Las autoridades ucranianas anunciaron hoy que no van a retirar todo su armamento pesado de la línea que separa sus posiciones de las milicias prorrusas hasta que la OSCE confirme que los rebeldes han replegado el suyo.
Martes 10 de marzo de 2015
Fotografìa: EFE Roman Pilipey
"No vamos a dejar desnudas nuestras posiciones en el frente, a la espera de que el enemigo demuestre que realmente ha replegado" su armamento como mandan los acuerdos de paz firmados en Minsk el 12 de febrero, dijo el portavoz del mando militar ucraniano, Andréi Lisenko.
El coronel ucraniano aseguró que "las tropas gubernamentales han completado ya cuatro fases de repliegue del armamento bajo la supervisión de la OSCE", sin contar todavía con "la confirmación de que la parte enemiga haya dado el mismo paso".
Los separatistas prorrusos, sin embargo, han dicho haber concluido ya la retirada del armamento de gran calibre el pasado 1 de marzo.
Al igual que todos los días desde la misma entrada en vigor del alto el fuego, Lisenko denunció que los milicianos refuerzan su presencia en algunos tramos del frente, incluidas las cercanías de las ciudades de Donetsk y Lugansk, principales bastiones prorrusos, y la zona de Mariúpol, en el mar de Azov.
"Las milicias se dotan de visores térmicos y medios de visión nocturna, lo que les permite actuar de noche. Rusia ayuda de manera activa a sus mercenarios, trayendo armas y municiones por ferrocarril", subrayó Lisenko.
La retirada del armamento pesado del frente y la creación de una franja de seguridad de al menos 50 kilómetros de ancho libre de armamento pesado es el segundo punto de los acuerdos de Minsk.
Desde mediados del pasado mes de febrero rige en la zona del conflicto un alto el fuego sellado en los nuevos acuerdos de Minsk tras una larga y dura negociación entre los presidentes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia.
A pesar del cese de las hostilidades, Kiev y los milicianos prorrusos se acusan todos los días de continuas violaciones del alto el fuego.
La Izquierda Diario / EFE