En el marco del desarrollo del mega juicio “La Escuelita” llevado adelante a los genocidas de la región Neuquén y Alto Valle, se llevó adelante en el día de ayer una audiencia de apelación contra el auto de procesamiento a Roberto De Caso, ex personal civil integrante del Destacamento de Inteligencia 182, por su responsabilidad en la desaparición del joven Oscar Ragni. La querella del CeProDH participó de la misma, demostrando su responsabilidad y solicitando se ratifique el procesamiento del represor.
Viernes 18 de septiembre de 2015
Imagen: Jorge Ariza
Este jueves 17 se desarrolló en la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca la audiencia de apelación por el procesamiento a Roberto De Caso, en el marco del juicios “ La Escuelita”, que investiga delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura militar en la región del Alto Valle.
En esta oportunidad se presentó la defensora oficial ante la Cámara de Apelaciones, Gabriela Labat, pidiendo la revocación del procesamiento a De Caso, y por su parte, Natalia Hormazabal, representante del CeProDH y abogada en este caso del matrimonio de Ines Rigo -Madre de Plaza de Mayo, filial Neuquén y Alto Valle- y Oscar Ragni, integrante de la Corriente de Militantes por los DDHH, padres de “Oscarcito” Ragni.
“Oscarcito” al momento de su secuestro y desaparición, el 23 de diciembre de 1976, era un estudiante de arquitectura en la Plata, tenía 21 años, y se encontraba de visita en Neuquén, lugar del que era oriundo. En La Plata formaba parte del Centro de Estudiantes de la facultad y junto a su compañera, desaparecida días antes, realizaban actividades barriales. Ambos permanecen desaparecidos.
El día de su secuestro se realizó un operativo en conjunto de la policía de Neuquén y Federal, un comando se dirige al lugar donde Oscar trabajaba en sus vacaciones y otro se dirige a su casa. De Caso, primo de la víctima, cumplía funciones en las dependencias del Destacamento de Inteligencia 182 de Neuquén y, ese mismo día. se presenta en horas de la mañana en la casa de Inés con la excusa de visitar a su abuela. En esa oportunidad le pregunta por sus primos. Inés le responde que Oscar se encontraba durmiendo, pero que pasara a saludarlo unos minutos, retirándose este con la excusa de estar apurado. A los minutos aparece una persona que dice ser del Estudio de Arquitectura donde Oscar trabajaba, diciendo a su madre que lo requerían, y se retira. Menos de una hora después Oscar, cuando se dirigía a su trabajo, fue secuestrado y desde ahí permanece desaparecido.
Durante casi 40 años Roberto De Caso se mantuvo impune, aunque Inés y Oscar Ragni lo indicaron como quien, en su rol de Inteligencia, “marcó” no sólo la casa, sino que facilitó el secuestro del joven Ragni. El pasado agosto fue procesado por este hecho por el Juez Federal a cargo de Juzgado Federal Nº 2 de Neuquén, Gustavo Villanueva.
Durante la audiencia de apelación, la defensa trato de desvincular a De Caso, aduciendo que éste sólo cumplía un rol y funciones administrativas, y que no existen en la causa “pruebas directas” que permitan aplicarle la autoría como partícipe del plan criminal desplegado en dictadura, marcando la casa y la estadía de Oscar, manifestando la abogada de De Caso “es una imputación genérica, se sustenta en el hecho de haber estado cerca de un domicilio, en el momento equivocado y horario equivocado”
A su turno, la abogada de Inés Rigo y Oscar Ragni, Natalia Hormazabal, planteó que “este caso. y como lo entiende esta querella, es parte del Genocidio desarrollado en nuestro país. En el plan sistemático de represión llevado adelante por todas las fuerzas represivas, hubo roles y funciones; cada miembro tuvo conocimiento, plena conciencia y participación fundamental en el “circuito represivo”, que también incluyó a civiles.
La función de “marcar” era tan fundamental como lo fueron las tareas posteriores de secuestro, tortura, apropiación de niños, desaparición y asesinato” y concluyó “está absolutamente probado que De Caso estuvo en el lugar, en momentos previos al secuestro y desaparición del joven Oscar Ragni, respondía directamente al Teniente Coronel Mario Alberto Gómez Arena, Jefe de Inteligencia a cargo del Destacamento 182 y condenado también, por delitos de lesa humanidad. La tarea de inteligencia fue fundamental en el plan criminal. Las notas de clandestinidad y ocultamiento de pruebas aseguraron la impunidad para los perpetradores del Genocidio en Argentina. Hoy a casi 40 años de ocurrido estos hechos, seguimos reclamando por terminar con esa impunidad”.
Los jueces integrantes de la Cámara Federal de Apelaciones se expedirán durante hoy a la mañana, ratificando o revocando el procesamiento a Roberto De Caso.