Una de las promesas de campaña de AMLO fue la reapertura de la Normal Rural de El Mexe, Hidalgo, cerrada en 2005 por el entonces gobernador, Miguel Ángel Osorio Chong, para convertirla en una universidad politécnica. A más de 3 años de la promesa presidencial, lxs jóvenes decidieron tomar las instalaciones.
Miércoles 1ro de septiembre de 2021
Esto ocurrió el 29 de agosto, en demanda de la reapertura de la normal, que se viene posponiendo desde que comenzó el sexenio.
Ante la iniciativa de los estudiantes, las autoridades de la DGESU (Dirección General de Educación Superior y Universitaria) les hicieron la promesa de realizar una convocatoria extraordinaria para el ingreso al nuevo ciclo escolar, aunque no han aclarado qué va a pasar con las escuelas que fueron instaladas en el predio de la Normal Rural ni en qué condiciones se reanudarán las clases de la Normal.
Entre las demandas de lxs estudiantes también se encuentra el reconocimiento de la propuesta de plantilla docente, pues el ciclo escolar anterior fue impartido por catedráticos solidarios de México y Cuba. También está la exigencia del reconocimiento de ese ciclo escolar que ya fue cursado por estudiantes de Licenciatura en Educación Primaria, pero bajo el esquema de las Universidades del Bienestar “Benito Juárez” (UBBJ), cuyas autoridades han sido denunciadas por lxs estudiantes por “poner trabas” a la incorporación de esta institución al sistema de normales públicas.
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La continuidad neoliberal es evidente en este proceso, ya que no se considera “rentable” mantener un esquema educativo de internado y educación integral para los futuros docentes. Así, el gobierno de la 4T preserva la política de represión política y asfixia presupuestal al normalismo rural y urbano.
El ataque es uno solo, respondamos unitariamente
La toma de la Escuela Normal Rural de El Mexe no debe ser una acción aislada. Porque se enmarca en un contexto de ataque a una de las bases materiales de la educación pública en nuestro país, que son las instituciones formadoras de docentes.
Parte de la lucha por la reapertura de la normal rural se relaciona con conservar el comedor y el modelo de internado, lo que facilita a los estudiantes de origen humilde continuar su carrera.
Durante el gobierno de la 4t este modelo de escuela ha sido duramente atacado con las declaraciones del presidente, quien asegura que es mejor otorgar becas a cada estudiante, pero a cambio de liquidar esta modalidad, con el pretexto de “combatir a los cacicazgos y corrupción” dentro de las escuelas, otorgando becas de $2,400 pesos al mes, para alimentación y hospedaje, apelando al egoísmo implantado por décadas con el modelo meritocrático e individualista del sistema educativo impuesto por el neoliberalismo.
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Si bien la lucha del magisterio había podido aplazar algunas medidas neoliberales gracias a la movilización y la lucha, como el examen de permanencia, prevalece lo esencial del ataque neoliberal a la educación, que se legítima en las instituciones, la legalidad burguesa y se administra a través del charrismo sindical, quien juega como operador de esas políticas al interior de la organización magisterial.
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Por otro lado, organizaciones históricas del magisterio democrático, como la CNTE, aunque han encabezado en varias ocasiones el descontento magisterial, su estrategia está limitada a confiar en los cada vez más estrechos márgenes institucionales, lo cual por la vía de los hechos se convierte en una camisa de fuerza para el magisterio disidente, pues no se fortalece la unidad desde las escuelas, ni la posibilidad de unificar la lucha para enfrentar este ataque.
Las y los docentes de la Agrupación Nuestra Clase opinamos que para poder lograr la reapertura de El Mexe hace falta la unidad desde debajo de todo el normalismo junto a las trabajadoras y trabajadores de la educación.
La CNTE y la FECSM deben encabezar un gran movimiento por un regreso seguro a las escuelas y por la defensa de la educación pública, que exija entre otras demandas la reapertura de todas las escuelas y modalidades que han sido cerradas, desde los turnos vespertinos, las escuelas de educación especial, hasta las Normales Rurales.