nos movemos entre las afecciones musculo-esqueléticas y las bajas por tema psicológico".
Y para conocer mejor explica que en cuando a las enfermedades físicas la cuestión se centra en que "los dos colectivos más grandes de la empresa son conductores, y después mecánicos. Estamos hablando de trabajadores que se pasan entre 7 y 8 horas sentados como mínimo, y otros que están constantemente moviendo peso durante toda la jornada". Así no es extraño el que apunta después, al decir que "tenemos mucha gente con problemas de hernias. Prácticamente el 90% de la plantilla estamos jodidos de la espalda. Hemos llegado a tener un absentismo de un 17 o 18%. Esto es más de 600 trabajadores de una plantilla de 4.000. La empresa, sin embargo, no reconoce que tiene un problema en este sentido".
En cuanto a las enfermedades de salud mental, Joaquín explica que la gran mayoría de estas patologías se desarrollan a causa del síndrome del burnout o el que él mismo reconoce cuando evidencia que "la plantilla está muy quemada por la forma de dirigir de la empresa. En muchos casos tienes que venir a trabajar en tus días de fiesta porque te dicen que falta personal, y después cuando tú exiges tu día de fiesta no te lo dan. Y aquí evidentemente es cuando entras en un círculo vicioso entre los dos grandes tipos de enfermedades, las cuales se retroalimentan una con la otra".
De hecho, debido al avanzado grado de las patologías físicas que sufren, nos explica que "muchos cirujanos se niegan a intervenir quirúrgicamente, puesto que puede ser peor el resultado que el propio beneficio médico. Y esto obliga a trabajar medicado. Y cuando no puedes más, vuelves a pedir la baja. No trabajas en condiciones y esto repercute a nivel físico y en nivel mental. Y evidentemente repercute también a nivel social y familiar".
Hay pero, otra situación, a nivel de movilidad y que hace a "nuestra forma de trabajar en el día a día y que te acaba mermando", nos dice. Y prosigue "no es fácil explicar que tienes que llevar un autobús de dieciocho metros por Barcelona y con 120 personas, y que tienes que estar pendiente de infinidad de cuestiones ajenas. No son los accidentes que tienes, sino los que evitas cada día. Llega un momento que tu cerebro ya no da por más, por eso hay tantos compañeros quemados".
No obstante, tratamos de volver brevemente hacia atrás. Queremos saber los motivos por los cuales la dirección no se hace cargo de esta alarmante situación que sufre a nivel de salud un sector tanto esencial como es lo del transporte público. Joaquín aquí denuncia que "este es un problema de cariz económico y político. Las hernias, artritis, artrosis, dislocaciones, todo esto no está reconocido como enfermedad profesional. Reconocer enfermedades laborales a un volumen tanto alto de trabajadores es un problema económico para los beneficios de la empresa".
Sobre esto nos pone un ejemplo que supera cualquier límite y que deja en evidencia hasta qué punto prevalecen los intereses empresariales por encima de la salud de trabajadores y trabajadoras, al decir que "aquí hay compañeros que están trabajando con muchísima medicación porque los han diagnosticado fibromialgia en primera fase. Y los tienen trabajando. Ni siquiera se nos concede la incapacidad por fibromialgia. No puedes ni andar, pero tienes que conducir".
La prioridad de la empresa es, nos comenta, "que salga el servicio. Los responsables de los centros de trabajo priorizan la salida del servicio por encima de la salud". Todo, desacreditando el servicio médico propio del que consta TMB. Y aquí una denuncia clara al respeto cuando apunta hacia la empresa para decir que "el servicio médico está muy preocupado por la situación en la que la plantilla va a trabajar. Ellos tienen claro el que es la salud de los trabajadores, pero hay responsables que no lo tienen tanto claro y piensan que el que dice el servicio médico está muy bien, pero hay que sacar los autobuses en la calle sea como fuere. Pero como me dé un “jamacuco” conduciendo un autobús lo pagamos los conductores y las usuarias".
Un otra de los riesgos laborales y, en este caso también viarios, y que permite la codicia de la empresa es el que nos comenta cuando expresa que "tener trabajadores conduciendo con 67 años vehículos industriales es un peligro, pero es un peligro para todos. No solo por el que conduce, sino por el resto de vehículos que circulan", todo en referencia en la edad de jubilación de los trabajadores y trabajadoras de TMB.
