Los basurales a cielo abierto son un foco constante de contaminación y de riesgo sanitario. En el basural de San Atilio pueden encontrarse toda clase de residuos, inclusive peligrosos y patogénicos, que son arrojados sin ningún control ni tratamiento previo. ¿Qué consecuencias trae esto para las infancias del barrio?
Lunes 8 de noviembre de 2021
Crecer en la triple frontera del conurbano Bonaerense
Las construcciones sociales vinculadas a la violencia y criminalidad, impulsadas por los medios de comunicación hegemónicos; intentan ocultar la situación de precariedad ante la vida y de trabajo de más de medio millón de personas, la estigmatización de su población y la responsabilidad del Estado ante esto. Narcotráfico, contrabando e inseguridad son sólo algunos de los términos que aparecen asociados a lo que conocemos como la Triple Frontera, ese lugar donde confluyen Argentina, Brasil y Paraguay.
En menor escala, pero con características similares ante la vida, se encuentra el Barrio San Atilio. El predio está ubicado sobre la ruta 234 y a la vera del arroyo Pinazo. Esa zona es la llamada “triple frontera del conurbano” entre los partidos de Moreno, José C. Paz y Pilar. El municipio a cargo de Mario Ishii quiso instalar en ese lugar un matadero, pero los vecinos frenaron la propuesta a fuerza de organización contra el daño a la salud que significaba.
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Beatriz, una vecina del Barrio refirió que el basural comenzó siendo pequeño, pero con el crecimiento demográfico de José C. Paz se agudizó: "El problema es que la contaminación que recibimos del basural por ser un barrio que no tiene agua potable y que tampoco cuenta con servicio de cloacas es tremenda, porque las napas están cada vez más contaminadas y el aire, con las quemas, se hace cada vez más irrespirable”. Esto ocasiona que gran parte de los niños sufren de enfermedades respiratorias y de la piel.
"José C Paz limpio" dicen las paredes que mandan a pintar desde el municipio a lo largo y ancho del distrito, pero la realidad de cientos de infancias muestra otra cosa. Rocío de 11 años que vive cerca del basural nos cuenta "(...) siempre queman y a la mañana te despertás y hay como niebla y un olor re feo y encima siempre hay como humo. (…)allá también hay ríos que están llenos de bolsas, botellas(...)”
El basural de San Atilio es uno de los más grandes del distrito y conocido porque los vecinos vienen organizándose para decir: No al basural. Al recorrer las calles del barrio vemos como este avanza hacia el basural y las nuevas casillas están construidas sobre tierra con basura. Es ahí donde Clara y Rami de 10 años nos cuentan qué les gustaría que “pongan árboles que estén creciendo” y “calles normales y que saquen todos los vidrios” para poder jugar sin lastimarse.
No es el único basural, se pueden encontrar mini basurales desperdigados en todo el territorio paceño. Ahí cerquita frente a la escuela primaria n° 31 sobre Canal de Panamá la basura flota en el agua podrida y a dos cuadras cruzando un zanjón y unas vías fuera de funcionamiento hay un predio donde también se acumula y quema basura. A 5 minutos de allí, sobre la calle Charcas esquina Salvatori, hay otro foco de basura importante, frente a lo que funcionaría como colonia para niños. Solo por nombrar algunos.
Los problemas de vivir cerca de un basural no son solo las enfermedades de piel o respiratorias, es también el olor y el agua contaminada. "Es necesario un plan de obras públicas y ambientales, se necesita incluir el saneamiento de estos espacios para garantizar salud, espacios verdes, recreativos y tierras para viviendas" expresó Anabela Colli candidata a concejal por el Frente de Izquierda Unidad del distrito. Y agregó "mientras Caggiano, el actual presidente del concejo deliberante, nos manda a hacer ladrillos de botellas plásticas, se desentiende del problema de los basurales"
Son cientos las infancias que atraviesan esta problemática y necesitan una solución urgente, necesitan “los árboles creciendo” y “la calles normales”, como quiere Clara y dejar de “acostumbrarse”, como plantea Rocío al mal olor y al humo “que va de acá para allá” como explica Rami. Porque la basura no es un lugar donde crecer.