Este lunes se realizó una inspección ocular a aviones que están en Campo de Mayo desde donde fueron arrojados al mar y al Río de la Plata los cuerpos de personas secuestradas.
Martes 15 de diciembre de 2020 16:29
Fotos: Gustavo Molfino/La Retaguardia
Las imágenes hielan la sangre porque se sabe que desde esos aviones que están tirados entre los pastos de la guarnición militar de Campo de Mayo fueron arrojados centenares de detenidas y detenidos desaparecidos durante la dictadura genocida.
Esos crímenes se juzgan en el juicio que comenzó a inicios de octubre conocido como “vuelos de la muerte” en los Tribunales de San Martín. Las víctimas por las que se juzga a los represores Santiago Omar Riveros, Luis del Valle Arce, Delsis Ángel Malacalza, Eduardo José María Lance y Horacio Alberto Conditi son cuatro: Rosa Eugenia Novillo Corvalán, Roberto Ramón Arancibia, Adrián Enrique Accrescimbeni y Adrián Enrique Rosace.
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Este lunes se realizó la visita ocular a los aviones. Allí estuvieron junto a los jueces y las partes, Delsis Malacalza, uno de los acusados de haber piloteado los aviones. Estuvieron también tres testigos: Raúl Escobar Fernández, el exconvicto que aportó su valioso testimonio; Marcelo Castillo, del EAAF; y Rodolfo Novillo, el hermano de Rosa Eugenia Novillo Corvalán, una de las cuatro víctimas por las que se realiza el juicio.
Los aviones en cuestión son los Fiat G-222 y los Twin Otter y aún permanecen en el Batallón de Aviación 601 del Ejército. Están allí a la vista de quien quiera, desde la dictadura cívico-militar-eclesiástica, y jamás fueron preservados ni peritados por la justicia para ser tenidos como prueba en los juicios de lesa humanidad. Una desidia que ofende a familiares y sobrevivientes. No puede existir un minuto más impunidad para los que arrojaron a nuestros desaparecidos de esos aviones ni para los que dieron las órdenes.
Lo que sigue son las fotos que los compañeros de La Retaguardia tomaron de la visita de este lunes.
Estos son los controles de la cabina del Fiat G-222 patente E-261, que según los registros fue utilizado en vuelos de la muerte. Como consigna La Retaguardia, permanece enterrado en un pastizal junto a otros dos aparatos del mismo modelo.
En el interior de uno de los aviones, Pablo Llonto, abogado de las familias querellantes, y la integrante del equipo de la fiscalía, Mercedes Soiza Reilly. Se puede ver el estado deplorable de la aeronave.
El juez Venditti junto a Marcelo Castillo, integrante del EAAF presente en la visita, también dentro de uno de los aviones.
