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Red Internacional
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Crisis y ortodoxia. Juntos por el Cambio: movimientos en la interna y un terreno fértil para su programa de mayor ajuste

El pasado domingo referentes de las tres principales fuerzas de JxC se reunieron por zoom y emitieron un comunicado. Le pasan factura al Gobierno por la crisis que está transitando pero sin poder mostrar una alternativa propia fuerte. Por otro lado, aprovechan el contexto de incertidumbre económica para proponer su programa de mayor ajuste y se aceleran los movimientos al interior de la coalición en la pelea por quiénes serán los candidatos en 2023. Larreta y Morales se muestran juntos, apostando al centro y a “ampliar la coalición”. Habrá una nueva mesa nacional el próximo martes 19 de julio.

Osvaldo Vera

Osvaldo Vera @eslou._

Miércoles 13 de julio de 2022 20:02

Foto: 0221

Foto: 0221

La crisis desatada en el Frente de Todos con la salida intempestiva de Martín Guzmán dos sábados atrás, obligó a la oposición de derecha a intentar dar muestras de una postura unificada y mostrarse cautos ante la delicada situación política y económica por la que transita el Gobierno. Reuniones institucionales por zoom entre los referentes de los principales espacios que conforman la coalición y comunicados en los que se le pasa factura al Gobierno por la “difícil situación económica, social, política e institucional” agravada por “un gobierno dividido en luchas intestinas”, juegan para ese objetivo. Sin embargo detrás de la formalidad, los movimientos que obedecen a la interna de Juntos por el Cambio (JxC), no pueden aplacarse y se acentúan al calor de la crisis nacional y del oficialismo.

Entre lo más novedoso está la aparición de Rodríguez Larreta con el líder de la UCR y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Si bien el acercamiento entre ambos se dio por diversas vías desde hace unos meses, su aparición conjunta en Santiago del Estero y en la vigilia por el 9 de Julio en Tucumán durante el fin de semana pasado, fue una señal relevante a la hora de exponer sus aspiraciones a ser candidatos. El jujeño, que fiel a su estilo la semana pasada llevó adelante una fuerte avanzada criminalizadora, allanando locales de organizaciones sociales en la provincia del norte, ya había hecho explícita su intención de estar en la lista de unas eventuales elecciones primarias por parte de su partido.

Por su parte, el jefe de Gobierno porteño -que este martes coincidió con la vicepresidenta en el ataque a las organizaciones sociales planteando que sea el Estado administre los planes sociales, "sin intermediarios"-, en los últimos meses había bajado el perfil y mantenía su postulación en suspenso. El martes pasado, dos días después de la designación de Silvina Batakis como nueva ministra de economía, y en días en que los precios se iban por las nubes pulverizando los ingresos de las mayorías, Larreta tuiteaba que “soñaba con ser parte de la solución”, “trabajando juntos”. Leído por muchos como un lanzamiento hacia 2023, y aunque luego se le buscó bajar el tono por parte de sus dirigentes más cercanos, fue una reafirmación de sus intenciones ya anunciadas a competir por la presidencia.

El acercamiento entre Larreta y Morales se da como apuesta a un “espacio de centro que se vaya ampliando”, según las palabras de Morales. Junto al jefe de gobierno, piensan que la ampliación de la coalición opositora es clave para llegar a las elecciones del año que viene con más chances. A la vez, al dirigente del PRO le permite mostrarse más fuerte y poder ganarse el visto bueno del ex presidente, que todavía mantiene distancia y no descarta ni confirma una candidatura.

Pero Macri tampoco pierde el tiempo y mueve sus propias fichas. Su acercamiento a María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo se dejó ver semanas atrás con las recorridas por el Gran Buenos Aires que hicieron los tres. A la vez, el último sábado publicó un tuit a propósito del veinteavo cumpleaños del PRO, acompañado de una foto de Larreta, Jorge Macri y Soledad Acuña. Todo apunta a que el llamativo mensaje, con una foto de su adversario Larreta en el centro, tenía como objetivo mostrar a su primo, quien aspira a ser el sucesor del actual jefe de Gobierno. En el evento donde fue tomada la foto -un locro organizado el sábado por Jorge Macri por el 9 de julio-, el mismo Larreta habría hecho explícito su apoyo al intendente de Vicente López en uso de licencia, al decirle arriba del escenario: “ojalá sigas gobernando la Ciudad”. Es que en la pelea por la Ciudad, enfrente tiene a Martín Lousteau, por lo que antes que cederle las llaves al radical prefiere que se mantengan al interior del PRO.

El próximo martes diecinueve de julio será otro capítulo de los reacomodamientos de la oposición derechista. Para esa fecha está llamada una nueva Mesa Nacional de JxC. Según señalaron a la prensa, entre otras cosas, allí discutirán más en concreto un plan económico para proponer de cara a las elecciones del año que viene. Lo preparan mientras tanto economistas como Hernán Lacunza, Guido Sandleris y Luciano Laspina.

¿Cuál va a ser la salida?

