Ante el incumplimiento de las promesas del gobierno de Boric -que había anunciado el fin de los desalojos- se intensificó la organización en asambleas y movilizaciones en defensa del derecho a la vivienda. Mientras el gobierno despliega las fuerzas policiales para violentos desalojos; la precariedad habitacional se vió agravada por las inclemencias climáticas y los incendios. Sin embargo, a pesar del absoluto abandono por parte del Estado, se han realizado acopios de diversos tipos.
Viernes 7 de junio
Desde el PTR, la agrupación de profesores/as Nuestra clase, trabajadores y dirigentes sindicales del aseo de UMCE, de UTEM, de funcionarios de la U de Chile, del sindicato SUBUS y de desde distintos lugares de trabajo y vecinos de la zona, se está desarrollando una nueva campaña de solidaridad obrera y popular, para apoyar a las familias del Campamento Dignidad de La Florida. Estaremos este sábado a las 15hs, en la Casa Cultural Marx de San Joaquín, ubicada en Verdi 112, recolectando pañales y leche, para los y las niñas del campamento. O depositar en la cuenta que figura en el flyer convocante.
Mira el reportaje de La Izquierda Diario sobre el Campamento Dignidad: "Tierra, Vivienda y Dignidad":
La promesa de garantizar el acceso a la vivienda, plasmada en la plataforma electoral de la coalición de gobierno, incluía un plan de emergencia habitacional que contemplaba la construcción de 640.000 viviendas en un plazo de cuatro años. Sin embargo, a principios de marzo de 2024, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo presentó el Catastro de Campamentos, que revela un aumento del 31% en comparación con el registro de 2022, con un total de 1.432 campamentos distribuidos en las regiones Metropolitana, Biobío y Valparaíso.
En contraste, las políticas implementadas en relación a los terrenos ocupados por campamentos de viviendas precarias han sido caracterizadas por violentos desalojos. En los últimos meses, tres campamentos han sido desmantelados con brutal represión por parte de carabineros, quienes amparados en la Ley Antitomas, facultan el encarcelamiento de los ocupantes bajo la acusación de usurpación. Esta criminalización de quienes buscan un techo digno expone la falta de soluciones habitacionales adecuadas y la respuesta represiva del Estado ante la precariedad.
En la última cuenta pública informada por el presidente Boric, no se hizo ninguna alusión en torno al déficit habitacional ni ningún plan de emergencia de vivienda. Por el contrario, las principales medidas apuntan a reforzar la dotación y presupuesto a las fuerzas de “seguridad”, con el argumento de que el crimen organizado está en aumento. En relación a esto, es importante destacar que el argumento para los desalojos, es que en los campamentos, se instalan los narcotraficantes, aunque los vecinos denuncian la colusión de los mismos carabineros con estas mafias.
La verdadera seguridad entre vecinos, se garantiza por la solidaridad que se tiene en los campamentos, donde incluso se apoyan en necesidades cotidianas, como lo son las falencias económicas resultado de las alzas, los bajos salarios y la desocupación. Y para brindarle una perspectiva a la juventud, sostienen una escuelita popular junto con profesores y familiares, con apoyo escolar. Frente a los siniestros, que se producen por la fragilidad de la estructura y materiales precarios, son las manos de apoyo las que posibilitan volver a poner en pie las viviendas.
Y ante la destrucción de las viviendas tras los últimos operativos de desalojo, también fueron las manos solidarias de distintos sectores, de distintas comunas, juventud y trabajadores los que ante el abandono del Estado, se pusieron a disposición para recaudar fondos y acopios a las familias afectadas. Poniéndose al descubierto el agravante de las lluvias y las bajas temperaturas, que afectan los casos de influenza y otros problemas de salud pública.
En la tanto que se lucha por la escrituración de las viviendas, la expropiación de terrenos ociosos y un plan de obras públicas y de vivienda financiadas por las grandes empresas inmobiliarias, quienes somos trabajadores, no podemos quedar ajenos a esta situación, y por ello se está desarrollando una nueva campaña de de solidaridad obrera y popular, para apoyar a las familias del Campamento Dignidad de La Florida.