En una Ciudad Gótica inmersa en la misma oscuridad que rodeaba a las ciudades en los 80, con su decandencia neoliberal y miserias cada vez más masivas, viene Joaquín Phoenix a contar una historia, junto con Todd Phillips.
Viernes 4 de octubre de 2019 23:16
La historia de un pobre tipo que se convierte en uno de los antihéroes más odiados y queridos por el público. Eso es lo que diferencia esta película de las anteriores, personaje que ya fue encarnado por Jack Nicholson y Heath Ledger décadas atrás.
Esta vez, vemos cómo el Guasón llega a ser el villano y enemigo de Batman, en un relato donde Joaquin Phoenix le da la humanidad que antecede a la maldad de Ciudad Gótica.
Hubo o hay mucha expectativa de los seguidores de un actor con reconocidas interpretaciones en su carrera, y no van a estar para nada decepcionados con la actuación de Phoenix. Me saco el sombrero porque hace carne la idea de actuar con la mirada, aunque todo su cuerpo y movimientos acompañen esta creación.
Pero no nos adelantemos más. Sin spoilers, intentar de contar por qué esta película, además de desarrollar de manera excelente un personaje icónico, también logra atrapar algo de un espíritu de época más que actual. Por partes.
La historia comienza con Arthur Fleck, un tipo con un laburo bastante malo, y con una condición neurológica que aparentemente lo marginó y empobreció. Esta condición tiene como síntoma una risa incontenible, que puede aparecer en cualquier momento o situación de su vida cotidiana, producto de una lesión cerebral junto con otras. Y a la vez que Arthur siente como su vocación la de ser comediante.
Una situación bastante “desfavorecida” como se dice, en el sentido de que representa a muchas personas, una parte de la sociedad, que es expulsada de la vida en la sociedad burguesa. Inicio al que se le empiezan a sumar y desarrollar algunos nuevos eventos. “Políticos y personales” en un sentido de que el marco histórico te podría llevar a un Chicago o Nueva York de los 80, con situaciones de violencia hacia él de todo tipo. Y que lo llevarán a conocer la verdad sobre su propia vida.
Esto da lugar a un odio a la sociedad que lo “creó”, poniendo en primer plano una de las expresiones más extremas y REALES de la injusticia y las opresiones. Pero el Guasón es único, y se siente algo único en su propio mundo.
La transformación del personaje, cómo se convierte en el Guasón, es de una complejidad y humanidad extrema, por eso realza la actuación de Joaquín Phoenix al poder hacer ver en una misma toma las tormentas que acosan y resuelve nuestro protagonista.
Mención aparte merece el papel de Robert de Niro como conductor de un talk show (programa televisivo), llevando a otro nivel la película también. Completando la imagen con el toque de Frances Conroy en un rol que le cae como anillo al dedo: su madre.
La inspiración del “Joker” se rastreó hasta la obra de Víctor Hugo “El Hombre que ríe“ de 1869, que fuera recreada en cine del expresionismo alemán en 1920. Veinte años después al momento de crear una cara para el archienemigo de Batman, el Guasón o Joker, Bill Finger se basó en la cara de su actor: Conrad Veidt.
La historia de la película retoma la esencia de aquel personaje ahora en una de DC Comics la Warner, donde el borde entre una sonrisa, emoción que expresa alegría supuestamente, puede rápidamente desdibujarse a angustia, e incluso desesperación.
Una de las cuestiones más curiosa que logró la película en su público, es que en medio de la tensión y el drama, y también fuertes escenas de acción, fue provocar risas por momentos, casi que contenidas, para su propia sorpresa de que, en medio de sucesos tan fuertes, algo pudiera aún ser gracioso.
La reacción demuestra lo que cuenta la película, tendiendo un puente con el corazón de nuestro protagonista: una carcajada desesperada frente a las bestialidades de la vida… que podría ser, la de tantas personas. Será que estaremos empezando a vivir, como en esas épocas donde surge el personaje, de grandes convulsiones y choques con un sistema tan inhumano.
Continuando el gran trabajo de sus predecesores con Batman El Caballero de la Noche (2008) y el inolvidable Heath Ledger antes de fallecer, Guasón termina llevando a un nuevo nivel las películas de héroes, y la propia historia de su protagonista.