A menos de una semana del balotaje que decidirá al próximo presidente chileno, tanto el candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, como el candidato por el Partido Republicano, José Antoni Kast, han tenido que hacer variaciones a su programa y discurso político, acercándolo cada vez más a los sectores de centro ¿Qué costos le ha traído esto al candidato de extrema derecha?
Miércoles 15 de diciembre de 2021 09:12
Ya llegamos a la recta final del período de campañas de la segunda vuelta presidencial, donde el candidato de la extrema derecha, José Antonio Kast, y el candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, se enfrentarán en los comicios de este domingo 19 de diciembre. Casi un mes en el que ambos candidatos han ido en busca del voto del "centro", moderando tanto sus programas como discursos políticos significativamente.
Y si bien el guiño y giro concertacionista por parte de Boric se ha visto notoriamente reflejado en sus palabras y propuestas, ha resultado bastante difícil para Kast, el líder del Partido Republicano, moderar el contenido de su política, viniendo de alguien que durante años alentó –y aún lo hace- mensajes transfóbicos, xenófobos, y contra los derechos de las mujeres, formando parte del pinochetismo más rancio.
Un escenario que le ha significado el retractarse de iniciativas como querer cerrar el Ministerio de la Mujer; moderar su discurso en contra de la comunidad trans; incorporar el aborto terapéutico; e incluso teniendo que desmarcarse de militantes de su propio partido como el recientemente electo diputado del Partido Republicano, Johannes Kaiser, quien llegó a cuestionar la legitimidad del voto de las mujeres -entre sus tantas aberraciones- y teniendo que renunciar a la colectividad. Todos estos guiños para conseguir un apoyo transversal al interior de la derecha, habiendo varios “dudosos” entremedio.
Pareciera ser que ese envalentonamiento y arrogancia de los sectores más conservadores que llamaban a apoyar a Kast después de la importante victoria en la primera vuelta, hoy está viviendo sus primeros coletazos, incluso desde su propio sector, como el diputado por el distrito 11. Gonzalo de la Carrera, quien se mostró muy dolido, ya que a su criterio, el candidato presidencial por la derecha, no lo defendió durante el último debate realizado por Anatel, ni a él, ni a Johannes Kaiser, ni a Gloria Naveillan, quienes participaron en un reciente vivo, que destiló también, un contenido transfóbico.
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“Nosotros somos el hilo corto que hay que cortar, pero cuando ese hilo corto se aburre entonces quiere decir que las personas que hemos adherido a la causa durante tantos años, nos vamos desgastando, nos vamos aburriendo (…) Ojalá gane José Antonio [Kast], deseo con todo corazón que gane” señaló De La Carrera, quien además aseguró que en el último debate “Nos fue mal”.
Kast y el naufragio en el voto de centro
Resulta evidente que esta segunda vuelta le ha traído costos políticos a Kast, con su partido permeado de una ideología descompuesta y ultraconservadora, al nivel de negar el calentamiento global, justificar la eliminación del Ministerio de la Mujer, o construir una zanja como medida a la situación migratoria. Pero también con otros sectores de la derecha, que a pesar de que en el discurso manifiesten apoyar a Kast, concretamente se muestran indecisos y dudosos de la opción.
El desgaste comienza a visualizarse nítidamente, y parece que las artimañas como atribuir una subordinación de Boric al Partido Comunista, o las amenazas de un Chilezuela parecen ser insuficientes, en un terreno que claramente es mucho más favorable de defender para el candidato de Apruebo Dignidad. Este mismo sin ningún escrúpulo paso de prácticamente autoproclamarse heredero de la rebelión de octubre del 2019, a directamente condenar las protestas de Plaza Dignidad, sumado a sus halagos a una de las principales figuras de la centroizquierda neoliberal, Ricardo Lagos, o la propia jefa de campaña Izkia Siches, quien hizo un llamado a que el ex candidato de la derecha, Sebastián Sichel se sumara a la campaña del frenteamplista.
Hay que ver quienes se mantendrán en el barco llamado José Antonio Kast, que hoy parece estar naufragando en su paradero en busca del centro político, aunque todos sabemos que su paradero ideológico está con el pinochetismo, la herencia de la dictadura, y los sectores más miserables de la derecha chilena.
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Hoy más que nunca hay que organizarse en contra de la emergencia de figuras y alternativas como las que representa José Antonio Kast, que es un atentado contra los derechos de las mujeres, los migrantes, la clase trabajadora, el pueblo mapuche, la comunidad LGTBI, los presos políticos, y el conjunto de los sectores explotados y oprimidos del país, confiando a la movilización y en la articulación del pueblo trabajador.