Según datos arrojados por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), un 19% de los jóvenes está interesado en la política, además el organismo plantea que existe una “desafección política” en la juventud que se expresa principalmente en la poca participación electoral. ¿Será que la juventud no tiene interés en la política y la organización o existe un rechazo hacia la clase política que gobierna al país?
Miércoles 3 de junio de 2015
La participación política y social en la juventud es un tema que se viene discutiendo de hace años, donde en los comienzos de la década del 2000 se recalcaba bastante la importante “desafección política” de los jóvenes, evidenciada en el bajo porcentaje de participación, por ejemplo, en las elecciones de las autoridades del país. Ya en el 2012-2013 el INJUV establecía por medio de la Séptima Encuesta Nacional de la Juventud (1), que tan sólo un 19% de la población juvenil se sentía “interesada o muy interesada” en política, mientras que un 81% se manifestaba poco o nada interesada.
En la encuesta realizada por el INJUV también se establece que un 83,9% de los jóvenes entre 15 y 19 años se siente “nada o poco interesado en la política”, mientras que un 81,5% de los jóvenes entre 20 y 24 años se siente de la misma manera. “En el caso chileno, esta desafección ha sido referida, especialmente, a la abstención electoral juvenil reflejada en el escaso nivel de renovación del padrón electoral producido hasta el año 2012, cuando es implementada la inscripción automática y el voto voluntario y, a partir de esa fecha, en los bajos niveles de participación de las y los jóvenes en las elecciones municipales realizadas ese mismo año”.
Sin embargo, ya en el 2015, es necesario preguntarse si esa “apatía política”, expresada por ejemplo en el 60% de abstención en las últimas elecciones presidenciales, tiene que ver con que la juventud no está interesa con lo que pasa política y socialmente en el país o si es más bien desconfianza y rechazo hacia la clase política que gobierna durante años. Porque, aunque las encuestas realizadas por instituciones del Estado arrojen cifras altas de desinterés político, el país entero es testigo de que la juventud lleva por lo menos cuatro años incidiendo constantemente en la agenda política nacional, en el debate superestructural, participando de organizaciones políticas y sociales, protagonizando masivas movilizaciones y organizándose en sus lugares de estudio. ¿No será que existe una desafección hacia el régimen político actual y su funcionamiento?
Al parecer, para las instituciones del Estado el interés político y social de la juventud debe ser establecido solamente si se refiere a la participación “cívica”, a votar en las elecciones presidenciales y municipales o en la participación de partidos políticos tradicionales. Sin embargo, al hablar de la “apatía política” de la juventud no se toma en cuenta que es esta la que viene protagonizando importantes cambios objetivos y subjetivos en la sociedad chilena, que son los jóvenes los que en el año 2011 le declararon la guerra al negocio educativo, a los empresarios y a los políticos que defienden la mercantilización de la educación.
Han sido miles de jóvenes los que llevan años siendo parte del potente movimiento estudiantil, organizándose en sus asambleas, discutiendo política y debatiendo sobre lo que pasa en el país; agrupándose en organizaciones políticas que están lejos de los partidos tradicionales cooptados por los empresarios y sus políticos, impulsando demandas como la gratuidad en la educación, la desmunicipalización de los colegios públicos, el fin de la Prueba de Selección Universitaria por representar otro filtro de clases más.
Otros miles de jóvenes se han unido a las huelgas y paros de trabajadores porque ven en estos un aliado fundamental para conseguir las demandas, otros se han unido a los movimientos sociales para recuperar el agua, para evitar nuevos proyectos hidroeléctricos que perjudican al medio ambiente y sólo benefician a los empresarios y otros miles de jóvenes más, supuestamente “apáticos”, han puesto en el debate la necesidad de un aborto legal y gratuito, garantizado por el Estado. ¿Acaso eso no es participación política y social, organización, expresión de las ideas?
De acuerdo con un documento (2) de la Corporación Participa, “los jóvenes rechazan las prácticas políticas actuales, pero no así los valores que ellas conllevan. Valores políticos como la solidaridad, la equidad, la tolerancia, son altamente valorados por los jóvenes, pero no son abordados por ellos desde el sistema político, sino desde otros ámbitos, ya que las estructuras tradicionales de participación no satisfacen sus intereses actuales, a lo que se suma su disconformidad con la clase política”.
(1) Séptima Encuesta Nacional de la Juventud. Ver en línea: http://www.injuv.gob.cl/portal/wp-content/files_mf/septimaencuestanacionaljuventud2.pdf
(2) “Jóvenes sí participan pero no creen en la clase política”. Ver en línea: http://www.mineduc.cl/usuarios/convivencia_escolar/doc/201103081148500.Corporacion%20Participa%202003%20Jovenes_si_participan_pero_no_creen_en_la_clase_politica.pdf