Llegados a este punto, pues, se comienza el que para la plantilla es una de las principales batallas enfrente la empresa: la consecución del adelanto de la edad de jubilación a los 60 años. En este sentido, Joaquín nos explica que este "es un tema prioritario para nosotros. La plantilla de autobuses está envejecida. A pesar de que creemos que la jubiliació tendría que ser a los 55 años, estamos luchando a través de una plataforma a nivel estatal para conseguir la jubilación a los 60".
Porque nos hacemos una idea, hoy la media de edad de la plantilla de autobuses es de 50 años. Hace 28 años, cuando entró a trabajar Joaquín, la media era de 42. Por eso, sigue manifestando que "aquello que tiene que prevalecer se la jubilación. Si llegas a los 55 años con problemas de hombro, el única opción que tienes es operarte y como decía antes, es una opción muy arriesgada. Igual de arriesgada también que no hacerlo y conducir medicado". Nos explica también que a "la plantilla tenemos reconocidas al convenio las prejubilaciones. Pero si mañana el gobierno del Estado decide liquidarlas, se nos acaban las únicas opciones que tenemos de mirar para nuestra salud". Cuestión que no se puede ningunear, teniendo en cuenta el retroceso constante en materia de derechos laborales y sociales en el última década, incluidos los últimos años con el gobierno del PSOE y Unidas Podemos.
Por otro lado, expone que "la ley especifica que en caso de estar incapacitado para trabajar y no se te concede la baja por enfermedad profesional, te tienen que adaptar el lugar de trabajo, respetando el sueldo y la categoría laboral", pero esta es una medida con trampa, y retoma al explicar que "en el caso de Transportes de Barcelona solo tenemos acceso a tener un lugar alternativo si previamente la Seguridad Social te concede una incapacidad. Y precisamente no está dando ninguna".
Ante esto, Joaquín sigue y comienza otro tema como es el de las denuncias por la vía judicial, al decir que "al final tienes que acabar denunciando para que un juez te diga que no puedes ir a trabajar. Tienes que ir a un juzgado y la incapacidad te lo tiene que dar un juez. A partir de aquí, tenemos derecho a un lugar alternativo a la empresa".
Sobre este mismo tema, nos dice que antes, incluso, la cuestión de las incapacidades era mucho peor y expresa que a través de las jornadas de huelga que convocaron con éxito el pasado mas de septiembre consiguieron que "se puedan revisar incapacitados con 56 o 57 años y devolverte a tu puesto de trabajo. Antes, si a partir de los 55 no conseguías la incapacidad te quedabas en la calle. Esto lo hemos conseguido con la huelga y las movilizaciones. Nos ha costado muchos años de lucha. Pero si eres conductor es muy difícil adaptarte a un lugar alternativo. Un autobús no lo puedes adaptar a la patología de un trabajador concreto".
En este punto, nos interesa conocer qué otras demandas se lograron en materia de bajas laborales o enfermedades profesionales gracias a la presión de la huelga para firmar el convenio con la empresa, y nos explica que "No las pudimos lograr todas, pero conseguimos que todos los procesos de bajas que tenemos desde la firma sean todos de primer proceso. Esto significa que aunque el trabajador tenga tres o cuatro procesos de baja en un año, siempre cobrará el 100%. Hay trabajadores que empalman una baja detrás de otra y acaba siendo una merma económica importante para el trabajador. Estar enfermo te penalizaba".
Joaquín también demuestra tener claro la necesidad de luchar y movilizarse al decir con fuerza que "la cuestión de las demandas salariales va ligada con la cuestión de nuestra salud. Además de exigir mejoras salariales porque la situación económica que tenemos está lejos de ser buena, la otra prioridad que teniem eran las mejoras sociales en el nuevo convenio. Y las mejoras sociales también pasan para tener mejoras en el aspecto médico. No se han podido conseguir todas, pero nosotros hemos luchado siempre por estas cuestiones y lo seguimos haciendo".
Por último, Joaquín hace una reflexión sobre el papel de los Comunes y el Ayuntamiento de Ada Colau en todos estos años y dice que "nosotros pensábamos que con la llegada de los Comunes cambiarían algunas cosas, y algunas han cambiado a peor. Muchas de las cuestiones que han hecho a nivel de movilidad en Barcelona repercute en el tráfico y nos aumenta el riesgo de accidentes. En cierto modo ha empeorado bastante" y concluye con una denuncia de cariz político enfrente la dirección de la empresa y señala con contundencia que "la dirección de la empresa es la dirección política del Ayuntamiento de Barcelona. El consejo de dirección de la CON [Autoridad Metropolitana de Barcelona] es un consejo político que solo mira por sus propios beneficios".