Volviendo a la dura situación económica y social que golpea principalmente a las mayorías trabajadoras y populares, si bien ésta presiona para que desde la oposición derechista se muestren alineados entre los principales referentes y emitan ciertas posturas unificadas, desde ese espacio hacen trascender a la prensa que también viven una cierta “preocupación” e incertidumbre. Pero no por lo mal que la están pasando los 17 millones de pobres en Argentina o el 36 % de trabajadores no registrados, que siguen viendo deteriorarse su poder de compra con la suba de precios de los alimentos, sino porque de acelerarse la crisis y/o ante un escenario con chances de volver a la presidencia o adelantamiento de elecciones, no cuentan ni con la unidad necesaria ni con un programa concreto -más allá de la coincidencia en mayores ajustes y reformas estructurales en términos generales- con el que dar respuesta. Los economistas a quienes le consultan, les hablan de una “bomba macroeconómica” en proceso de estallido, y de ahí que hayan definido mantenerse “alejados” del gobierno, cosa de que no se le peguen a ellos los costos de la crisis de la cual también son responsables.

Tras la conferencia de prensa de Batakis del lunes, en la que anunció una batería de medidas de ajuste con el fin de cumplir con el programa impuesto por el FMI, algunos referentes de JxC dieron su visión. El diputado Luciano Laspina, aprovechó la ortodoxia de los anuncios y el ajuste que habrá en el Estados, para pedir medidas aún más duras: el gasto público nacional "es un monstruo de varias cabezas que no se controla sentándose sobre la caja", sino que "se controla con reformas estructurales basadas en leyes". Por su parte Juan Manuel López, jefe de bloque de la Coalición Cívica, directamente saludó y mostró su conformidad con el camino que tomó el Gobierno de la mano de la nueva ministra: “el rumbo es el mismo que el trazado por Guzmán. Lo bueno: no se propondrán nuevos impuestos ni nuevos gastos, retenciones, ni salario universal”, y seguidamente apuntó contra lo que consideró una falta de programa: “lo malo: no hay plan”.

El presidente del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, optó por más moderación y dar señales de “consenso”: “Hay nuevo equipo económico y esperamos que encuentren el rumbo rápido, por el bien de todos", señaló. Y agregó: "sería buena señal que dejaran de culpar a la guerra por errores que son 100% de ellos y de intentar subir impuestos para cubrir el déficit, no lo vamos a permitir". Envalentonados con la profundización del sometimiento a los planes de ajuste del FMI por parte del Gobierno, desde Juntos por el Cambio, aprovechan la vuelta para ir por más y poner en agenda su propio programa de ajuste, que también incluye aplicar acciones “dolorosas” -como recomendó Kristalina Georgieva a Batakis- pero bajo una modalidad de shock.

En la misma línea, Rodríguez Larreta, durante una exposición en un panel organizado por el Grupo Clarín con la temática de la “economía del conocimiento”, no se privó de reclamar más beneficios impositivos para las empresas líderes del sector y a nivel general, "una fuerte desregulación para cada uno de los sectores de mayor potencial, de manera que se eliminen las trabas y barreras que frenan su crecimiento". Entre esas desregulaciones que reclama y propone al gran empresariado, Larreta se refirió a una reforma laboral: “La altísima inflación, la legislación laboral y los cepos traban la economía del conocimiento y hacen que las empresas no puedan desarrollar todo su potencial exportador”, sostuvo ante importantes miembros del establishment que participaban del evento, y agregó la necesidad de un "plan integral que estabilice la economía, garantice la estabilidad, genere incentivos impositivos y regulatorios”. Música para los oídos de los miembros de la clase social que no dejó de ver crecer sus ganancias durante los últimos años y en plena pandemia, a costa del deterioro del nivel de vida de las mayorías.

Mientras el Gobierno, con el aval del sector cristinista, gira más a la derecha y afirma su voluntad de mantener el sometimiento del organismo de crédito sobre el país, la oposición de derecha y los grandes grupos económicos se envalentonan y juegan sus cartas para defender sus intereses de clase y seguir llevándose una porción mayor de la torta a costa del empobrecimiento de cada vez mayores capas de la población trabajadora. En tanto, las centrales sindicales después de años de tregua, recién se animan a amagar con alguna que otra movilización pero sin ningún plan de lucha serio ni paro nacional.

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Se vuelve cada vez más necesaria una salida por izquierda, a favor de los trabajadores, trabajadoras y mayorías populares, que rompa con el FMI y destine los recursos generados a paliar la difícil situación y orientar la economía nacional hacia las necesidades de la mayoría de la población y a terminar con la dependencia y el atraso nacional. En ese sentido, el pasado 9 de julio, mientras los partidos tradicionales seguían con su rosca funcional a seguir perpetuando la decadencia nacional, la izquierda y decenas de organizaciones sociales coparon la Plaza de Mayo y distintos puntos del país contra el ajuste y el FMI, y por una salida a la crisis favorable al pueblo trabajador.


Osvaldo Vera

Integrante de Agrupación Marrón de Coca Cola-Femsa

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