Hace días se publicó un informe elaborado por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamérica (IERAL) sobre la situación laboral de los jóvenes en Argentina. Las más damnificadas son las jóvenes mujeres.
Lucas Passa @LucasPascuale
Viernes 9 de enero de 2015
Fotografía : Taringa
Estos porcentajes se dieron a conocer durante el verano, temporada de explotación sobre todo para la juventud gastronómica. El estudio señala que la tasa de empleo entre los jóvenes de 15 a 29 años se ubicó en el tercer trimestre de 2014, en el 38% para las mujeres y el 54,2% para los varones, cifras que indican el nivel más bajo desde 2003. A esta situación se añade que 6 de cada 10 puestos de empleo que consiguen los jóvenes son precarios e informales.
En Argentina, de los 40 millones de habitantes, el 25% son jóvenes de 15 a 29 años. Como se desarrolló en la nota Juventud, precario tesoro: “Las cifras son alarmantes, los niveles de informalidad laboral duplican a los del total de la población: 3 de cada 5. De quienes trabajan, la mitad lo hace en condiciones precarias: 16% está sub-ocupado, 19% con contratos a plazo determinado, 15% con período de finalización. Y como si todo esto fuera poco, el 23% trabaja más horas de las legalmente permitidas (48 horas semanales), y el 25% percibe un sueldo por debajo del salario vital y móvil”
Desocupación con cara de mujer. El estudio agrega un dato significativo: en estos últimos años son las mujeres jóvenes las que más perdieron bajando 9,6 puntos de participación laboral en contraposición a los 6,8 puntos en los varones. Expresión de la política patronal que no te toma o despide si la mujer está embarazada, en muchos casos trabajando igual que sus compañeros varones pero cobrando un salario inferior.
Para ellos no fue una década ganada. Si tomamos los datos que arrojó hace unos meses el informe del CIPPEC para la provincia de Buenos Aires podemos ver con más claridad esta situación. Por ejemplo en la provincia más poblada del país como es Buenos Aires hay más de 566.000 jóvenes de entre 15 y 24 años, que debido a causas estructurales de vida, no trabajan ni estudian. Un 75% de esos jóvenes son mujeres, casi la mitad de ellas son madres (41%) y más de la mitad son pobres (62%).
Aumenta el desempleo. Hace días se conocieron los números oficiales del INDEC donde se reconoce que en el último año se destruyeron más de 395.000 puestos de trabajo, principalmente en la industria manufacturera y la construcción. Como bien explica el economista Esteban Mercatante: “La actual caída nos remite al ajuste que el gobierno está imprimiendo en la economía para administrar la falta de dólares. Falta que es resultado del saqueo de la deuda, la fuga de dólares, la desarticulación de la industria y el vaciamiento del sector energético que se profundizaron durante la década ‘ganada’”.
