El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró hoy que "ningún Gobierno favoreció más a la actividad privada que éste" y que a diferencia de las políticas neoliberales crearon un entorno competitivo para la actividad productiva.
Esteban Mercatante @EMercatante
Miércoles 8 de octubre de 2014 16:28
Como dice el refrán, a confesión de partes, relevo de prueba. El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró hoy que "ningún Gobierno favoreció más a la actividad privada que éste". Fue al disertar en el "Primer Consejo Nacional de Formación Continua: Diálogo Social y Empleo", organizado por el Ministerio de Trabajo y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Allí el ministro criticó la orientación de las políticas aperturistas que favorecen la primarización de la actividad productiva. Kicillof sostuvo que "el modelo neoliberal" ejerce "una versión racista de los países" tratando de asignarle a la Argentina el rol de productor primario. Lo curioso es que durante la última década la presencia del sector primario en la economía no retrocedió ni un ápice, como no lo ha hecho la dependencia de los dólares de la soja para sostener la economía.
Kicillof se preguntó "quién en la Argentina puede hablar de que el sector privado puede desaparecer" y "quién puede endilgarnos a nosotros, como Gobierno, de que trabajamos para que desaparezca". En ese sentido, el jefe de la cartera económica puntualizó que "hemos hecho absolutamente lo contrario", porque "le hemos dado las condiciones de entorno para que sea posible la rentabilidad privada en actividades que bajo el modelo neoliberal era imposible, porque entraban las mercaderías importadas como por un tubo a un tipo de cambio que no era competitivo y de esa manera fundieron a toda la industria".
Parece que, después de que en los días recientes se le diera difusión a un texto de coautoría del ministro titulado "Las consecuencias económicas del señor Lavagna", donde el hoy Ministro criticaba los efectos regresivos de la devaluación, que erosiona los ingresos de los trabajadores en beneficio de las ganancias, Kicillof se decidió a reivindicar abiertamente esta parte esencial del modelo K. Un cierto giro respecto de la muchas veces realizada maniobra de responsabilizar de la devaluación a Duhalda, y dar el crédito por las tasas Chinas (que sin la devaluación que recuperó las ganancias y la "competitividad" mediante un mazazo al salario no hubieran tenido lugar) a Kirchner. Ahora, el ministros, reivindica la devaluación y el tipo de cambio competitivo como una política "no neoliberal" que haría que "sea posible la rentabilidad". ¿Anticipo de lo que vendrá?