Lunes 6 de diciembre de 2021
Los resultados de las últimas elecciones parlamentarias dejaron muy conforme al candidato de la derecha y ultraderecha, ya que su sector aumentó considerablemente, con el partido republicano conquistando 11 bancadas en la cámara de diputados, ante estos resultados el candidato de la derecha dijo que “la composición del nuevo congreso, le da una seguridad a los inversionistas para volver a Chile”. Este tipo de comentarios no es de extrañar en alguien como JAK, sin embargo no está demás mencionarlo, ya que demuestra su ubicación estratégica; Kast es el candidato del gran empresariado nacional y transnacional.
De las posiciones de Kast respecto a su agenda securitaria ya se conoce bastante, en el fondo es un programa que busca proteger el actuar represivo de las policías y proteger a como dé lugar la propiedad privada tanto en las ciudades como en el campo. Por eso nos centraremos en sus dichos respecto a las ideas de la derecha en general y de los republicanos en particular respecto al sistema de pensiones y un tema bastante polémico al respecto: la edad de jubilación.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, INE, la esperanza de vida en las mujeres se sitúa en los 86,05 años y en los hombres, poco más de 81 años, es decir que el proyecto del gran empresariado al cual representa Kast es hacernos trabajar hasta morir. Hay que ser claros, la propuesta de extensión de la edad de jubilación del candidato de la derecha es un ataque directo a la juventud trabajadora, lo que planteó en el programa de Parisi y el PDG es que su propuesta “No es que quiera alargar la edad de jubilación, sino que quiero unirla a la expectativa de vida”.
Más allá de los eufemismos, lo que JAK está planteando es aumentar la edad de jubilación, pero como no tiene la fuerza necesaria para imponerlo hoy, lo busca hacer mediante un ataque silencioso, pero no por ello menos nefasto, es asestar un ataque a las próximas generaciones de trabajadores y trabajadoras. “La persona que ya entró al mundo laboral tiene un derecho adquirido y eso no se le puede modificar en cuanto a su edad de jubilación…si naces hoy y tú expectativas de vida no es de 80 sino de 85 años, yo creo que es razonable que las personas que vayan entrando unan su expectativa de vida con su edad de jubilar”.
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No podemos aceptar este nuevo intento de ataque a la clase trabajadora, pero sobre todo a las mujeres trabajadoras que son quienes tienen una mayor esperanza de vida y a la juventud. Ante esta discusión ¿Boric seguirá planteando que quiere acabar con las AFP” o para tranquilizar al gran capital y al régimen político también rehuirá de sus planteamientos iniciales y de igual forma moderará su discurso referente a este punto?
Aquí tenemos que tener en claro algo muy importante, a saber, cada una de nuestras conquistas han sido frutos de grandes luchas, el tercer retiro por ejemplo, se ganó con cacerolazos, barricadas en las poblaciones y un paro portuario, es decir entre la alianza de trabajadores estratégicos para la economía del país con los sectores populares que salieron a manifestarse en las poblaciones y comunas periféricas de las ciudad.
Estos métodos son los que un partido de trabajadores tiene que impulsar y poner al centro, para buscar una salida concreta a las principales demandas populares y al mismo tiempo para mostrar una alternativa política ante la inercia y adaptación al régimen económico y político de las fuerzas de la centro izquierda, quienes buscan llevar todo a las cocinas parlamentarias, sacando a la población de las calles e institucionalizando cada una de las reivindicaciones para hacerlas dormir en los salones del parlamento.
Justamente es en el sentido contrario a esto último lo que buscamos hacer desde el PTR, es decir hacer del pueblo trabajador un actor y sujeto político relevante que imponga sus demandas y programa combinando la lucha política con la lucha en las calles, en la perspectiva de abrirle paso a una huelga general que unifique todas las demandas y las concentre hacia un mismo enemigo: la herencia de la dictadura y el respectivo gobierno de turno que se comprometa con administrarla o profundizarla.