A través de una emotiva y crítica despedida de su época escolar, Nicole Jara, estudiante del 4to medio HC del complejo Monseñor Francisco Valdés Subercaseaux de la comuna de Curarrehue, expresó su sentir contra la exclusión que viven miles de jóvenes que son ignorados por un sistema que no les ofrece nada más que resignación y sometimiento. Compartimos su escrito a continuación.
Lunes 21 de noviembre de 2022
Este es el discurso que dio Nicole Jara, una estudiante de 4° medio HC en el día de su licenciatura.
Con su permiso lo comparto y lo vuelvo a aplaudir, sin dejar de sentirme culpable por caer en este sistema donde decir lo que uno piensa se vuelve temor en que las consecuencias nos alcancen de una u otra manera. Nico, admiro tu valor y autodeterminación y estoy segura que tu vida y la de muchos de tus compañeros estará llena de éxitos porque son una generación con los ojos abiertos, con una capacidad reflexiva y crítica que va más allá de los límites que este sistema quiere imponer en estudiantes de este contexto
"En esta oportunidad, quiero resumirles sobre mi experiencia estudiando en el Complejo Monseñor Francisco Valdes Subercaseux. Durante dos años en enseñanza básica y cuatro años en enseñanza media, los años que más me marcaron cómo estudiante y persona fueron estos últimos cuatro años, dónde aprendí a llevarme una desilusión bastante grande al ver que las cosas no eran cómo tantos de nosotros lo habíamos idealizado. Si bien siempre he sido fanática de estar en lugares dónde me hagan sentir cómoda y segura, aquí nunca logré sentir el respeto por mi opinión o punto de vista.
Durante todo este proceso, puedo destacar que vi mucho talento y potencial en muchos adolescentes, adolescentes con pasión y entusiasmo, jóvenes con diferentes capacidades,
para dibujar, escribir, para tener habilidades comunicativas y de liderazgo, jóvenes políticos, jóvenes lectores que fácilmente se terminaban un libro en un día, amantes de crear y amar la
música, jóvenes dispuestos a conocer cada esquina de nuestra comuna para enseñar la hermosura de nuestro entorno natural.
Sin embargo, aún con todo este rebosante talento y ganas de crecer en una comuna que nos permitiera encajar, comprendí que, nuestro arte nunca será bienvenido en un lugar donde nuestros derechos fueron y siguen siendo vulnerados, dónde nunca somos una prioridad para las autoridades, dónde tuvimos que cambiar las cosas con esfuerzo nuestro para tener una sala calentita, dónde el apoyo depende de la jerarquía que alguien tenga.
Curarrehue, una comuna hermosa y rica en cerebros revolucionarios e inteligentes dispuestos a cambiar la sociedad y ser mejores, lamentablemente detenidos por un poder que nos calla cuando florece una idea brillante y nos deja tirados cuando más los necesitamos.
Cómo en ese frío invierno en el que nos turnábamos para traer leña de nuestras casas, o cuando se pedían diferentes proyectos para ampliar el conocimiento y se los negaba diciendo: “mucho para tan poco”
No somos bienvenidos para las personas que dicen ser nuestro apoyo y se espantan cuando ven nuestra opinión sin pelos en la lengua. Para personas que sólo aparecen cuando el éxito alumbra sus nombres, pero se esconden cuando ven la inteligencia de jóvenes que logran ver la corrupción y ambición. Ojalá nunca escuchar una queja sobre el mal funcionamiento turístico en la comuna, tampoco regaños por no tener suficientes profesores, por no tener el arte de la música sonando en la plaza, el arte del teatro alumbrando las mentes cerradas, el arte del dibujo creando inspiración para muchos niños y jóvenes, los cantautores persiguiendo sus sueños, ojalá nunca se sientan arrepentidos de todos estos años en que no les importó el arte que habita en nosotros, de todas las veces que salimos afuera con lluvia a exigir nuestros derechos y nos definían cómo “rebeldes y malcriados” mientras ustedes tenían su leña de sobra, nosotros sólo queríamos ser respetados y atendidos.
Curarrehue nunca progresa, no por nosotros mismos, niños y jóvenes dispuestos a cambiar de forma positiva sino porque la educación hace mucho tiempo dejó de ser prioridad. Hoy quiero ser la voz de todas las generaciones que vienen atrás de nosotros, hermanos, hijos, primos y jóvenes líderes para que no se rindan, para que no les apaguen la voz ni el brillo de llevar la comuna hacia adelante, para que cumplan sus deberes cívicos y nadie les pueda poner una venda en sus ojos y ocultar las verdades de una sociedad que invisibiliza nuestras ideas y el arte mismo que nace en nosotros.
Somos jóvenes con suficiente conocimiento y sabiduría, espero que algún día dejen de subestimarnos por nuestra edad y nos pongan en el pedestal que merecemos, cómo jóvenes capaces de hacer cualquier cosa con tal de florecer y hacer florecer a los demás para un bien común.
Espero que ningún otro estudiante tenga que subirse aquí justo el día de su graduación para ser recién escuchado. Gracias"