Queriendo hacer una denuncia contra el FMI, el gobernador de la provincia de Buenos Aires lanzó una dura acusación contra sí mismo, exponiendo la crítica situación social que se vive después de más de dos años de gestión del Frente de Todos.
Martes 5 de abril de 2022 13:38
Este martes, desde la localidad de Arrecifes, en la provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof dejó definiciones sobre la situación económica y social del país.
Desde allí, en lo que buscó ser un mensaje de dureza contra el Fondo Monetario Internacional, Kicillof terminó haciendo una dura acusación contra su propia administración: “En el conurbano y el interior no da más la situación social” .
Lo curioso, es que, enredado en querer mostrar firmeza contra el organismo internacional hacia sus planes futuros, terminó siendo el mejor denunciador de la grave crisis social que se vive después de más de dos años suyos de mandato como gobernador, y del Frente de Todos a nivel nacional.
“Los muchachos del FMI no sé si el español lo dominan, pero en la Provincia no puede haber ajuste, lo tienen que entender”, advirtió el mandatario.
Podría pensarse que se trata de una postura ingenua por parte del gobernador, buscando convencer al FMI de que tenga un alma bella y caritativa. Pero no, se trata de un intento de engaño en la búsqueda por posar como crítico del Fondo Monetario, mientras es uno de los tantos responsables de dejar pasar sus planes en una Argentina que tiene 17 millones de pobres, según informó el Indec la semana pasada.
Recordemos al pasar cómo se los trata a los más necesitados en la provincia de Buenos Aires. Allí está el caso testigo de las familias sin techo de Guernica, a quienes su Gobierno mandó a reprimir con Sergio Berni a la cabeza. Mientras tanto, los countries privados o los terratenientes siguen de fiesta en la provincia más poblada del país. Extraño progresismo.
Si llegamos a esta situación social "que no da para más" fue porque al ajuste de Macri le siguió el ajuste del Frente de Todos, que no cumplió sus promesas de campaña sino que desde un comienzo priorizó el pago de la deuda externa ilegal antes que los jubilados, la salud en plena pandemia o los más pobres, al punto de eliminar el IFE.
Siguiendo en su extraño tono de analista, como si no fuera gobernador, Kicillof también dijo que “falta la distribución de los ingresos, los salarios, y eso implica que los precios dejen de subir” y que “algunos se van a enriquecer mucho” y otros “se van a empobrecer mucho”, por lo que consideró correcto que la administración nacional tome decisiones y sancione a quienes no las cumplen.
Como gobernador, parece un buen analista.