Lomas de Zamora. Jornada solidaria: "No al desalojo de las familias de La Ribera"

Edición: Natalia Concepción López

Después del desalojo que sufrieron, las vecinas y vecinos del Barrio la Ribera de Lomas de Zamora siguen exigiendo que la Gendarmería Nacional y la policía que comandan el intendente Martín Insaurralde y el ministro Sergio Berni, se vayan del predio donde viven con sus hijes.

"Pasaron con las topadoras tirando todo abajo. No les importaba nada. Había niños, mujeres embarazadas, abuelas. Somos 237 familias y querían que nos fuéramos de nuestras casas, que compramos y construimos con mucho esfuerzo", cuenta a este diario una de las mujeres que se encuentra a la cabeza de esta lucha.

"Varias de nosotras somos enfermeras. Nosotras asistimos a los que estaban heridos, porque no dejaban entrar ni a las ambulancias ni al personal de salud", cuenta otra de las mujeres que se acerca hasta la ronda de mamás, hermanas, abuelas y vecinas que se armó bajo del sol, en la entrada de una casa medio en construcción y medio demolida. Ahí, al resguardo del viento, el barrio recibió a "las profes" que al enterarse fueron a darles apoyo y ahora vuelven con más fuerzas e improvisando una escuelita. Un centenar de niñes juega, baila, pinta y le arranca una sonrisa al fin de semana frío.

"Muchos niños todavía tienen miedo y lloran de noche, o al ver a los helicópteros que sigue sobrevolando acá en el barrio", cuenta Marta mientras revuelve una de las ollas donde el maíz negro se deja cocinar junto a una rama de canela. También cuenta que "muchas familias ya estaban sin trabajo desde la pandemia, o incluso de antes, pero ahora, con todo esto, muchas tuvimos que dejar de ir a trabajar por miedo a que venga de nuevo la Gendarmería a querer sacarnos nuestras casas". "Somos enfermeras, trabajadoras de casas particulares, costureras, pero muchas no estamos pudiendo ir a trabajar", cuentan.

Marta agrega que aún no saben quién reclama los terrenos que compraron desde hace 4, 5, 6 años, a un particular, pero a nadie le caben dudas que las fuerza de seguridad que se apostaron en la entrada de su casa, desde el 12 de julio, no está para defender el interés de sus familias. Para rodearlas de solidaridad, para tejer el apoyo, para repudiar la presencia de la Gendarmería y la Policía de la provincia de Buenos Aires, maestras de escuelas de la zona, estudiantes y trabajadores de la salud del municipio se organizaron este fin de semana para llenarlas de fuerza.

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Recordemos que a comienzos de julio la Gendarmería nacional reprimió a cientos de personas, incluidos muchos niños y niñas, con topadoras, camiones hidrantes y decenas de efectivos que derrumbaron las casas que las familias venían construyendo en el predio. Como señala un comunicado que difundieron diversos organismos de derechos humanos, “desde ese día gendarmería se encuentra instalada dentro del barrio y junto con la policía hacen recorridas portando armas de guerra, hostigando y atemorizando a vecinos y niños”.

El texto también denuncia que existe un permanente control por parte de las fuerzas de seguridad sobre las puertas de ingreso y salida del predio. “Piden DNI y sacan fotos a los autos, requisan a los vecinos y a las personas que quieran ingresar”, contaron las maestras a La Izquierda Diario, y agregaron que “también impiden el ingreso de proveedores de agua, gas y alimentos”.

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"El municipio de Lomas de Zamora se acercó en diferentes oportunidades otorgando DNI u ofreciendo asfaltos: saben muy bien de la existencia del barrio", advierten. Ante la falta de respuestas, también cuentan que se preparan nuevas acciones para reclamar que cese el asedio de la gendarmería y de la policía local.

A un año del brutal desalojo a las familias de Guernica, el reclamo de tierra para vivir y de vivienda para todas las familias, está a la orden del día. La defensa de este derecho elemental se extiende cotidianamente en la provincia que gobierna Axel Kicillof. Mientras los precios se disparan por las nubes y los salarios no alcanzan, la especulación electoral y el negocio inmobiliario crecen. La represión y las amenazas no puede ocultar, sin embargo, la convicción y la fuerza de las familias que se ponen de pie para pelear por su derecho. Se vio en la jornada que organizaron las maestras este fin de semana en La Ribera y en la sonrisa que arrancó la noticia de la anunciada reincorporación de los trabajadores ferroviarios que el viernes pasado, mientras ellas cortaban el Puente La Noria, cortaban el acceso a la estación Darío y Maxi, en Avellaneda.

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"Son nuestros alumnos y alumnas, son sus papás y mamás, y están viviendo hace semanas bajo este permanente hostigamiento por parte del Estado, del gobierno nacional y del gobierno provincial", dice Paula Canalis, delegada docente del Suteba Lomas de Zamora, y una de las maestras impulsoras de la jornada de apoyo a las familias de La Ribera. "Es inadmisible", agrega, y cuenta que junto a estudiantes de la Universidad de Lomas de Zamora, a profesionales que integran la Comisión Directiva de Cicop, a enfermeras y docentes de la zona "queremos seguir organizando el apoyo, como lo hicimos en Guernica". "Llamamos a todas las organizaciones sociales, de derechos humanos, de mujeres y sindicales de la zona a sumarse a impulsar una gran campaña en apoyo a las familias de La Ribera”, sostuvo.