Mario Vargas Llosa, el mismo que marcha en España contra la independencia de Cataluña y que hace loas a la rancia monarquía de los Borbones y el golpista venezolano Leopoldo López, amigo de Trump y alfil del imperialismo norteamericano, fueron testigos del “juramento por la democracia” de Keiko Fujimori.
Martes 1ro de junio de 2021 21:18
El lunes 31 de mayo, a pocos días del balotaje, Keiko Fujimori realizó un juramento asegurando que respetará la democracia y dejará el Gobierno en los cinco años que le corresponde si es que llegase a ganar la segunda vuelta electoral.
El acto se realizó en las instalaciones de La Mansión del Fundador, en el distrito de Hunter (Arequipa). En el evento estuvo el hijo de Mario Vargas LLosa, Álvaro Vargas Llosa; el opositor derechista venezolano, Leopoldo López, e integrantes del equipo técnico del partido Fuerza Popular como Luis Carranza, Carlos Neuhaus, ‘Nano’ García, entre otros. Mario Vargas Llosa también se hizo presente a través de una transmisión virtual para darle todo su apoyo a la hija del ex dictador Alberto Fujimori quien, como se sabe, fue un rival encarnizado del escritor. Al parecer, la cercanía a los grandes capitalistas que tanto los Fujimori como Vargas Llosa profesan, habría borrado todas sus diferencias de antaño.
Keiko inició su discurso invocando a dios para enganchar con el electorado conservador y creyente del país y dijo: “Los he convocado para hacer un juramento por Dios, por la patria y en especial por todos los peruanos que exigen un cambio para sobrevivir”.
Posteriormente, la candidata, poniendo una mano sobre la biblia, empezó la lectura de su juramento señalando: “Yo Keiko Fujimori juro preservar la democracia para que durante los 5 años de mi Gobierno todos tengan el derecho de actuar y manifestarse con total libertad, juro respetar la libertad de expresión para que la prensa pueda informar, opinar y fiscalizar sin restricciones (…)”.
Durante su intervención online, Mario Vargas Llosa indicó que “Keiko Fujimori se ha comprometido a respetar las disposiciones constitucionales para abandonar el poder a los 5 años, a respetar el derecho de crítica en la prensa, así como el Poder Judicial y a no indultar a Vladimiro Montesinos”. En otro momento mencionó que “Keiko Fujimori representa la libertad y el progreso y el señor Castillo la dictadura”, posteriormente agregó: “...Entre los peruanos he sido uno de los que censuró al señor (Alberto) Fujimori, pero en estas elecciones voy a votar por Keiko Fujimori, ¿Qué ocurrió para que cambie de manera de pensar?. La razón es que si elegimos al señor (Pedro) Castillo probablemente ya no haya más elecciones libres (...) tanto el propio Castillo como el señor (Vladimir) Cerrón y varios de los elegidos en el Parlamento en esa lista proclamaron (...) establecerán en el Perú un sistema en el que el control de las elecciones estará en el poder. Esto quiere decir un sistema socialista o comunista que se añadiría a los sistema de Cuba, Venezuela o Nicaragua”, remarcó.
La imprecisiones vertidas por Vargas LLosa hacen parte de la campaña mediática e ideológica que en el país se viene llevando adelante para crear miedo en la población y de esa manera asegurar una victoria de Keiko Fujimori, quien representa abiertamente los intereses de los grandes empresarios y banqueros, por eso toda la derecha ha cerrado filas con su candidatura a pesar que meses atrás, muchos de los que hoy la apoyan entusiastamente, la combatían con saña.
Cabe precisar además que cuando Vargas Llosa habla de “defender nuestra democracia”, no se refiere a la democracia de los trabajadores y del pueblo; sino más bien, de lo que él está hablando es de la democracia capitalista al servicio del poder económico y político de una minoría de banqueros y grandes empresarios. Esa democracia y esa libertad que defiende Vargas Llosa, se limita a la realización de elecciones cada 5 años, y da plena libertad a los empresarios para que estos puedan explotar a sus trabajadores, para que puedan contaminar el medio ambiente y para que puedan saquear los recursos naturales e imponer deudas fraudulentas a los estados dependientes como el peruano, lo cual genera la pobreza y el hambre de millones.
Vargas Llosa no es un defensor de los derechos humanos ni de la libertad porque se opone abiertamente, junto a la corona española, a la independencia del pueblo de Cataluña, además guarda silencio frente a la brutal represión que su amigo Iván Duque implementa contra las manifestaciones que lleva adelante el pueblo colombiano, así como lo hizo con su amigo Piñera en Chile cuando este, de la mano de los carabineros y las fuerzas represivas arremetieron brutalmente contra la juventud que salió a las calles a luchar contra el legado neoliberal expresado en el régimen pinochetista.
A todos estos nuevos aliados “democráticos” de Keiko no los une la búsqueda del bien común (como pretenden hacernos creer), los une la necesidad de cerrarle el paso a Pedro Castillo en la segunda vuelta, quien pese a sus enormes limitaciones políticas y programáticas, refleja hoy por hoy el descontento popular con los partidos tradicionales y con el régimen de 1993 al cual los Vargas Llosa y los Fujimori pretenden sostener intactos a costa de lo que sea para mantener vigentes los privilegios de los grandes empresarios.
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