NEUQUÉN. Jueces contra el aumento a los trabajadores judiciales

El viernes 7 a última hora de la jornada laboral en un numeroso plenario, los judiciales de Neuquén aprobaron la propuesta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de aumento salarial. El incremento va del 4 % al 12 % en uno o dos ítems de las distintas “leyes” que componen el salario judicial. Para el plenario la información no era muy clara y a la ligera es difícil saber el impacto en los bolsillos, porque se trata de distintos artículos que no son el básico del sueldo pero impactan en otros rubros como antigüedad y zona desfavorable – desde hace años los incrementos son con esta metodología –.
La posición de la conducción del Sindicato (SEJUN), que terminó siendo votada por mayoría, fue aprobar, argumentando que por los tiempos legislativos no había margen (el sueldo judicial debe aprobarlo la legislatura provincial) y porque, “a primera vista”, se había logrado arrancar mayor porcentaje para los empleados y menos para los funcionarios y magistrados, algo cercano a lo que veníamos reclamando desde el inicio del conflicto, en agosto pasado.
El lunes siguiente, la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia del Neuquén a través de un comunicado hizo saber su posición al respecto. En más de 25 años, nunca esta institución tuvo tan duros términos, ni fijó tan claramente a su enemigo, que no fue el Tribunal Superior de Justicia, ni el ejecutivo provincial, sino los trabajadores.
De su comunicado surge incontrastable un “NOSOTROS o USTEDES”, arranca desnudando las internas en el TSJ, “ya que sabemos que no hay mayoría en el TSJ sobre esta propuesta, existiendo vocales que no la comparten.” Amenaza con que “si no logramos revertir la decisión del TSJ iremos a la Legislatura de la Provincia pidiendo que no se sancione la ley de aumento, si no hay aumento igual para todos, que no haya aumento para nadie. Asimismo se va a pedir la derogación del enganche, toda vez que no tiene sentido mantener un sistema de remuneraciones que es permanentemente violentado para favorecer al SEJUN, persistiendo con nuestra posición de equiparación con la Corte Nacional, negociación que se torna mucho más fácil sin la carga de los agentes administrativos y de servicios.”
Y como medidas de protesta, entre otras, proponen: “Denunciar todos los incumplimientos de los empleados administrativos y de servicios (llegadas tarde, retrasos en las labores encomendadas, mala realización de sus tareas); no otorgar permisos al personal administrativo ni de servicios para retirarse en horario de trabajo, ni antes de horario; no dar opinión favorable para las licencias que soliciten los agentes administrativos y de servicios en virtud del art. 39 del Reglamento; ser estrictos en el personal que se quedará en la próxima feria de enero.”
Al final plantea: “Si nos unimos y llevamos a cabo todas las medidas que se acuerden vamos a poder resistir los permanentes intentos de avasallamiento. Quizás algunas de ellas afecten a los buenos empleados, pero no debemos olvidar que a la hora de denigrarnos, y obtener beneficios para ellos en perjuicio nuestro, a ellos no les importa si hemos sido buenos jefes.”
El SEJUN respondió con un comunicado titulado “Contestación a los insaciables” donde “expresa su enérgico repudio y rechazo a los términos allí vertidos”, y exhorta “a la Asociación de Magistrados y Funcionarios de Neuquén a no inmiscuirse en el acuerdo salarial firmando entre esta organización sindical y el TSJ, y a abstenerse de concretar conductas persecutorias contra los/as trabajadores/as judiciales, en cuyo caso nos veremos obligados a llevar adelante acciones legales y gremiales en defensa de nuestros representados”.
Así las cosas, una patronal dividida, funcionarios y magistrados más “combativos” que nunca en pos de mantener sus privilegios y sin ningún tapujo en expresar sus represalias y persecuciones contra los trabajadores, una conducción que esperara como se desenvuelvan los funcionarios para llevar adelante acciones legales y los trabajadores, como siempre, poniendo el cuerpo todos los días en las oficinas , atendiendo a los justiciables, salvando las deficiencias de las nuevas reformas procesales, peleando por aumentos de salarios y ahora además trabajando bajo la mirada enemiga de los jefes que ya les declararon la guerra.