Maldita Bonaerense. #JusticiaPorLucasVeron jornada a un año de su asesinato por gatillo fácil

Se cumplió un año del asesinato de Lucas Verón a manos de dos policías bonaerenses. Una nutrida movilización partió desde Federico Russo y ruta 3 en Villa escaso hasta la casa donde vivía Lucas y criaba sus caballos.
La columna la encabezaba Cristian, su papá, arriba de su caballo. Seguida por una tropilla con sus jinetes y sulquis cargados de niñas y niños.

Luego una bandera qué decía justicia por Lucas Verón llevada por su familia. Y detrás de ella, varias agrupaciones políticas, sociales, sindicales y Derechos Humanos, como las dos CTA, Suteba provincial y Suteba La Matanza, la Comisión provincial por la memoria, HIJOS La Matanaza, el MST, el PC, la Red de trabajadorxs precarizadxs, entre tantas otras. Al llegar, la comitiva fue recibida con varios discos con pollo y chorizo a la pomarolla para agasajar a quienes vienen acompañando la pelea desde hace un año.
Allí se realizó un acto donde tomaron la palabra la familia y diferente referentes, algunos que estuvieron desde el principio y otros que se sumaron después. Luego pasaron un emotivo documental realizado por la Comisión Provincial por la Memoria.

No es un policía es toda la institución

Las fuerzas policiales fueron empoderadas durante la cuarentenapor el gobierno de Alberto Fernández y en la provincia por Kiciloff y Berni. Más aún en La Matanza, donde Fernando Espinoza expone orgulloso la cantidad de nuevos gendarmes, policías, patrullas y balas que consiguió para el municipio.

Acompañando a la familia de Lucas Veron, víctima de gatillo fácil en #LaMatanza por la policía bonaerense dirigida por Berni
Basta de impunidad policial y judicial! #JusticiaporLucas pic.twitter.com/jnOoeUTIUv

— Nathalia Gonzalez (@NathiGonzalezS) July 10, 2021

Según cuenta Roberto Cipriano, de la Comisión provincial por la memoria y defensor de la familia de Lucas, durante el año pasado hubo más de 400.000 detenciones en la provincia, de las cuales menos del 10% llegó a encontrarse con un fiscal. El resto fue liberado, ya que se trataba de detenciones arbitrarias e inconstitucionales.
Los casos de tortura apremios ilegales y gatillo fácil se multiplicaron. El de Lucas desgraciadamente fue uno más de una larga lista.

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Mientras escuelas y hospitales necesitan desesperadamente recursos el gobierno elige gastarlos en "seguridad". Es decir, en fortalecer el aparato represivo, puesto que sabe el ajuste no pasa sin represión.

No hay futuro para la juventud en este sistema

Lucas fue asesinado por balas policiales. Pero esa no es la única forma en que el sistema te mata. De la concentración participaron también amigas y amigos de Octavio Migueles. Oti murió cuando lo mandaron a trabajar dentro de un tanque sin protección y se intoxicó. Trabajaba en condiciones de porquería, como la mayoría de los jóvenes que empujados por el hambre y la necesidad tienen que agarrar lo que sea para sobrevivir.

Vivimos en un sistema que se lleva la vida de la Juventud por precarización, por bala policial, por hambre. Algo que va a seguir empeorando con el ajuste que está llevando a cabo el gobierno.

Para que los jóvenes puedan tener un futuro es necesario organizarse y coordinar todas las peleas en curso. De esa fuerza social puede surgir un mundo donde la vida valga más que las ganancias. Desde abajo. Nunca desde el poder del Estado.