Corre el cuatro año de gobierno de la Cuarta Transformación; bajo sus banderas mantiene el ataque a los derechos de los trabajadores estatales, profundiza la precarización y aumenta el gasto millonario a las fuerzas armadas.
Sábado 27 de agosto de 2022
Corre el cuatro año de gobierno de la Cuarta Transformación, mismo que llegó al poder con un discurso antineoliberal: “primero los pobres”. Sin embargo, este gobierno está muy lejos de tomar medidas antineoliberales; bajo sus banderas mantiene el ataque a los derechos de los trabajadores estatales, profundiza la precarización y aumenta el gasto millonario a las fuerzas armadas.
Con la política de Austeridad Republicana, bajo el argumento de parar el derroche en el gasto público y barrer con los privilegios de los altos funcionarios, avanzó la precariedad para las y los trabajadores estatales, se han realizado más de 220 mil despidos, además de recortes salariales y de prestaciones. Recortes que han implicado falta de insumos, desfinanciación de las universidades, recortes a programas de investigación, de prevención de violencia a las mujeres o de protección a periodistas.
Mientras mantiene una casta con salarios de más de cien mil pesos mensuales a los altos funcionarios y año con año se aumenta el presupuesto a la Guardia Nacional, que militariza el país, reprime migrantes, está involucrada en asesinatos extrajudiciales, desapariciones y redes de trata. Las fuerzas armadas y la “seguridad” es el único sector que tuvo un aumento salarial por arriba de la inflación.
La 4T profundizó la precarización con la creación de las figuras de “becarios o beneficiarios” de programas sociales, quienes realizan funciones esenciales para sostener las dependencia públicas, pero se les niega el reconocimiento como trabajadores por lo que carecen de todo derecho laboral; se les usa para tareas por fuera de sus funciones, incluso sus trabajadoras y trabajadores han denunciado como les obligan a tareas con fines proselitistas -como la promoción de la consulta por revocación de mandado o de juicio a ex presidentes-.
Muestra de ello son quienes trabajan en la Ciudad de México en la Secretaría de Cultura, Ponte Pila, Participación Ciudadana, etc. A pesar de ejecutar programas que el Gobierno señala como clave para el “Proyecto de Nación” lo hacen sobre la base de la precarización.
Monserrat Jiménez: una voz contra la precarización, despedida por luchar
Montserrat Jiménez es integrante de la Agrupación Queremos Trabajo Digno, trabajó sin derechos laborales en el DIF de la CDMX durante 10 años, hasta que el pasado 1 de julio las autoridades del DIF le impidieron el paso a su centro de trabajo, después de dos años de hostigamiento laboral. El motivo del hostigamiento y el despido fue la exigencia de derechos básicos y demandar legalmente el reconocimiento de la relación laboral.
Monserrat nos cuenta: “Trabajé con niñas, niños y adolescentes, alentándolos a defender sus derechos humanos, pero durante esos años viví y vi como se violaban mis derechos y los de mis compañeres, firmaba contrato mes con mes, no contaba con seguridad social, vacaciones o aguinaldo y a pesar de estar expuesta a los riesgos del trabajo de campo, siendo parte de la primera línea durante la pandemia en kioscos de detección Covid o vacunación, incluyendo asaltos, balaceras, acoso sexual, ni siquiera contaba con servicio de salud”.
A Montse la despidieron por exigir derechos laborales, lo confirmaron las autoridades del DIF en plena mesa de diálogo en el Palacio de Gobierno de la Cdmx. Dónde se negaron a recontratarle. A pesar de que Claudia Sheinbaun, Jefa de Gobierno de la Ciudad, aseguró que es ciudad de derechos, su gobierno despide por luchar.
La situación de ella no es un caso único: al menos 1300 trabajadores contratados por honorarios en el DIF y es un botón de muestra de la situación de la base trabajadora al servicio del Estado. Ya sea de dependencias locales, federales o descentralizadas, la tendencia a arrebatar derechos laborales y multiplicar contratos de simulación laboral se extendió en las décadas neoliberales, con los gobiernos de la actual “oposición”. Y hoy Morena lo mantiene.
Contra la precarización y los despidos nos organizamos
Durante estos años, los ataques asentados con la política laboral de este gobierno, han provocado la protesta en decenas de sectores. Trabajadores de Chiapas, Michoacán, San Luis Potosí y Zacatecas protagonizaron enormes protestas contra los recortes; en medio de la emergencia sanitaria el personal de salud se levantó contra los despidos y falta de insumos, y por la basificación, los exponían a la pandemia sin reconocimiento de derechos laborales. Docentes que denuncian los bajos salarios y la precarización, como el movimiento UNAM no paga, la huelga de 11 días del SUTIEMS; la Huelga del SUTNOTIMEX, con 2 años y 6 meses demandando la reinstalación y enfrentando los intentos de desaparecer su Contrato Colectivo de Trabajo; la Asamblea de Cultura de la CDMX quienes dieron una importante batalla contra los recortes y despidos; la lucha en el DIF contra la disminución salarial y los despidos; entre muchos otros casos.
Ante estos procesos la 4T, lejos de resolverlos como podrían esperar algunos debido a su discurso progresista, solo muestra cerrazón e incluso represión, basta pensar en la Huelga del SUTNOTIMEX, en donde a la Secretaria General le abrieron procesos penales. Ante eso, las organizaciones obreras y populares no pueden estar por detrás de estas luchas y procesos que protagonizan sectores de trabajadores y lo que estos procesos requieren, para no quedar aislados y ser derrotados por el gobierno y la patronal, es que se dé un paso más allá.
Eso implica dejar atrás toda confianza en la tregua con el gobierno; requiere coordinar a los sectores en lucha y a los grandes sindicatos y centrales que se dicen democráticas, en un verdadero plan de lucha para exigir, en primer lugar, la resolución positiva de las demandas de las luchas existentes, comenzando por la huelga del SUTNOTIMEX, la reinstalación de los despedidos en estatales, el aumento salarial que alcance para cubrir la canasta básica y se ajuste a los precios de la inflación, la defensa de la libertad sindical y la conquista de plenos derechos laborales.
Nuestra fortaleza está en la organización y movilización, con una política independiente de los partidos del congreso y de la burocracia sindical, para la conquista de nuestros derechos por eso somos parte de la Asamblea de Trabajadores en Lucha, desde donde queremos fortalecer un polo unitario e independiente que se apueste a trazar un plan de lucha común que fortalezca la exigencia de nuestras demandas.
Asiste a la siguiente asamblea virtual el 3 de septiembre, contactanos aquí.