El fin de semana recién pasado, la CONFECH se reunió en la ciudad de Valdivia para discutir sobre los desafíos del movimiento estudiantil y el paro de la CUT. Respecto a esto último, decidió no convocar ni adherir bajo el argumento de la insuficiente discusión en las bases del movimiento estudiantil.
Lunes 21 de marzo de 2016
El pasado sábado 19 de marzo los dirigentes de las distintas federaciones estudiantiles representadas por la Confederación Nacional de Federaciones de Chile (CONFECh), discutieron la posibilidad de plegarse al paro del 22 de marzo convocado por la CUT. El debate giró en torno a la falta de discusión entre los estudiantes respecto al paro y, tras la votación, el resultado fue la abstención de parte de la mayoría de los dirigentes.
Ya van múltiples carreras de distintas universidades que se han plegado a la movilización como lo es Castellano del Pedagógico o carreras de peso nacional como Salud y Derecho de la Universidad de Chile; además de esto han sido diversas las ocasiones en las que organismos estudiantiles realizan llamados generales a plegarse a tal o cual movilización, quedando en manos de las federaciones, centros de estudiantes o asambleas de base la decisión final de si plegarse o no. Entonces, ¿por qué esta vez se desarrolló una votación respecto a la adhesión o no al paro en vez de hacer un llamado general a las bases estudiantiles de discutir y votar en sus lugares de estudio la adhesión al mismo?
En primer lugar, se pasa por alto el tiempo que tuvimos de preparación de dicho paro siendo anunciado por la CUT tras su último Congreso que se desarrolló hace más de un mes. Los dirigentes de las distintas federaciones tienen una responsabilidad directa a la hora de no preparar y discutir entre los estudiantes de las distintas carreras el paro. Luego, el argumento más importante es que el paro es convocado por la CUT, cuyos dirigentes sólo llevarán adelante una movilización que sirva a los intereses de los corruptos y empresarios de siempre, dicen algunos. El fondo, entonces, no es la poca discusión de base, sino el hecho de que están en contra de que el movimiento estudiantil apoye este paro.
Hasta el día de hoy, trabajadores de distintos sectores vienen adhiriendo y, con ello, la necesidad de que los estudiantes salgamos a la calle es aún más importante. Los estudiantes marcamos, desde el 2011 en adelante, un camino contra el régimen herencia de la Dictadura de Pinoche, convirtiéndonos en sus principales opositores; podemos mostrar por tanto una alternativa a la política que vienen teniendo los dirigentes de la CUT de total subordinación al gobierno. Restarnos implica, entre otras cosas, que el paro se desarrolle tal cual lo quieren los dirigentes de la Nueva Mayoría que desde las alturas vienen pactando con el gobierno y los empresarios: un paro tibio, sin mayores cuestionamientos, sin métodos combativos y organización de base. En definitiva, se subordinan a un paro tal como el gobierno espera que sea.
A nosotros como Agrupación Combativa y Revolucionaria no nos convocan los dirigentes pro gobierno de la CUT, nos convocan los miles de trabajadores de base de distintos sectores que vienen adhiriendo al paro para acabar con una reforma laboral que no satisface sus necesidades, que mantiene el subcontrato, la negociación parcelada por empresa, sueldos de hambre y precarización laboral.
Además, la importancia de apoyar este paro no plantea sólo el fortalecimiento de la lucha de los trabajadores, sino también la necesidad de la unidad entre trabajadores y estudiantes para conquistar demandas tan sentidas como la gratuidad; porque el 2011 ya nos demostró que no podríamos doblarle la mano al régimen político con sus parlamentarios corruptos, sin avanzar de la mano de los trabajadores apuntando a la renacionalización del cobre bajo control obrero y al impuesto a las grandes riquezas para financiar la educación.