Esta mañana se llevó adelante una sentada en las escalinatas del Instituto Juan XXIII, medida de lucha que tomaron los estudiantes de psicología luego de que la institución bajó un convenio poniendo en riesgo la validez de todas sus materias.
Jueves 9 de noviembre de 2017
Lo cierto es que hace una semana, y ni siquiera en todos los cursos del Profesorado de Psicología, se les comunicó a los alumnos desde la dirección del Instituto Superior Juan XXIII que había finalizado el convenio con la Universidad del Salvador, suprimiéndoles la posibilidad de continuar con la Licenciatura que por contrato reconocía el 45% de las materias ya aprobadas lo que garantizaba la reducción del plan de estudio a 6 cuatrimestres, con una menor carga horaria para los alumnos con lo cuál la duración de la misma totalizaba tres años en lugar de cinco. En éste punto es trascendental mencionar que los alumnos en su mayoría se abocan a trabajar para costear la mencionada carrera teniendo en cuenta el convenio que mantenía el instituto con la USAL.
Desde la tarde de ayer, ante el legítimo reclamo por parte de los alumnos se mantuvieron algunos diálogos con los directivos de la institución donde se les propuso a llevar a cabo la Licenciatura en la Universidad Salesiana (UNISAL) con la premisa que la misma no reconocería las materias ya realizadas, teniendo que cursar la totalidad de las asignaturas en un período de cinco años, todos los días hábiles de la semana. Dicha oferta no tendría apoyo ya que la carrera de psicología de grado y el plan de estudio correspondiente aún no se encuentra aprobado sino en proceso de acreditación lo que deja más incertidumbre y preocupación. Esta medida también perjudica a los alumnos de la carrera de Psicopedagogía ya que también se les había informado que, como no estaba la Licenciatura en dicha especialidad, podían hacerla en Psicología y se les contemplaba algunas materias. Claramente para algunos empresarios, la educación no es un derecho sino mas bien un jugoso negocio y no importa cuanta gente haya por delante.
A nivel nacional el presidente Mauricio Macri lanzó su boceto de contrarrefomas y anunció con la palabra que las universidades y la educación pública tienen que “hacer un esfuerzo para reducir el gasto público”, como si lo destinado a educación en éstos últimos años fuera un costo a nivel de los millones que gasta el Estado en subsidiar a empresas o incluso a universidades privadas, a tal punto que se quieren precarizar las condiciones de vida con el mismo fín, agrandar la ganancia empresarial.
Esto es un ejemplo mas de que los intereses de unos pocos se anteponen ante cualquier tipo de voluntad como la estudiantil y las de los trabajadores. Sin embargo la lucha contra el fallo del 2x1, las movilizaciones populares en defensa de la Educación Pública y la exigencia de Justicia por Santiago Maldonado, demuestran que al gobierno se le puede torcer el brazo, que cuando hay organización tanto de estudiantes como de trabajadores no es tan fácil derrotarnos. Así lo demostró la lucha que dieron los trabajadores de ante de un despido persecutorio que la empresa tuvo que dejar sin efecto.
La organización de los estudiantes debe ser siempre lo más amplia posible, incluso rodeando la solidaridad a las peleas que se viven en otros establecimientos, ya sean públicos o privados. La unión de todos los reclamos, la permanente asamblea como órgano de discusión y garantía de democracia en la opinión tiene que ser bandera corriente para las luchas actuales y por venir.