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Red Internacional
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Agrotóxicos. Jornada contra Monsanto y el Polo Petroquímico en Bahía Blanca

Será en consonancia con la Marcha Mundial contra Monsanto que se realizará el próximo sábado en más de 400 ciudades de 50 países.

Viernes 19 de mayo de 2017

El próximo sábado 20 de Mayo se realizará una nueva edición de la Marcha Mundial contra Monsanto. Bahía Blanca nuevamente se suma, esta vez con una jornada artística y de debate en la Plaza Rivadavia, donde se tocaran no solo la cuestión del agronegocio sino también las distintas problemáticas de la ciudad en relación al medioambiente.

Esta marcha mundial tendrá un claro contenido político. La victoria de Trump en la principal potencia imperialista implicó una clara regresión de las ya impotentes políticas medioambientales, siendo una de sus primeras medidas una flexibilización de las mismas.

Por otra parte en Argentina, las grandes empresas contaminantes tienen sus representantes en todas las esferas de gobierno. Mientras Monsanto tiene a un directivo al frente del ministerio de agroindustria de la PBA, es harto conocido que el periodista devenido intendente, Héctor Gay, estuvo durante años financiado por el Polo Petroquímico.

El agromodelo: Un negocio para unos pocos

Monsanto junto a otras empresas, simbolizan un modelo agrícola extractivista que no solo saquea los recursos y bienes que deberían pertenecer a todo el pueblo trabajador, sino que además afecta la salud y pone en riesgo la vida de millones de personas. Recientemente un tribunal ético de “La Haya” reconoció que es culpable de “daños a la salud y el ambiente, crímenes de guerra y ecocidio”.

El gobierno nacional ha reconocido que más del 60 % de las frutas y verduras de los Mercados de Buenos Aires, La Plata y General Pueyrredón se encuentran contaminadas con agrotóxicos, entre los cuales se detectaron químicos prohibidos. Por su parte la Red de médicos de pueblos fumigados viene denunciando desde hace años que las tasas de cáncer y otras enfermedades respiratorias relacionadas al paquete tecnológico del agronegocio se triplican en sus pueblos respecto a la media nacional.

Esta es la consecuencia de un sistema capitalista donde el máximo interés es el lucro de los empresarios y la tierra es una propiedad privada, al servicio de esto. En Argentina la mitad del territorio cultivable está en manos de 4000 grandes terratenientes, siendo el Estado el responsable de garantizar esas ganancias. Desde la “campaña del desierto” hasta la reciente quita de retenciones de Macri al campo, hay una línea de continuidad histórica que tuvo un hito reciente en 2012, cuando Cristina Kirchner anunció la instalación de la planta más grande de América Latina de Monsanto en Malvinas Argentinas, que nunca fue inaugurada debido a los 4 años de resistencia que puso el pueblo cordobés.

Que Leonardo Sarquís, ex directivo de Monsanto, sea el ministro de agroindustria de Vidal es la muestra más explícita de que quienes gobiernan son los mismos empresarios que nos explotan y saquean nuestros recursos.

Polo petroquímico, el gigante de la contaminación

Sin duda alguna, otra de las cuestiones que cruzaran los debates de la jornada, será la cuestión del polo petroquímico, el más grande de todo el país, y en vistas de ampliarse próximamente tras la visita de Macri a Dow Chemical.

En una ciudad donde los problemas de agua son regulares, el polo usa la cantidad equivalente al 30% de lo consumido en todo Bahía Blanca, y tienen un contrato de prioridad con ABSA para que en momentos de escasez hídrica puedan abastecerse, dejándole las canillas secas al resto de los bahienses. Además utilizan los gasoductos más grandes del país, aquellos que pasan por sus instalaciones y se conectan con el nudo troncal de Gral. Daniel Cerri.

A cambio de este saqueo de recursos, dejan a la ciudad trabajo precario, la constante contaminación del aire con recurrentes escapes de gases tóxicos y el vertido de residuos a la ría donde las muestras presentan índices elevados de cadmio, zinc, mercurio e hidrocarburos.

La impunidad de la que gozan es monumental, recientemente funcionarios municipales tuvieron que reconocer que la contaminación del Polo se mide en una buena parte con el olfato. Asimismo el juez Ares, quien había hecho pública esta denuncia, manifestó que las causas judiciales que se abren cada vez que hay un escape de gas tardan años en tramitarse, y las ya ínfimas multas que se establecen terminan prescribiendo.

Esto no es de sorprender si tenemos en cuenta el vínculo del Polo Petroquímico con el poder, que no distingue color político. Hoy esta relación es mucho más explícita ya que al frente de la intendencia está su representante por excelencia, Héctor Gay, pero hace tiempo que vemos que todas las actividades del Instituto Cultural bahiense vienen con el sello de Profertil. Por otro lado cabe recordar que hace poco menos de dos años atrás, era noticia la visita a sus instalaciones del entonces gobernador y candidato a presidente Daniel Scioli, junto al embajador norteamericano Noah Mamet, en un nuevo capítulo de entrega al imperialismo.

Nuestras vidas valen más que sus ganancias

Nuevamente los más perjudicados somos los trabajadores. Como dice Facundo Cantariño pre-candidato a consejero escolar por el PTS en el Frente de Izquierta “El tratamiento responsable de desechos contaminantes le significan un gasto a las empresas, por eso la contaminación es parte de sus ganancias. La mismas empresas que nos precarizan y explotan como en el Polo, son las que contaminan las ciudades, la comida, la tierra y el agua, por eso decimos que “Nuestras vidas valen más que sus ganancias”.”

Ante este panorama, desde el PTS en el Frente de Izquierda participaremos de esta jornada, levantando la necesidad de una organización política propia de los trabajadores. Como señaló nuestro compañero Nicolás del Caño en el acto del Primero de Mayo, es necesario “Organizar la economía y la sociedad en función de las necesidades del pueblo trabajador”.

Así podríamos usar la tecnología a nuestro favor para repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, y reducir la jornada laboral a 6hs, 5 dias a la semana con un salario igual a la canasta familiar. Expropiando a los 4000 principales terratenientes para un nuevo agromodelo sobre bases sustentables y agroecológicas donde los recursos de la tierra no sean de unos pocos sino que sean de todos.

Invitamos a todos y todas a sumarse a esta lucha.

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